–¿Me vas a decir que rayos está pasando y por qué Esteban no deja de mirarnos preocupado?– Pregunto algo alterada al estar en el porche de mi casa–Y no sólo él, Marcus también.
Llevo media hora parada y nada a salido de la boca de mi mejor amigo, y de ninguno de este par de bobos. Ellos se lanzan miradas y por un momento presiento algo malo.
–Lo que pasa es que...–Habla Jayco pero rápidamente lo detiene Aiden.
–Lo que realmente pasa es que mañana es la fiesta de Jackson y Jayco no sabe cómo invitar a Layla–Dice palmeando su brazo– Este galán tiene miedo al rechazo, claro, no es Aiden Hamilton.
Lo miro mal y ruedo los ojos.
–Alto ahí amigo, que se te sube el ego eh– Digo mientras él solo sonríe, una bonita y realmente grandiosa sonrisa aparece en su rostro–Oh sí, Jay ¿en que puedo ayudarte?
Entonces recuerdo lo de esta mañana, Aiden besando a Layla, Layla besando a Aiden. ¡ES UN INGRATO!
Ethan estaba apunto de hablar cuando Esteban me grita desde la casa.
–Ya es tarde, es hora de entrar– Gruñe mientras lo miro sorprendida.
–Pero...
–Nada, adentro Brooke–Repite mientras observa mal a mis queridos amigos.
¿Que carajo le pasa? Bufo y miro un poco apenada a los chicos susurrando un lo lamento y entrando a la casa.
Marcus POV
Camino y camino sin parar, doy vuelta y vuelvo a ver la mirada de frustración, desesperación y angustia de Esteban. No se si este igual o peor de preocupado que yo. Y creanme, eso no es para nada bueno.
Después de que todos se fueran a dormir hace media hora, Esteban y yo nos quedamos en la cocina, realmente sorprendidos y sin saber que hacer.
–Dominic está aquí.
Asiento y pongo mis manos en la cara, todo está muy mal, esto no debería de estar pasando en lo absoluto.
–¿Qué está haciendo aquí?–Reitera mientras quito las manos y suspiro, siento que me va a dar algo, sin exagerar.
–Sabes bien que hace aquí– Vuelvo a suspirar pesadamente y siento como una parte de mi pecho duele.
Me siento a un lado de él y choco mis dedos con la madera suave de la mesa. Necesito tranquilizarme.
–Marcus... ¿A caso él puede?...–No termina de preguntar cuando siento que mi corazón vuelve a acelerarse.
–Me gustaría poder decir que no, pero desgraciadamente si, si puede.
Agacha la cabeza y veo como su semblante cambia, nunca me había preocupado tanto por alguién, hasta que llegó ella a mi vida.
–Necesitamos hacer algo– Me levanto y camino hacía el refrigerador.
–Lisa, los gemelos y Brooke– Susurra desanimado– Jamás nos van a perdonar esto.
Tomo el whisky que se encuentra hasta el fondo y lo saco, después de mucho lo necesito para tratar de...
–Tomando no vas a poder evitar el tema– Gruñe Esteban y lo miro mal.
–Eres un aburrido hermano– Lo observo y él arquea una ceja.
–Pff, ¿sabias que ese producto que estas a punto de consumir es una bebida alcohólica obtenida por la destilación de la malta fermentada de cereales?– Lo miro raro y abro la boca cuando el continua– Claramente como la cebada, el trigo, el centeno y el maíz, y su posterior envejecimiento en barriles de madera, tradicionalmente de roble blanco.
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¡La Gran Mentira!©
RomantizmUna niña normal, tranquila y sobre todo seria, esa no soy yo, Brooke Johnson; una adolescente la cual tiene miedo de que le vuelvan a hacer lo mismo otra vez, no confío en los hombres, pues lo único que hacen es rompernos el corazón. Y queda más qu...