Capítulo 24: Oh no.

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POV'S JOSH.

No se en que pensaba hace más de un año.

Miro el camino por donde se a ido y un pequeño dolor se hace presente en mi pecho.

–A-Acabo, hip, de m-meter, hip, la patota– Solloza Madison mientras suspiro agotado.

Paso mi brazo izquierdo por sus delgadas piernas, mientras que con mi otro brazo sostengo su cabeza, la cargo tratando de cubrir la parte baja de su corto vestido y camino a paso apresurado. Quiero salir lo más pronto de aquí.

–N-No, la, hip, broma– Dice mientras patalea sin fuerza.

¿Broma?

–¿De que diablos me hablas Madison?– Pregunto confundido.

Veo que cierra sus ojos y queda completamente dormida entre mis brazos.

Al salir de la enorme casa de Jackson, busco mi auto, camino directo hasta allá en cuanto lo miro mientras volteo para todos lados tratando de encontrar a Brooke.

–Niall– Susurra Madison mientras como puedo abro la puerta trasera de mi auto.

Frunzo el ceño tratando de entender por qué mi hermana piensa en el hermano de su mejor amiga. No le tomo importancia por el momento y la acomodo en los sillones. Me apresuro a acostarla mientras le pongo mi chamarra encima.

No puedo dejar de pensar en Brooke, me subo enseguida al carro y me pongo a manejar con cautela mirando para todos lados.

En tan sólo unos minutos, veo el vidrio empaparse completamente. ¡No puede ser! Observo las gotas deslizarse por mi ventana y mi angustia aumenta. Brooke, ¿Donde estas?

Acelero y tomo la avenida camino a mi casa, se que debería de tomar por el lado izquierdo y buscar entre las grandes casas por la que ella vive, pero se que Brooke se encuentra mal, y no sólo por el hecho de haberle confesado mi amor, sino por su mejor amigo. No se que haya pasado, pero antes de encontrar a Brooke encontré a Jayco platicando con mi hermana en el patio trasero, al principio me quedé por que pensé que tenía otras intenciones con Madison, ¿y cómo no hacerlo? se encontraban aislados de la fiesta y mi instinto de hermano mayor me llego.

-Lo siento tanto, tanto– Lamentaba Madison, aunque no podía escucharla por la distancia, si pude leer sus labios.

Jayco la miraba decepcionado, traicionado..dolido. Sea cual haya sido el problema, se sentía fatal, por un momento había pensado en ir y partirle la cara, por que mi hermana sollozaba demasiado, pensé que él le había hecho algo, pero luego de que termine de ver lo demás, me di cuenta de que mi pequeña era la que lo estaba lastimado, mi pequeña Madison.

Después de eso trate de escuchar, o más bien de leer sus labios, trate de entender que era de lo que tanto hablaban cuando un borracho salió gritando que todos entrarán a la piscina, varios empezaron a quitarse la ropa y muchos otros solo bailaban alrededor, en ese momento me vieron y yo salí huyendo de ahí.

Aprieto con fuerza el volante, le doy una mirada de reojo a Madison y vuelvo mi vista al frente.

Cuento las cuadras que son desde que salí de la casa de Jackson, una por una, y mi ánimo decae al ver que son demasiadas, demasiadas como para saber que Brooke no tomo este camino de vuelta a casa, demasiadas como para desesperarme y preocuparme aun más por ella, demasiadas como para llegar caminando sola... Demasiados como para perder la esperanza de encontrarla.

Escucho un pequeño quejido y por el retrovisor miro a Madison acomodarse en el sillón y luego pasarse a sentar de copiloto.

–¿A donde vamos?– Pregunta somnolienta. Por lo menos el hipo desapareció.

No digo nada y continuo manejando, estaba tan concentrado en mis pensamientos cuando escucho el grito ahogado de Madison, paro el auto de golpe y miro a mi hermana preocupado.

Señala algo o más bien a alguien y mi corazón se acelera de golpe, una chica se encontraba sentada de espaldas en una banca, completamente empapada, completamente sola.

Nos bajamos a una velocidad increíblemente rápida, trotamos hasta la chica y mi esperanza vuelve al imaginar que puede ser Madison, no, debe de ser Madison. Al llegar nos colocamos en frente de ella y Madison es la primera en hablar.

–¿Qué te paso?– Ella levanta la cabeza y mi corazón vuelve a sentir una punzada de doler justo en el pecho.

Oh no.

[...]

POV'S BROOKE.

Levanto la mirada y lo miro con reproche.

–¿Qué te paso?– Pregunta mientras me hago ovillo en el asiento.

Afortunadamente o más bien, desafortunadamente, Aiden me encontró camino a su casa, la verdad es que no sabía con exactitud hacia donde iba, solo me encontraba dirigida por mis pies, sin rumbo alguno.

–Nada que te importe– Contesto bruscamente.

Él se mantiene en silencio por un momento y me empiezo a arrepentir por estar en el mismo lugar que él.

–No entiendo por qué te comportas así conmigo, tan solo ayer estábamos bien.

–Ayer, tiempo pasado.

Lo escucho suspirar y para el auto.

–¿Por que te detienes, idiota?– Pregunto enojada.

–¿Por que me tratas así, boba?

–¡Por que eres igual o peor de lo que pensé!– Digo bajando del auto y azotando la puerta con todas mis fuerzas.

Un enorme crack se escucha de nuevo y veo a Aiden cerrar la puerta de su lado del mismo modo.

–¿Qué te pasa?, ¿Estas loca o que?– Grita en medio de la fuerte lluvia.

Siento mi cuerpo completamente mojado de pies a cabeza, y entonces lo observo bien.

–¿Te estás haciendo el desentendido?– Pregunto al borde de mi molestia– ¡Es el colmo!

Empiezo a alejarme de él, camino a paso presurado sin ninguna preocupación de caer, pues mis zapatillas de plataforma las traigo en mi mano.

–¡VUELVE AQUI LOCA!– Grita mientras escucho el hermoso sonido de la lluvia.

Si estuviera en otra circunstancia, estaría más que feliz de poder mojarme bajo la lluvia, oler la tierra mojada y ver a los niños jugar brincando de un charco a otro, pero no, ando molesta, triste y angustiada.

Siento unos brazos detenerme y doy un pequeño grito del susto.

–Tú no te vas sin explicarme el motivo de tu cambio conmigo– Me remuevo y el me sostiene con fuerza pero sin lastimarme– Y no pienso soltarte hasta que hables.

–Bien, pero sueltame, que no soporto tu cercanía– Escupo y siento como su cuerpo se tensa por un minuto.

Me quedo quieta y me gira hasta quedar cara a cara conmigo.

–Espero que me des una buena explicación, Brooke– Dice mientras enormes gotas caen por su cabello hasta resbalar por su nariz y terminar por sus labios rosados– Por que no pienso estar mojandome en vano.

Vuelvo a mirar el pequeño e insignificante camino que tuvo esa diminuta gota y él lo nota. Necesito hacer algo primero.

Me acerco a él un poco más hasta que nuestros cuerpos chocan entre sí, veo que el cierra los ojos y sonrío acercándome hasta que...

¡La Gran Mentira!© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora