Laura
Definitivamente odio el bosque de noche, es muy espeluznante, y además hace frío. Lo único que reconforta es saber que no estoy sola y que me acompañan tres animales, Dagor, mi hermano y el señor Jack, que se cree tarzan de la jungla.
Hace diez minutos iba encaminando la expedición, seguido muy de cerca por Susan, cuando de repente ha gritado como una tía, y Matt y yo hemos ido corriendo a ver qué pasaba y resulta que era una arañita de nada.
Dagor es el perro más feliz del mundo, va olisqueando cada árbol y escarbando cada metro que camina, los demás en cambio estamos asustados. Al menos yo, me va el corazón a mil, y a parte del ejercicio, es porque tengo miedo por Lucia.
- No puedo más… - Dice Susan con la respiración entrecortada.
- Un poquito más Susan- Dice Matt.
- Matt, Susan tiene razón, deberíamos de descansar, así mañana cuando lleguemos tenemos las pilas recargadas para enfrentarnos a James. – digo, más bien preocupada por Susan.
- Está bien, pero al menos lleguemos a ese llano, - señala un punto a través de los arboles - a no ser que quieras hacer la croqueta cuesta abajo, aunque no creo que te importe, recuerdo cuando te pusiste a hacer la croqueta con Lucía en el jardín.
- Shhht, eso es un secreto.- Digo guiñándole un ojo.
Seguimos caminando un rato más mientras la luna llena alumbra el camino, cuando llegamos al llano, Susan se deja caer en el suelo con un profundo suspiro, de alivio al poder descasar.
En cuanto me meto en el saco de dormir, empiezo a soñar. Me encuentro en una sala oscura y fría, en ella veo a Lucía tirada en el suelo me acerco a ella alarmada, esta temblando.
- No podre aguantar mucho más…- Dice débilmente. Apoyo suavemente la mano en su frente, esta perlada de sudor y ardiendo – me duele.
- Vamos Lucia, tú puedes aguantarlo todo. Estamos a punto de llegar no te rindas… sabes que te queremos.
Sigo susurrándole palabras de consuelo, intentando que aguante y siga viva esperándonos.
Después desaparece todo dejándome en la oscuridad y silencio total.
Por la mañana seguimos nuestro camino, Matt va en cabeza, seguido de el señor Jack haciendo de Tarzan que se golpea más de una vez contra un árbol, al girarse a mirarme, aunque tampoco importa mucho ya que le quedan pocas neuronas. Al menos logra sacarme una sonrisa. De vez en cuando viene y habla conmigo, en susurros, como si tuviera miedo de que los arboles pudieran escucharle.
Susan no me ha soltado la mano en todo el día y empieza a sudarme, demasiado. Dagor va atrás olisqueando todo arbusto y árbol que se le pone delante. Estamos todos preocupados por Lucía y además no sabemos que hacer cuando lleguemos, y darle nuestro libro no está en nuestros planes…
Pierdo a Matt entre los árboles, pero su inconfundible cabeza rubia se distingue de vez en cuando, así me siento más segura.
Por el rabillo del ojo veo como Dagor sale corriendo tras una ardilla que corre por su vida, buscando un árbol al que subirse y salvarse del depredador canino.
- ¡¡Dagor!!- Gritamos todos al unísono.
Vamos corriendo por un sendero lleno de arbustos, arboles, ortigas, piñas y palos, mientras seguimos la pista del perro. Parece mentira que con lo inútil que soy no me haya comido un árbol o haya besado el bonito suelo aún. Corremos todos juntos hasta que Matt consigue alcanzar a Dagor, y tirando de su collar logra que se pare y se siente.
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Los portadores de sueños [PAUSADA]
ParanormalCuando te crias sin tus padres, o de casa en casa de acogida, no sabes en quien confiar. Lucia es una huerfana que por suerte viaja con sus hermanos de casa en casa, causando problemas a todos los que tienen narices de acoger a el trio. Laura en cam...