Capitulo 21

248 17 0
                                    

Laura

Mi hermano no se lo ha tomado bien, y cuando por la noche en la cena le pregunto cuándo  vendrá Noelia a casa él me mira con cara de haber escuchado la cosa más absurda del mundo.

     - ¿No lo has pillado? – me pregunta triste – era para darle celos a ella.

     - ¿A Lucia?

Él asiente lentamente mientras se come el último trozo de pizza que queda.

     - Pues ella… - empiezo.

     - ¿Has visto como cogía la mano de ese bastardo? – me pregunta apretando los puños mirando al frente.

     - A decir verdad James es muy rarito – digo yo.

     - Un tipo rarito – veo como intenta calmarse.

      - Si – digo recordando una cosa, cuando vino a clase, de repente bajo la temperatura.

Sacudo la cabeza, seguro que entro frio por la ventana, me digo a mi misma.

     - No te preocupes – le digo a Matt – Lucia quería que te enfadaras y por eso empezó a estar con James.

Matt frunce el ceño no sé si confuso o enfadado de verdad.

     - ¿Cómo? – pregunta.

     - Que ella se enfado contigo – me muerdo la mejilla por dentro, seguro que Lucia me matara si se entera de que se lo he contado – y como tú sabes guardar bien tu temperamento, quería que te enfadaras.

Guarda silencio y luego suspirando se levanta con el cartón de la pizza en la mano.

     - Pues lo ha conseguido – se pasa la mano por el pelo y va hasta la cocina, vuelve y se lleva los platos, se va de nuevo a la cocina y le oigo trastear con ellos mientras los mete al friegaplatos.

Suspiro también y me recostó bien en el sofá, Matt vuelve y se sienta a mi lado, los dos suspiramos a la vez, como desgraciados.

El timbre suena y salto en el sofá.

     - Ve tú – me dice Matt.

     - No, tú – le digo.

     - Yo no pienso ir – me dice.

     - Pues yo tampoco.

     - Pues no abrimos.

Silencio y el timbre vuelve a sonar.

Nos levantamos los dos a la vez y al final es él quien va a abrir, le observo desde el sofá mientras camina hasta la puerta. Un Jack muy alarmado aparece en la puerta, y al ver que mira a ambos lados del porche me levanto y voy hasta la entrada en un periquete.

     - ¿Qué pasa? – mi hermano le pregunta fríamente.

     - ¿Esta Lucia? – me pregunta.

     - No – respondo yo.

Jack respira agitadamente y suda a mares, parece que ha estado corriendo.

     - No la encuentro – nos dice alarmado.

     - ¿Cómo que no? – respondo rápidamente.

     - Cuando os fuisteis subí a mi habitación y al cabo de una hora baje y no estaba.

     - Bueno – dice Matt – puede haberse ido a pasear al perro.

     - No – dice él apartándose de la puerta, unos metros mas allá, Susan tira de Dagor que casi la arrastra hacia una caniche que pasa por ahí – Dagor estaba en casa.

Los portadores de sueños [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora