Lost in you - HunHan

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Sehun

Creo que decirle a Irene que iría con ella al baile es un error, pero no puedo cambiar de opinión ahora. Ella le dijo a mi mamá. Si hubiera sabido que iba a hacer eso, hubiera dicho que no. Siempre he sabido que Irene es astuta, especialmente con sus padres, pero no esperaba que irrumpiera después de la cena con revistas para mostrarle a mi mamá los vestidos en los que está pensando.

Quería correr a mi habitación y esconderme debajo de la cama. En su lugar, me vi obligado a sentarme en la mesa mientras borboteaban sobre cosas que no me interesan. Creo que perfeccioné el arte de poner los ojos en blanco por cada vez que escuché "es perfecto". Mi madre debió tener una niña.

Irene finalmente se fue, dejándome para lidiar con mi madre por mí mismo. Quiero decirle que realmente no quiero ir con Irene al baile y que solo dije que sí porque es mi amiga y sabía que iba a hacerla feliz. Pero por la mirada en el rostro de mi madre cuando puso su mano en mi mejilla y sonrió, supe que no podía decirle eso. Dije buenas noches y me fui a mi cuarto a esperar la llamada de Luhan.

Solo que Luhan no llama, me escribe un mensaje diciendo que está en la ciudad. En el momento en que recibí su mensaje quise saltar por la ventana y correr hacía él. Irreal, lo sé, pero tengo que verlo. Necesito saber que es real y que lo que sentía cuando estuvo aquí sigue siendo lo mismo. Que un simple toque de él en mi piel hace que este en llamas. Quiero recordar la quemadura.

Odio esperar. Odio saber que está a dos horas y que no puedo estar con él. Recorro mi habitación, escuchando a mis padres. He estado cada vez más cansado de ellos desde el incidente en la iglesia. No me preguntaron acerca de Luhan, deseo que lo hubieran hecho. Quería ser capaz de decir que he conocido a alguien que quiero llegar a conocer mejor.

Pero no preguntan. Solo miran.

Caminan alrededor y me miran por el rabillo de sus ojos. Mi padre sacudirá la cabeza o murmurará algo en voz baja mientras pasa caminando, pero nada más. ¿No les importa? Sostuve la mano de un chico -no, un hombre- en la iglesia. Alguien que no conocen y nunca han visto pero no pueden molestarse en preguntarme quién es.

Mi madre, aparte de Irene viniendo, no me ha dicho nada. No ha preguntado por mi tarea o mi horario de trabajo. Ni siquiera me ha preguntado cómo va la escuela. Es como si yo no existiera. Tengo miedo de interrumpirla. Si no está cocinando, su nariz está enterrada en su Biblia y sé que no debo molestarla mientras está leyendo. Sin embargo, siempre está leyendo y probablemente orando por mi salvación.

Miro mi teléfono, él no ha enviado un mensaje de regreso. Me gustaría saber dónde se está alojando porque iría allí. No me importa cuánto tiempo me tome caminando. Saber que Luhan se encuentra al final del camino esperándome hace que todo valga la pena.

Pero ¿está esperando? Tengo dudas sobre él y yo. ¿Y si está aquí para decirme que no podemos ser más que amigos, sobre todo después de que su manager vio las fotos de nosotros? Fotos que todavía no he visto y me gustaría. Me gustaría tener al menos una foto de nosotros juntos. Un recuerdo.

La idea de que no quiera estar conmigo me carcome, como mil hormigas mordiendo y pellizcando mi piel. La picazón está allí, el deseo de ser algo para él, pero tengo miedo de rascar por ser quien es.

Los chicos y chicas en la escuela hablan de Luhan. He oído todo sobre las cosas que quieren hacer con él. No sé si eso es normal, nunca me ha gustado una celebridad antes. La única persona a la que puedo preguntar es Irene, pero tengo miedo de lo que podría decir. Sé que no quiere que hable con Luhan. La mirada que Irene me dio en el patio era prueba suficiente. Me pregunto si Irene siente como que esto es su culpa. ¿No quiere que yo sea feliz?