Mi gran Amor.

31

Los días pasaban mientras nos poníamos al día en las empresas.
Ana y yo pasábamos todo el tiempo que podíamos juntos y me alegraba el día verla correteando por Grey House.
La fiesta de aniversario sería en breve y los últimos preparativos tenían que ultimarse.
Todo el mundo estaba emocionado, menos nosotros. Solo queríamos la tranquilidad de nuestra casa.
Después de todo lo que habíamos pasado, de pensar que Ana moriría, de saber que mi padre puede estar detrás de todo...
Los chicos no encontraban nada en su contra. Había mandado que lo investigaran, que lo siguieran. Nada.
Estaba completamente limpio. Volcado en el caso de Ana.
Que complicado era todo.
Nosotros solo queríamos estar tranquilos, disfrutar de la vida sin hacer daño a nadie.
Desde que pasó todo esto hasta evitaba las adquisiciones hostiles.
No quería enemigos ni en el trabajo.
Quiero...quiero ser padre.
Irnos a la afueras, estar tranquilos, jugar con nuestros hijos en el prado, barbacoas los domingos, tomarme una cerveza tranquilo mientras restauro una Sportster XL CB Black Denim.
Siempre he querido hacerlo.
En un arrebato de romanticismo llamo a la floristería y encargo un ramo de rosas para mi mujer.
Una caja grande de rosas blancas.
Estupendo.
Mi teléfono suena y es Welch.

Mi conversación con mi jefe de seguridad es corta: no tiene nada nuevo.
Me acerco frustrado el teclado y me dispongo a liquidar correos a diestro y siniestro.

Me froto los ojos cansado.
El atardecer empieza a caer.
Son las seis.
Que tarde.
Andrea deja en mi mesa una taza humeante de café.

—Gracias Andrea. Vete ya a casa.

—Sí, señor.—sonríe amable y sale por la puerta en silencio y rapidez.
Doy un sorbo a la taza humeante y empiezo a recoger mi mesa.
Me llega un mensaje al móvil.

De: Anastasia Grey
Para: Familia Grey
Asunto: Cena.

Vamos a quedar esta noche para cenar. Quiero que veáis algo. No quiero excusas. Nos vemos esta noche en el Space Need a las 20:00.
x

Kate contesta.

Kate: Yo y mi hombre nos apuntamos. ¿Qué estás tramando?

Ana: No soltaré prenda.

Elliot: Venga, adelántanos algo, cuñada.

Mia: Contad conmigo. Yo también tengo algo que deciros. Reserva un comensal más que no voy sola. :X

Respondo rápidamente.

Christian: Yo voy donde mi mujer vaya. Así que contad conmigo. Nena, desembucha o tendré que sacártelo a la fuerza.

Su respuesta no tarda en llegar.

Ana: Me encantará ver como lo intentas, Christian. ;)

Sonrío como un tonto.

Elliot: ¡Venga ya! Buscaos una habitación o hablad por privado ¡Pervertidos!

Mia: ¿No tenéis que dirigir unos imperios? :))

Kate: Vamos, Christian, enséñale quien manda. ;x

Me echo a reír.
Salgo de chat y la llamo.
Lo coge antes que de llamada.

—Hola, cariño.—siento su sonrisa.

—Hola, mi amor. ¿Qué tal tu día?—me dice animada. Se escucha jaleo de fondo.

—Muy bien, con mucho trabajo. Oye, ¿que celebramos esta noche?—vuelvo a escuchar su sonrisa.

—Ya lo verás luego.—me reclino en mi silla. La paciencia no es lo mío.—Te tengo que dejar. Nos vemos luego, mi amor. Te quiero.

—Y yo a ti. Hasta luego, nena.
Cuelgo y me quedo mirando el móvil unos segundos.
¿Qué tramará esa cabecita loca?

Tengo tiempo de un circuito en el gimnasio y tengo un traje aquí para cambiarme luego.
Me iré directamente al Space.
Estupendo.
* * *