–Si quieres que se calle por lo menos un rato, has que entre al auto.
Aiden sonríe y me deja a solas con Madison, la cual sigue y sigue hablando y hablando.
–Es que, soy tu mejor amiga, ¿cuándo pensabas decírmelo? O es más, ¿no pensabas hacerlo?, por que....– La tomo de los hombros y empiezo a empujarla hasta el mustang rojo del ingrato idiota arrogante.
–Súbete, por favor– Pido mientras le abro la puerta. Se calla por un momento y antes de volver a decir algo, la empujo hasta que la veo tendida en el asiento trasero.
Escucho una enorme carcajada y me imagino quien es el dueño.
–Bien, ahora pónganse los cinturones de seguridad.
–Ya no entiendo– Interrumpe Madison– ¿No lo quieres cerca o si?
La miro extremadamente mal y enciendo la radio, por suerte Aiden no me dice nada, lo cual es un alivio por que en estos momentos no tengo cabeza para hablar o discutir.
Después de un rato escuchando demasiadas canciones de amor y indirectas por parte de Madison, pudimos llegar a mi casa.
–Gracias– Le digo de manera fría a Aiden. El solo asiente con una pequeña sonrisa triste.
Quien diría que vería a uno de los chicos más populares del instituto hablar conmigo, estar conmigo, y más que nada, ver un poco de tristeza en él, sabiendo que es todo sonrisas y actitud arrogante.
–Supongo que nos vemos más tarde– Se despide.
–Supongo– Salgo del mustang y le hago señas a Madison para que se apresure.
Al llegar al porche, huelo algo inusual, empiezo a olfatear como un perro hambriento cuando siento un flash lastimar mis ojos.
–Ya tengo manera para utilizar de soborno.
Ya no se si sorprenderme o sentirme ofendida.
–Deja de tomarme fotos loca, sabes que no salgo para nada.....AHHHHHH MADISON NO– Al enseñarme la foto trato de quitarle el celular desesperadamente– ¡BORRA LA FOTO, BORRALA!
Si tan solo vieran lo que yo vi, dios mio, parezco un mapache rabioso tratando de buscar a su presa o quien sabe que, no puedo creerlo, ¿de verdad tan fea estoy?
–Hagamos un trato– Pide la traidora.
–¿Qué quieres?– ¿A caso eso fue un gruñido de mi parte?
–Ven conmigo a la doble cita– Junta las manos como si estuviera rezando– Por favor.
Arqueo la ceja. Uhm, interesante.
–¿Para que me pides eso sí obviamente me ibas a arrastrar contigo? No, espera, literalmente me arrastraste contigo para tener una doble cita– Ella rueda los ojos y yo los achico.
–¡Por favor! Ambas sabemos que no ibas a ir, por algo quisiste venir a tu casa antes– Dice y tiene un muy buen punto.
En realidad en cuanto supe de Aiden, las pocas y inusuales ganas que tenía de ir, se esfumaron.
Y no piensen mal, simplemente que con estos problemas del amor, el comportamiento raro de Aiden y la confesión de Josh, no ando como en condición de andar saliendo en citas por el momento.
–De acuerdo, ¿qué me ofreces?– Pregunto volviendo a oler algo bien raro.
–Lo primero que haré al llegar de la cita, es contarte que fue lo que paso con Liam y lo que esta pasando con Niall...– Okey, eso fue fácil.
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¡La Gran Mentira!©
RomanceUna niña normal, tranquila y sobre todo seria, esa no soy yo, Brooke Johnson; una adolescente la cual tiene miedo de que le vuelvan a hacer lo mismo otra vez, no confío en los hombres, pues lo único que hacen es rompernos el corazón. Y queda más qu...