Capítulo 33: Chaneke.

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–¿De verdad piensas que me pondré eso?– Miro la ropa por segunda vez y niego de nuevo– Estas loca.

–¿Por que no?– Hace un enorme puchero y sonrío– Después de que lo tuyo con Jackson no funciono por razón desconocida...

–Es gay– Suelto de repente– Por eso no funciono.

Es lo único que puedo decirle por el momento, cuando encontre a Jackson en el cuarto haciendo cosas que no debí de escuchar ni mucho menos ver, prometí no contarle a nadie su secreto y me refiero a secreto por el hecho de que el tiene como una especie de relacion con otro chico. Y pues Madison es mi mejor amiga, no se lo podía ocultar mucho tiempo, además es como yo, los secretos se los lleva hasta la tumba.

–No juegues– Dice sorprendida.

–No juego y de nuevo, no pienso llevarme eso– Y a eso me refería con una falda extremadamente corta de color vino junto con un top que sólo cubre un pedazo de mi pecho.

–Espera, ¿gay?– Se sienta en la punta de mi cama y se queda pensativa– Okey, ya lo procese.

Ella mira de nuevo la ropa y yo suspiro. Necesito comprar ropa en verdad.

–Osea, ¿qué le gustan los chicos en vez de las chicas?

–¡Madison!– Exclamo atrayendo su atención– Ya deja de lado el tema.

–De acuerdo– Levanta ambas manos como en señal de paz– Solo que no lo puedo creer, es tan guapo.

–Dímelo a mi.

–Es tan guapo– Dice mirándome con una sonrisa burlesca–¿Qué? No me mires así, tú me dijiste que te lo dijera a ti.

–¡Era una expresión!

–¡Mujeres!

–Tú eres una mujer– Digo al borde de la risa– ¡Ya! Que no llegamos a nada con esto.

–¿Por que siempre cambiamos de tema en cuestión de segundos?– Pregunta empezando a cambiarse.

–No se, no le hayo sentido– Se me prende el foco y agarro la falda poniéndomela– Por cierto, ¿de donde sacaste ropa?

Busco unas mallas negras en mi cajón y me las coloco, pueda que la falda este un poco corta pero mis mallas me cubrirán la mayor parte de mi piel descubierta. Que inteligente soy.

–No seas boba, he dormido infinidades de veces aquí, creo que hay más ropa mía que tuya– Y pueda que tenga razón.

–¿Crees que sea buena idea?

–¿El que?

–Que vaya a una cita con un chico que no conozco– Busco una blusa en mi closet y encuentro una ombliguera blanca de mangas largas con forma de corazón en la parte trasera– ¿Quién es el chico?

–Se llama Bradley, es primo de Gabriel, ¿no es guapo también?

Okey, número 9 de mi lista cumplido, ahora faltan los demás números.

Madison se acerca a mi y me hecha no se que en el rostro, con una brocha rara empieza a dispersarla en toda mi cara, auch.

–Haz así– Hace una cosa rara con su boca y mete los cachetes, hago lo mismo mientras pasa otra brocha por ese lugar– Listo.

–¿Qué me pusiste?– Pregunto y veo que saca lo que al parecer es un rimel junto con un labial– ¿Qué haces?

–Estoy maquillandote querida, hay que estar presentables, no sabemos si encontraremos al amor de nuestras vidas por ahí– ¿Amor de nuestras vidas?

¡La Gran Mentira!© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora