Contigo en la distancia

64 8 9
                                    

Elena

Veo alejarse el coche y por segundos voy encontrándome peor. A pesar de que estoy intentando controlarme, dos lágrimas salen de mis ojos sin previo aviso y corren por mis mejillas hasta caer en mi sudadera. Ari aprieta mi mano. Marina está quieta un par de metros detrás de nosotras.

- Ven aquí tonta... - dice Ari dándome un abrazo. Siendo éste el inicio de un mar de lágrimas saliendo a toda prisa.

- Vamos dentro – dice Marina – será lo mejor.

Siento el cuerpo pesado y camino con lentitud. Cómo puede ser que me sienta así si apenas conozco a Marcos. Cómo puede ser que no quiera separarme de él si hace cinco días no sabía ni que existía.

- ¿Y ahora qué? – pregunto sentada en una silla de la cocina.

- Ahora nada – dice Ari – Ahora a disfrutar de los días que nos quedan por pasar aquí.

- No sé si voy a poder.

- Elena, no te calientes la cabeza. Lo que tenga que ser será – dice Marina.

- Si eso ya lo sé, pero no es tan fácil – digo limpiándome las lágrimas con los dedos.

- En contacto seguiréis seguro. ¿O acaso no has visto que él tampoco quería separarse de ti? – comenta Ari.

Asiento. No ha sido nada fácil para ninguno de los dos.

- Pues entonces ya está. Vosotros seguid conociéndoos en la distancia, que el tiempo se encargará del resto – intenta animarme Marina.

- Que tonta soy - digo – Llorando por un tío al que he conocido hace cinco días.

- Tonta no, enamorada – dice Marina.

- Bueno, y un poco tonta también – salta Ari, haciendo que sonría - Hasta aquí el momento dramático. Prohibidas las lágrimas y las tristezas. Vamos a pasar estos días como teníamos previsto, descansando y disfrutando de nuestra amistad.

- ¡Hecho! – Dice Marina - ¿Elena?

- Hecho – le digo bajito a mis amigas.

- Abrazo de grupoooo – dice Ari achuchándonos.

- Gracias chicas, no sé qué haría sin vosotras. Os quiero.

- ¡Y nosotras a ti! – dicen las dos a la vez, como si de algo ensayado se tratase.

Nos carcajeamos sentadas unas frente a otras. Qué sería de mí sin ellas. Para lo bueno y para lo malo, son las mejores amigas que puedo tener.

- ¿Café y peli? – pregunta Marina.

- O tila – se ríe Ari.

- No, mejor café – digo dándole un pequeño puñetazo en el brazo.

- ¿Qué peli? – pregunta Ari poniéndose de pie y dirigiéndose a la tele para preparar el aparato.

Marina y yo la imitamos y mientras una pone la cafetera, la otra prepara una bandejita con dulces variados.

- No vayas a poner Ghost, que ya es lo que le faltaba a ésta – dice Marina señalándome.

- ¿Ahora qué voy a ser el centro de todas las burlas? – digo poniendo los brazos en jarra.

- Vale – dice Ari mirando a Marina - ¿Entonces Dirty Dancing tampoco?

- ¡Petardas sois las dos! – Les digo mientras ellas se ríen – Poned la que os salga del alma.

- Pensaba que dirías del coño – sigue riéndose Marina.

La Banda Sonora de ElenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora