Capítulo 26: Chico guapo.

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Me despierto sintiendo algo pesado en mis piernas.

Me incorporo y miro el rostro descansado de Josh, miro sus largas pestañas y después sus labios delgados pero rosados, me ganan las ganas de peinar su cabello hacia atrás y lo hago. Se mira tan tranquilo, tan pacífico, que a pesar de que tenía ganas de hacer pipi, me detuve por un momento a observarlo mejor.

–No pares, sigue– Dice mientras que abre sus ojos con una enorme sonrisa.

Toma mi mano y la deja en su cabeza de nuevo.

–Se siente bien.

Juego con su cabello un momento más y entonces observo que nos encontrabamos en la sala de su casa, escucho un pequeño ruido proveniente de la cocina y de ella sale Madison con un vaso de agua sobandose la cabeza.

–Alguien anda cruda eh– Digo lo más seca posible.

Ella me mira con cara de pocos amigos, toma lo que al parecer es una pastilla y hace una mueca.

–Lo siento, pero ahorita no tengo las suficientes excusas para decir por que lo hice– Se marcha y suspiro.

Josh cierra los ojos al sentir mis manos masajear de nuevo su cabello, para ser hombre, es muy sedoso y suave.

–¿Te quedarás hasta la tarde?

–No lo se, tengo que cambiarme– Y en eso siento un pequeño dolor de garganta.

Él se levanta y me observa, toca mi frente mientras que doy un pequeño quejido.

–Estas hirviendo en calentura.

–No, otra vez no– Digo decepcionada– No puedo llegar a mi casa así, mis hermanos me van a interrogar y ¡No me volverán a dejar salir!

Josh suelta una enorme carcajada y niega.

–Anda, veamos si tenemos una pastilla para calmar la fiebre.

Me levanto del cómodo sofá y antes de entrar a la cocina corro hacia el baño. Hago mi necesidad y salgo buscando a Josh, cuando salgo lo veo preparar lo que al parecer es un té de manzanilla.

–Eso es para ti, ¿verdad?– Pregunto cuando llego hacia él.

–En realidad es para Madison– Ríe y me señala un vaso con agua– Ahí está la pastilla, tomala.

Suspiro sintiendo una pequeña comezón en mi nariz.

–¿Recuerda por lo menos que paso?– Me siento en una silla mirándolo.

–Aún no lo se, pero quisiera saber lo mismo.

–¿Tienes idea de que fue lo que pudo pasar?– Pregunto con demasiada curiosidad.

Deja de batir el té y me mira serio.

–Lo único que se es que la vi hablando con Jayco cuando estaba buscándote– Confieza con sinceridad.

Jayco... Un pequeño sollozo escapa de mis labios sin permiso, respiro hondo y pequeñas lágrimas empiezan a acumularse en mis llorosos ojos.

–Hey, hey, no llores, no me gusta verte llorar– Se acerca a mi y me abraza– Shhh, tranquila, todo estará bien, lo prometo.

Besa mi cabeza y en eso escucho a alguien entrar a la cocina, la señora Rubí habla por teléfono y mira la escena. Me sonríe con ternura mientras que Josh se aleja no muy convencido.

–Buenos días– Dice colocando su mano en la bocina del celular y luego vuelve a lo suyo.

–Buenos días– Decimos al unísono Josh y yo.

¡La Gran Mentira!© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora