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Sehun

Si alguien me hubiera dicho esta mañana que iba a encontrarme con Xiao Luhan hoy, me habría reído en su cara. No había pensado en él en años. No, eso es una mentira. Cada vez que comenzaba a salir con alguien y las cosas comenzaban a ponerse serias, pensaba en Luhan. Los comparaba y terminaba arruinando mi relación. Había tenido un novio serio desde Luhan y no estoy contando a Irene, porque esa fue más una relación de exploración y fue ahí que descubrí que en realidad solo me gustan los hombres.

Había conocido a este chico en clase de negocios y me recordaba a Luhan. Pensé que podía funcionar, y funcionó por un año. Comenzó a dejar caer pistas sobre comprometerse y cómo una boda en primavera en Seúl sería hermosa. No entré en pánico o me asusté. Simplemente le dije que no era a quien veía cuando cerraba mis ojos en la noche.

Desde esa vez salí ocasionalmente, nada serio porque no había sentido en adentrarse en algo si él no era el que ves en tus sueños.

Durante el verano, nuestras noches de viernes las pasábamos en O'Malley. Había sido tradición por un año o tal vez más que eso. Comenzó cuando Irene trajo uno de los chicos de O'Malley a casa. Me agradaba Donghae lo suficiente que nos hicimos amigos.

No sé qué es lo que me dijo que me diera la vuelta, pero algo lo hizo. Una parte de mí no está arrepentida de verlo, mientras que la otra parte desea nunca haberse girado para nada. Podría pasar el resto de mi vida sin volver a verlo de nuevo porque vivir la pesadilla de cuando me dejó fue suficiente la primera vez. Pero ahí está de pie, mirándome. Sorprendido, estoy seguro. Tal como yo no esperaba verlo nunca, no tengo dudas que él nunca esperó encontrarme aquí, en su ciudad.

Estoy congelado. Mis piernas no quieren moverse aun cuando les estoy suplicando que se muevan hacia adelante o hacia atrás. Cualquier cosa que me relaje de esta postura que he adoptado. El taco de billar que tengo en mi mano se está rompiendo por mi agarre. Puedo sentirlo astillándose debajo de mis dedos.

Irene se pone de puntas y susurra en mi oreja.

—Voy a golpearte en las bolas si no sonríes en este momento.

Sonrío simplemente por el miedo de ser pateado. Sé que lo hizo a propósito. Recuerda todo claramente y no quiere verme pasar por ello de nuevo. Veo mientras Luhan mira a Irene y se pone roja cuando Irene coloca su mano en mi brazo un poco más de tiempo de lo normal. No hay duda en mi mente que Luhan está celoso de Irene, tal como yo estoy celoso del tipo con el que está. Lo recuerda de las portadas de la revista y fotos que encontré en la web cuando rompimos. Sé quién es y sé que está mirando hacia mí cada pocos segundos preguntándose qué es lo que voy a hacer con su precioso chico.

Camina hacia adelante, un pie delante del otro, mientras se dirige hasta aquí. Sería agradable si me pudiera mover también, pero estoy anclado al suelo. Muchas cosas no han cambiado en él en los últimos cuatro años. Sus facciones son más suaves y está usando menos maquillaje. Su cabello está suelto, la parte de arriba cubierta por un gorro de lana. Está usando botas negras y un jean gris oscuro y un suéter negro. Claramente está vestido para la ocasión y no para el escenario.

Ese momento en que lo clavé contra el árbol fuera de mi iglesia aparece en mi mente. Innumerables veces he repetido esa imagen y me pregunto por qué no pasé mis manos por su piel cuando tuve la oportunidad. Su piel estaba rogando ser tocada, acariciada, y me estaba permitiendo hacerlo. No lo supe hasta que fue demasiado tarde.

—Hola. —Sus ojos se cierran instantáneamente como si estuviera siendo forzado a venir a hablarme. No necesito que hable conmigo. No necesito nada de él.

Se aclara la garganta, pero no me mira. No me mira a los ojos cuando dice:

»Hola, Sehun , es bueno verte.

Lost in you - HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora