Mejoría

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(Ernesto)

Han pasado varias semanas desde el rescate de Melisa y los niños, además de que Alfredo me hirió de bala antes que la policía hiciera lo mismo con él.

He estado mejorando al principio poco a poco, pero con el amor de Melisa, mis hijos y mamá ahora estoy listo para que me den de alta.

  —Hola Cariño — dice Melisa entrando en mi habitación, y besando mi boca dice   — todo está listo para vayamos a casa.

  — Estoy tan feliz de regresar a casa con mis amores — le digo besándola de nuevo.

Mi madre entra con Guillermo en brazos y con mis niños rodeándola, mi madre está ojerosa y sé que se esfuerza por sonreír, aunque está preocupada y su alma está rota.

Hace una semana despues de estar en como despertó Alfredo, no puede hablar y no tiene movilidad desde la altura del pecho, la bala hizo mucho daño a su paso hasta que se alojó en su columna dorsal.

Los médicos esperan que dentro de unas semanas logre salir del hospital y será transferido a una cárcel de baja seguridad, donde pasará al menos 30 años de su vida por sus crímenes. Mi madre ha sufrido mucho por eso, además por saber de lo que ha sido capaz, Melisa la ha estado apoyando y no la ha dejado sola en ningún momento, ¡Cuánto amo a mi esposa por ser siempre así!

  — Hola chicos, hola mamá — digo cuando se acercan a mí — estaré listo para irnos en un rato.

Mamá me besa muchas veces en la cara con lágrimas en los ojos y me dice —Hijo no sé que hubiera pasado conmigo si tú nos hubieras faltado...

  — Tranquila mamá, estoy bien —le digo para tranquilizarla, sé que no puedo decirle que todo está bien, pues su otro hijo está en condiciones complicadas por sus malas de decisiones.


***

Dos horas después estamos en casa, ¡Como he extrañado nuestro hogar! Max y David me ayudan a subir a nuestra habitación, al recostarme las almohadas huelen a ella, a mi amada Melisa.

Cuando por fin estamos solos, los niños han estado conmigo toda la tarde, las niñas están dormidas mientras Luis y yo jugamos Mario Kart, Melisa entrá y se lleva a las niñas para acostarlas en sus respectivas habitaciones, veo que la herida del brazo ya no le molesta, eso me hace sentir tranquilo.

Finalmente Luis se ha ido a su habitación estamos solamente Melisa y yo, ella se sube a la cama a mi lado y recuesta su cabeza delicadamente sobre mi pecho.

  —Por fin estás en casa — me dice besando mi pecho —tuve tanto miedo de perderte... cada vez que voy a un hospital pierdo a alguien que amo...

Levanto su cara y la beso en la boca tiernamente, sé que me ama aunque la vi en el hospital como su amigo doctorcillo David la abrazaba mientras yo estaba atado a la cama, no me malentiendan no estoy celoso, al contrario en ese momento estaba feliz de que ella lo tuviera si yo no lo lograba.

Pero eso me hizo volver a pensar que tal vez yo no soy el indicado para hacerla feliz, dentro de dos meses termina nuestro acuerdo de dos años de matrimonio, debo hablar con ella para saber si quiere continuar nuestra relación, ahora que estuve a punto de morir sé que ella quiere hacerme sentir bien y amado.

  —Te amo mucho —le digo besándola nuevamente —siento mucho haberte preocupado.

  —No seas tontín, tú estás herido por salvarme a mí y a nuestros niños —dice con los ojos brillantes por las lágrimas.

—¡Ey! Estoy bien —le digo tocando su mejilla —caminaría en un campo minado por llegar a ti...

Ella me da una mirada de asombro y me vuelve a besar está vez con mayor fuerza, siento que necesito su cercanía, sé que no podemos tener sexo porque aun tengo que guardar reposo, pero necesito al menos sentir su piel.

Ella se tensa y se separa un poco de mí cuando comienzo a quitarle la camisa.

  —Tranquila cariño, sólo quiero sentir tu piel con mi piel —le digo sosteniendola por la cintura —me portaré como un niño convaleciente bueno... lo prometo...

Ella se aparta un poco de mí y me mira con temor en sus ojos...

  —¡Qué pasa cariño? —le pregunto.

—Todavía tengo algunas evidencias de mi estadía en la cripta... —dice bajando la mirada.

—No me importa cariño, es la evidencia tu fortaleza y tu entereza para salir de los problemas —le digo besando su vientre sobre la ropa, pero recordando que debo de dejar de presionarla a hacer cosas que ella no quiera le digo —tranquila cariño, si no te sientes cómoda con esto yo lo comprendo, solamente ven a dormir abrazada a mí... si así lo quieres...

Ella me mira y blanquea los ojos, hacía mucho tiempo que no la veía hacer ese acto inmaduro,  comienzo a reirme a carcajadas al verla, pero el dolor me hace parar de reir.

Ella se apresura a mi lado, pero esta vez está vistiendo solamente bragas, cuando la tengo abrazada le veo que a pesar de las semanas que han pasado todavía tiene varios moretones y algunas marcas de los latigazos que el desgraciado de mi hermano le propinó, siento la rabia hervir dentro de mí, si Alfredo no tuviera que comer por un tubo el resto de su vida, seguramente lo irá a golpearlo hasta hacerlo que lo necesitara.

  —El médico dijo que no me quedará cicatrices visibles, dentro de un mes solamente tendré una pequeña cicatriz en el brazo por la bala —me dice mientras yo toco cuidadosamente su cuerpo y como recordando algo me dice —mañana iré al hospital a ver a Ania, la nieta de "Machete", la operan a las dos de la tarde...

Cuando desperté después de la operación Melisa me explicó la situación de "Machete" y como había protegido a los niños al quedarse con ellos cuando Alfredo se la llevó a ella, después supe que él se había entregado a la policía con mis dos niños en brazos e ilesos.

A pesar que mi Melisa no presentó cargos contra él y los atenuantes le dictaron una condena de 2 años de cárcel por ser cómplice de secuestro, mi amada Melisa y yo lo iremos a visitar cuando pueda moverme mejor, quiero agradecerle por cuidar de mis hijos y de ella.


***

Anoche dormí mucho mejor que en mucho tiempo con Melisa abrazada a mí, el sentirla así junto a mí me hace sentir completo, a pesar de sentirme egoista por tenerla para mí, atesoro todos los momentos que paso con ella.

Melisa se fue temprano a trabajar y a dejar los niños a la escuela, Guillermo y Milagro quedaron con Carmen, Doña Bessy me trajo el desayuno después de ayudarme a sentarme en el baño para poder bañarme.

Cuando he terminado ella toca la puerta y la veo asomarse después de responder para que pase.

  —Señor Ernesto, lo busca el Abogado Stark —me dice esperando mi respuesta.

—¡Oh! Que pase, gracias — le digo extrañado, ya hemos terminado el proceso de adopción de los niños, así que no estoy seguro que podrá necesitar de mí.

 Después de entrar y sentarse en una silla que doña Bessy ha instalado junto a la cabecera de la cama donde estoy convaleciente saca un sobre de su maletín.

  —Hola Ernesto, me alegro de verlo mejorando —dice mirándome y continúa —ha de preguntarse que hago aquí, como su matrimonio con la señora Melisa tiene más de trece meses, tengo una carta que entregarle.

—¿Una carta? —le pregunto extrañado —¿De quién?

  —De la señora Rosalía —me dice entregándome una carta que dice con la caligrafía de Rosalía "Para Ernesto, el esposo de mi hermana".



Bien, mis queridos (as) lectores (as) hasta aquí este capítulo.

¿Qué creen que le dejó escrito en la carta a Ernesto?

Recuerden dejarme sus COMENTARIOS y regalarme una ESTRELLA votando.

Gracias por leerme,

Besitos,

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