Acércate lento

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Elena

Esta mañana nos hemos levantado con la alarma del teléfono móvil de Marina. Muy precavida, la puso antes de irnos a la cama para no quedarnos durmiendo y poder arreglarnos tranquilamente para la cita con Marcos, Fernando y Juanjo.

Hace un domingo precioso, el cielo no tiene ni una nube y el sol brilla radiante.

Mientras preparamos el desayuno, suena en la radio una canción de Estopa que nos encanta a las tres:

- Ya no me acuerdo, si tus ojos eran marrones o negros – canta Marina mientras saca el pan del tostador.

- Como la noche o como el día que dejamos de vernos – continua Ari.

- Solo recuerdo que llovía y que quedamos en la parada del metro – sigo yo.

Y las tres, nos ponemos a cantar a voz en grito:

- Pero haciendo un gran esfuerzo aún veo tu mirada en cada espejo de cada ascensor donde cada noche me sube hasta el cielo...

Estamos más contentas de lo normal, se respira tranquilidad por todos los lados de la casa. Desayunamos tarareando las canciones que van sonando en la radio y después de recoger la mesa y la cocina, decidimos subir para empezar a arreglarnos.

- Chicas, Laura ha escrito por el grupo- dice Marina.

- ¡Lo que se está perdiendo! – Dice Ari – Si anoche hubiese estado aquí, uno de los tres tíos no se le hubiera escapado.

- Eso seguro – digo yo.

- A lo mejor Marcos hubiese caído en sus manos... - suelta Ari mientras me mira.

- Pues a lo mejor – le digo un poco molesta.

Me ha molestado la insinuación de mi amiga, pero ¿por qué?

Tenemos tiempo de sobras, no son ni las doce de la mañana y ya hemos empezado con el acicalamiento.

Me ducho la primera y salgo de la bañera colocándome la toalla alrededor del cuerpo. Mientras me averiguo la melena con mis dedos y la espuma, Ari se mete en la bañera y empieza a hablar como si de una famosa cantante en pleno concierto se tratara:

- Damas y caballeros, hoy quiero dedicar esta canción a mi amiga Elena, que anoche conoció a un tío y desde entonces tiene las bragas mojadas.

- ¡Ari! Tú eres tonta perdida – le digo riendo.

Mi amiga hace como que no me ha oído y empieza a cantar:

- Quiero en tus manos abiertas buscar mi camino y que te sientas mujer solamente conmigo...Hoy tengo ganas de ti, hoy tengo ganas de ti...

Marina entra en ese momento al baño:

- ¿Pero qué canta ahora la loca esta?

- Es Alejandro Fernández, que no os enteráis. ¡El mejor cantante del mundo!

Con todo lo loca que es y lo que le gusta una canción de este hombre. Yo no soy muy fan de él, la verdad sea dicha, aunque sí me gusta alguna canción en concreto suya que he escuchado mil veces.

Duchada, peinada y maquillada, llega la hora de la verdad.

- ¿Qué me pongo? – pregunto a mis amigas.

- Lo que quieras, menos bragas – Ari en su línea.

- Delicada como una flor – dice Marina poniendo los ojos en blanco.

La Banda Sonora de ElenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora