–¿Cómo de que no?– Se toma de la barbilla y camina de un lado a otro.
¡Pues no!
–No pienso hacerlo, entiéndelo Madison– Ruedo los ojos impaciente como por tercera vez en tan solo 5 minutos– No es que no los quiera, pero no me puedo entrometer en sus asuntos. Aunque me gustaría saberlos.
Ella al verme decidida vuelve a negar efusivamente.
–¡Es mi hermano y mi amigo!– Exclama empezando a alzar la voz– Tienes que hacer algo.
Le doy la espalda tallando mi rostro con exasperación.
–Creo que siento algo por ambos– Suelto de repente no procesando bien las palabras– Es decir, he tenido momentos con Aiden y dios, ¡con Josh! Maldita sea.
Inhalo y exhalo con fuerza no queriendo ver la reacción de mi mejor amiga. Después de lo qué pasó el día de ayer, Josh desapareció con las rubias hacía una junta que iban a tener así que yo decidí regresar a la cabaña y por lo que veo, me quede dormida toda la tarde y una cuarta parte de la mañana. Tanto así que me perdí la comida más importante del día (el bendito desayuno).
Hace no más de una hora Madison vino a levantarme pues había dicho que ya le preocupaba el hecho de verme dormir demasiado, una cosa llegó a la otra y no sé en que momento con exactitud llegamos a este punto.
–¿Me estás diciendo que te revolcaste con los dos?– Se cruza de brazos tomando una postura indignada– Eso no me lo esperaba de ti, Brooke Sophia Johnson Miller.
–¡Cállate!– Siseo negando repetidas veces– Lo que trato de decirte, o más bien, lo que no te he contado estos días, es que.. uh, es muy difícil y penoso de decir.
–Más vale que hables zorrilla– Me señala con el dedo índice de manera amenazante– O si no le dire a Marcus que te comiste el pudín que con tanto amor y violencia cuido, que por cierto, culpaste a la pobre de Lisa de que según ella lo había hecho.
Abro los ojos sorprendida. Mi hermano no puede enterarse de eso por que es seguro de que me castiga como por un año entero y todo por comerme algo que no era mío.
–No te atreverías– Respondo tragando saliva rápidamente– No, ¿verdad?
–Ponme a prueba– Alza ambas cejas desafiante. Siento como se me baja la presión en un segundo, si Marcus se entera de que me comí el último pudín, dios me ampare– Además, somos mejores amigas. Nos debemos de contar todo, ¿o no?
Hace como que se quita varias lagrimas del rostro con movimientos realmente dramáticos.
–Bien, pero....– Me remuevo impaciente empezando a incomodarme por el mal olor– Creo que deberíamos salir del baño, no me siento agusto platicando aquí y menos por que atrás hay un bote de basura. En primer lugar, ¿por que te metiste conmigo?
Ella le quita el seguro al baño portátil y sale como si no me hubiera prestado atención hace un segundo.
–Por que era la única manera de poder hablar contigo sin muros en la costa– Sonríe mientras salgo del pequeño lugar– Además, has estado muy rara estos últimos días y me gustaría saber por que. Me importas, Brooke.
Esas palabras me hacen achinar los ojos con dulzura.
–Que cursi eres– Le doy un corto abrazo y me dispongo a caminar mientras le relato los hechos desde el día en que fue la fiesta de Jackson hasta el día de ayer– Y pues me beso y yo lo besé y nos besamos. Pero no se, no me siento yo haciendo estas cosas, ¿me entiendes no?
Ella parece entender por que me da una pequeña sonrisa de lado y entrelaza nuestros brazos, quedando así, mucho más cerca.
–Debo admitir que yo también he olvidado contarte algunas cositas– Carraspea insegura pero luego continúa– Creo que ya es momento de hablarte sobre Niall y Liam.
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¡La Gran Mentira!©
RomansaUna niña normal, tranquila y sobre todo seria, esa no soy yo, Brooke Johnson; una adolescente la cual tiene miedo de que le vuelvan a hacer lo mismo otra vez, no confío en los hombres, pues lo único que hacen es rompernos el corazón. Y queda más qu...