Cojo mi tenedor y pincho un trozo del delioso solomillo que tengo delante. Estamos almorzando en el restaurante del mirador de Portland toda la familia. Mi madre ha insistido en reunirnos a todos. Yo estoy deseando que acabe esta farsa de familia unida e ir a buscar a mi chica.
Ayer pasamos todo el día juntos. Estuvimos en el cine y paseando por el parque y aquí en el mirador. Hablamos mucho. Es una chica muy interesante e inteligente que sabe muy bien lo que quiere y donde tiene los dedos de los pies. Es muy madura para su edad. Aunque me temo que ha tenido que madurar a la fuerza por las circunstancias que la vida le a impuesto.
Cruzo una mirada con mi abuelo que sonríe. Miro a mi padre y este me vuelve la cara.
Suspiro.
Ha dejado de hablarme, mi madre está decepcionada, pero dice que poco a poco se irá haciendo a la idea. Ese comportamiento es más razonable. Pero a mi padre no le entiendo.
A su lado Elena; su amante, pero a ella no quiero ni mirarla.
Miro a mi madre, la pobre no se entera de nada. O no quiere enterarse.
¿Cómo puede alguien estar tan ciego? Quiero mucho a mi madre pero en este tema está siendo muy tonta.
Mi padre debería respetarla más y dejar de ser tan hijo de puta teniendo a su amante en la cara de su mujer.
¿Es el amor tan ciego?
Suspiro.—Christian, ¿te apuntas?—miro a mi hermana.—. Vamos a ir a una función al Heatman. Vente.
Ni hablar.
NO.
Tengo planes con mi chica.—Claro que irá. Estamos de vacaciones en familia y se acabaron las salidas solo.—Sentencia mi padre.
—Habíamos quedado en que me ayudaría en el huerto.—dice mi abuelo.—.¿Verdad, hijo?—sonrío a mi abuelo que me guiña un ojo sutilmente.
—Sí, abuelo. Así es. Lo siento Mia, otra vez será.—Me hace uno de sus típicos pucheros, esos a los que no puedo negarle casi nada.
Solo casi.
Sonrío.
Me recuerda a Ana. Ella también hace conmigo lo que quiere.Aparco el Volvo de mi abuelo en la puerta de Ana. Ella me espera en el porche. Ando hacia ella rápidamente. Llevo todo el dia queriendo verla. Está guapísima.
Le rodeo la cintura y la atraigo a mí para besarla.
Dulce, cálida...es el cielo. Es mi Ana.—Hola.—susurra jadeante en mis labios.
—Hola.—le respondo igual.
Acaricio su pelo y lo huelo.—¿Qué tal la comida con tu familia?—bufo.
—Larga, estaba deseando verte.—sonríe y roza su nariz con la mía.
—Pues aquí me tienes.—me dice bajito y abre los brazos. Contengo el aire mientras miro su perfecto cuerpo y me pregunto si habrá querido decir lo que creo que ha querido decir.
La testerona de mi cuerpo está a punto de hacerse con el control cuando un carraspeo nos trae al presente.
Un hombre alto y de constitución fuerte y rapado militar nos mira desde el caminito de la entrada.—Hola, Jason.—El tío sonríe.
—Hola pequeña. No sabía que tenías visita.—Me mira de arriba abajo.
—Es un amigo.—No me gusta como suena eso. Pero dadas las circunstancias que tenemos no podemos ser algo más. ¿O si?
—Christian, él es Jason, ya te he hablado de él.—asiento y le tiendo mi mano.—. Jason él es Christian Grey.—me da un fuerte apretón y una clara advertencia. Trago saliva y asiento. Esto es nuevo para mí. Jamás me había involucrado tanto con una chica.—Encantado.—carraspeo.
—Igualmente.—Su expresión seria cambia al mirar a Ana.
—Ya lo tienes todo arreglado, pequeña. Aqui tienes las llaves y las escritura de tu nuevo piso.—Ana sonríe y asiente.
—Gracias, Jason.—le besa la mejilla.
—Estaré en el despacho por si necesitáis algo.—dice mas amable. Me cae bien. Y me queda claro que cuida de ella.
—Nos vemos, Christian.—asiento.
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Mi gran Amor.
FanfictionHistoria contada por Christian. Un amor a primera vista. Una amor puesto a prueba frente a la distancia, la envidia y el odio. ¿Puede superar todas las barreras que le interponga el destino? Diseño de portada: @Luisi_Fer.