—¡¡DÁMELOS LIAM!! —escucho gritar a alguien.
—¡NO LE GRITES! —grita alguien más.
Abro un ojo y suspiro por no tener una familia normal. Tapo mi cabeza con la almohada intentando no prestar atención a nada, pero vuelvo a escuchar los molestos gritos de mis queridos hermanos.
—¡¡SON DOS CONTRA UNA, NO ES JUSTO!! —grita Lisa.
—¡¡SI LO ES!! —gritan los gemelos.
—¡¡MARCUS!! —gritan los tres. Los odio. ¿Por qué tienen que gritar tanto?
Salgo de mi habitación y bajo lo más rápido posible, es un lunes por la mañana, un maldito lunes y se supone que debería de dormir bien.
—¿YA NADIE PUEDE DORMIR AGUSTO EN ESTA CASA O QUÉ? —grito también molesta—, ¿QUÉ LES PASA?
Liam, Niall y Lisa me observan, los gemelos me sonríen mientras que mi hermana mayor suspira, cuando de repente escucho unos pasos sé que esto se pondrá feo.
—De acuerdo, tienen 10 segundos para explicarme porqué estoy levantado a las 4:00 de la mañana un lunes —Marcus voltea detenidamente mirando a cada uno de nosotros.
–Fue él, fue ella, fueron ellos —señalamos todos. Lisa a Liam, Niall a Lisa y por último yo a los tres.
Bueno, aclarando, esta es mi preciosa familia. Liam y Niall son gemelos los cuales tienen 17 años, luego sigue Elizabeth a la cual le decimos Lisa porque no le gusta su nombre, ella tiene 19, después de ella se encuentra Marcus el más grande de todos el cual tiene 21 años y por último yo, Brooke la más pequeña con 16 años.
—Hermanos, espero y tengan una explicación lógica para decirme que esta pasando —suspira y mira el reloj sobre la pared —, y tienen 5 min.
—¡Marcus, todo lo empezó Liam! —Lisa lo fulmina con la mirada y va hacia nuestro hermano mayor.
—¿Qué? ¡Claro que no! ¡La tiene ella por enfadosa! —le sigue Liam.
Entonces Lisa se acerca a los gemelos y les da un sape, rio ante ello y todos voltean a verme, Marcus frunce el ceño y vuelve su atención a mis hermanos.
—Entonces, ¿qué empezó todo este griterío? —les pregunto mientras me acerco y abrazo a Marcus. De todos mis hermanos él es mi favorito.
Me abraza aun más y ríe al ver lo pequeña que estoy. Mido alrededor de 1.58, ¡¡Oh, por favor!! No estoy tan pequeña para mi edad.
—Eh, pues bueno, es algo gracioso —dice Niall mirando el suelo soltando una risita nerviosa.
—Sí, es que yo quería el último paquete de galletas y sentí a Lisa venir por ellas —continúa Líam imitando a su hermano.
¡Por el amor de los chocolates! ¿Quién hace semejante estupidez? Ah si, mis hermanos, son unos Johnson, reitero, somos unos Johnson.
—Idiota ¿Cómo sabías qué venía por las galletas? —Lisa se cruza de brazos y lo mira molesta.
—Porque son galletas dah, todos aman las galletas —rio ante la repuesta de Liam, él la mira con obviedad y suelto una carcajada más fuerte ante eso.
—Oh Johnson, ¡los Johnson son un caos! –digo mientras río y me acerco a mis hermanos.
Todos me miran confundidos, Marcus sigue donde mismo, se nota que se encuentra cansado, ¿y cómo no estarlo?, prácticamente se la vive en la universidad.
Me acerco a los gemelos y miro las galletas en las manos de Niall, sé que esto empezará la tercera guerra mundial, pero como Liam dijo, todos aman las galletas, amigos.
Los abrazo por los hombros, los acerco a mi y doy la bienvenida a mi querida familia. Dos idiotas, un estricto, una niña mimada y una adolescente bromista.
–Bienvenidos a la familia Johnson, aquí empieza la tercera guerra mundial hermanos míos —rápidamente agarro las galletas y empiezo a correr.
Subo las escaleras hasta llegar a mi habitación, cierro la puerta y escucho los gritos de mi querida familia molesta. Amo hacer esto, rio sola y me acerco a la ventana, la cierro asegurándome de ponerle seguro al igual que a la puerta.
—BROOKE, ABRE LA PUERTA —escucho a Liam.
—LA TRAICION, HERMANA —le sigue Niall. Rio ante eso.
—DAME MIS GALLETAS, PELIRROJA —grita Lisa.
Escucho como golpean la puerta, después de unos segundos queda la habitación en silencio, no escucho nada más que gruñidos, de seguro Marcus los mando a dormir.
Me acerco a la puerta cuidadosamente, agarro el libro que se encontraba encima de mi mesita de noche, ridículo lo sé, ni que me fuera a atacar un enorme oso o algo parecido, o como si el libro hiciera mucho daño. Pego mi oreja a la puerta como si pudiera escuchar la más mínima cosa y sostengo con fuerza en mi pecho el libro.
—Ya puedes abrir —susurra Marcus y sonrío. Por algo es mi favorito.
Abro la puerta y mi sonrisa se desvanece, se encontraba serio y no sabia el porqué. Entra a mi habitación y se sienta en mi cama.
—Como te salvé, creo que merezco la mitad —sonnríe mientras agarra el paquete de galletas.
—Oh, idiota —me acerco y lo abrazo —son de vainilla, ¿lo sabes no?
—Tus favoritas —añade somnoliento.
—Mis favoritas, ni creas que las compartiré contigo —ríe y hago lo mismo.
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¡La Gran Mentira!©
RomanceUna niña normal, tranquila y sobre todo seria, esa no soy yo, Brooke Johnson; una adolescente la cual tiene miedo de que le vuelvan a hacer lo mismo otra vez, no confío en los hombres, pues lo único que hacen es rompernos el corazón. Y queda más qu...