CreaDanielle

OS#4

Autora: Dulcee Escobar

Hoseok.

"La sonrisa de ángel, con el encanto de un demonio, es una combinación mortal, que sólo él podía manejar."

Les contaré como es que he llegado de nuevo a este punto, estoy cansado, aunque la realidad es que no puedo renunciar a lo que soy... A mi "naturaleza".

Han pasado siglos desde que llegue a este mundo, la razón del ¿Por qué existo?, en realidad es sencilla, mi padre quien es un íncubo, sedujo y se aprovechó de una simple campesina en una noche cualquiera, mi madre.

Ese día me engendraron, después de ello mi padre desapareció y ella creyó que había sido todo un sueño, apartir de entonces su vida se complico, tuvo que escapar en aquella época de donde vivió toda su infancia, la razón, estaba por casarse y ya tenía 1 mes de embarazo.

Fue ahí cuando emprendimos un largo viaje por la vida, por mantenerlos a salvo, ella cuido muy bien de mi, me amo a pesar de todo, a pesar de no saber con seguridad como es que yo había llegado a su vida, ella había escuchado a cerca de los íncubos, pero siempre pensó que eso iba más allá de la realidad, así que se mintió a si misma y se hizo creer que yo era un regalo del cielo. Lo siento madre, nunca lo fui, soy o seré.

He hablado mucho, pero te diré como me veo yo... Estoy compuesto por dos seres dentro de un mismo cuerpo, el primero es un humano y el segundo es íncubo, no hay muchas explicaciones respecto a ser humano, una parte de mi es como tú, con debilidades, emociones, defectos y sentimientos, en mi vida he descubierto que mi vida seria más sencilla, si pudiera renunciar a sentir, si pudiera renunciar a la mitad de mi.

Tambien está mi lado íncubo, mi yo obscuro, mi yo que no tiene dudas respecto que es, que no duda, no se cuestiona si esta bien o esta mal, sólo lo hace y lo más importante no hay sentimientos de por medio para él. Soy un demonio, puedo tomar la forma que yo desee, de esta forma puedo seducir a mujeres, este yo esta acostumbrado a elegir una víctima, no hay acercamiento real, solo me cuelo en sus pensamientos y siembró el deseo y la lujuria, provocándole sueños eróticos muy fuertes y vívidos en los que despierta completamente excitada y húmeda, hago que tenga sueños con imágenes sexuales muy exageradas y pervertidas con el fin de alimentar el deseo y prepararla para mí, este proceso puede tardar varias noches y cuando estoy seguro que esta preparada para recibirme, me materializó en la habitación y me uno a ella por medio de unos coitos salvajes y placenteros provocándole cientos de orgasmos.

Mi víctima al día siguiente se sentirá débil y abatida, no recordará nada de lo sucedido, será solo un sueño erótico brutal y extraño que la ha deja agotada. Cuentan que un íncubo dejara evidencia, a través de la sangre y semen que aparecen en las sábanas y en la víctima.

Yo procuro no dejar evidencia, se que esto está mal, pero para seguir existiendo tengo que absorber la fuerza vital que necesito para poder subsistir a través de estos coitos, mi lado humano me reprocha día a día mis acciones, pero como explico que me da tanto temor morir, es por ello que odio ser humano, siempre tan cobardes e inseguros de que pasará después.

Mi historia era así, tan normal ante mis ojos. Hasta su llegada, aquella cafetería fue el encuentro del amor de mi vida para mi lado humano, pero desgraciadamente no todo puede ser felicidad, porque mi otro yo la marco como víctima, su víctima.

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