Donde el universo decida llevarnos...

Decisión

Espero que termine de leer y pregunto:

—¿Cuál es la cláusula de matrimonio?

El abogado me ve serio y me dice:

—Ahora mismo la leeremos —saca otra hoja de papel membretado y continúa —La señorita Melisa Gonzales, debe contraer matrimonio para poder obtener la custodia de los niños y poder convertirse en la albacea del testamento de la señora Rosalía Gonzales.

—Eso significa que para tener los niños debo... —trago un nudo que siento en mi garganta y respirando termino la frase —¿Casarme?

El abogado simplemente asiente con la cabeza, así que ahora tienen sentido las palabras de Rosalía "Espero que comprendas lo que hice", el abogado me extiende un sobre que tiene mi nombre con la caligrafía de mi hermana, una carta que Rosalía me dejó.

—Tiene que casarse lo antes posible, de lo contrario, cuando la visite la persona asignada por la corte familiar dentro de un mes, puede aducir que no tiene una familia estructurada para los niños y que ha incumplido los deseos de su hermana estipulados en el testamento, así que los niños le serán retirados, se buscará familiares cercanos y si no se logra dar con la persona adecuada para cuidarlos, se llevarán a hogares de acogida... extraoficialmente le aconsejo que haga su matrimonio lo más creíble posible, pues si debemos ir a juicio por la custodia de los niños, un matrimonio falso puede ser más dañino que su soltería... —me explica el abogado antes de despedirme con un apretón de manos.

Me levanto y camino por inercia hasta mi automóvil, no puedo creer lo que Rosalía me obliga a hacer. Nunca, y digo nunca, ni siquiera en el estado en el que estoy, he pensado alguna vez casarme, simplemente no creo en el matrimonio, creo que todos nacemos para erigir nuestro propio destino y en el que yo me he ido forjando no estaba el matrimonio dentro de mis planes.

Me pongo a pensar en los niños que me esperan en casa, en mi hermana pidiéndome perdón por esto, y recuerdo el sobre que aún no he leído y tengo en mi cartera. Lo saco con manos temblorosas, ¡Dios malditas hormonas! ¡Estoy llorando de nuevo! y comienzo a leer:

Querida Melisa:

Si estás leyendo esto, es porque yo ya no estoy con ustedes y mis tesoros siguen siendo niños aún.

También significa, que acabas de conocer lo de la cláusula de matrimonio; antes que nada quiero decir que siento mucho si aún no lo estás, pero déjame explicar antes que me odies.

Sabes que mi sueño siempre fue tener una gran familia, eso fue una decisión que tomé después del accidente que mató a la mitad de nuestra familia, tú al contrario te cerraste al amor de cualquiera que no fuera yo... Así que puedo imaginar lo terriblemente sola que te debes sentir, no quiero que estés así.

Criar hijos no es sencillo, se necesitan dos, no estoy diciendo que no eres suficientemente fuerte o buena para lograrlo, pero no quiero que dejes tus sueños y metas por tu promesa a mí.

Debo confesar, que también lo hice por algo un poco egoísta, mis bebés acaban de perder su familia, conformada por dos padres, ellos se merecen seguir teniendo dos, sé que no será igual, pero al menos tendrán una estructura mejor.

También, sabes que Alondra, la madre de José intentará llevárselos, y es probable que intente sabotear tu proceso de patria potestad con el hecho de tu soltería, libertad y (siento mucho decirlo así) tu terror al compromiso. Así que si estás casada será más sencillo que puedas conservar a mis bebés.

Por favor, busca una persona con quien te sientas cómoda, segura y querida, date la oportunidad de amar y ser amada. Tú más que nadie mereces ser feliz y aunque tú no lo creas, debes saber que tienes tanto amor en tu interior, simplemente debes reconocer la manera de expresarlo.

Por favor, no me falles y no me odies...

Te amo mucho,

Tu orgullosa hermana, Rosalía.

Cuando termino de leerla, las lágrimas de dolor se han convertido en lágrimas de enojo, ¿Cómo pudo ser tan egoísta? Ahora me pregunto si realmente debería cumplir con esa promesa que le hice, o simplemente debería ser la persona que yo decida ser.

Estoy a punto de regresar al despacho del abogado, para decirle que no pienso cumplir esa cláusula, cuando recuerdo a los niños esperando en mi casa, en especial a Luis y la promesa que le hice y decido que nadie podrá separarme de ellos, especialmente Alondra.

Recuerdo como mi hermana lucho por obtener mi custodia, aunque no lo logró siempre estuvo para mí, no puedo deshacer mi promesa...

***

Al llegar a mi casa, Celeste está jugando con Milagro y Gracia, que corre a mis brazos al verme.

Ernesto y Luis están jugando videojuegos en la sala de estar, así que me saludan sin ni siquiera mirarme. Voy a cambiarme y a pensar que haré, no tengo opción, debo encontrar una persona para casarme lo antes posible, sé que si le cuento a Celeste y Ernesto ellos me podrían ayudar a buscar una solución, pero mientras menos personas lo sepan es mejor, además los niños no deben saber el motivo de mi repentino matrimonio, o las cosas podrían pasar a mal.

Así que mientras termino de ducharme, pienso en los hombres que conozco con los cuales podría casarme de mentira y tomando las palabras de Rosalía: "una persona con quien te sientas cómoda, segura y querida, date la oportunidad de amar y ser amada", aunque lo último no creo lograrlo, pero sé que esta tontería será más sencilla con quien me sienta especialmente cómoda, pues tendremos que hacer lo que nunca me ha gustado, darnos muestras públicas de afecto y debemos hacerlo lo más creíble posible... después de pensarlo intensamente solamente una persona se me viene a la mente, Ernesto, sé qué pensarán que soy una abusiva por simplemente pensarlo, pero la verdad no puedo encontrar a nadie mejor, sé que no me pedirá nada a cambio y después que pase un tiempo podremos divorciarnos y quedar como amigos.

De esta manera tomo la decisión de pedirle a Ernesto que se case conmigo, para poder cumplir con mis promesas hechas.

¡Dios! ¿En qué momento me convertí en una persona con esta vida tan complicada? Solamente espero que Ernesto, después de saber que estoy embarazada, quiera casarse conmigo, sino mis niños y yo estaremos perdidos.

Bien querid@s lector@as, hasta aquí este capítulo, déjenme saber que les ha parecido en los comentarios y recuerden regalarme una ESTRELLA...

Gracias por leerme,

Besitos...