(Melisa)
Ha pasado un mes desde que recibimos las cartas de Rosalía, Ernesto ha mejorado mucho y podría decirse que las cosas están terminando de caer en su lugar.
Yo me siento segura y amada, especialmente después de la confesión mutua que nos hicimos.
Hoy Alondra se llevará los niños, pues después de platicar con ellos, todos coincidimos en darle una última, hablé claramente con ella de los límites y que esta sería la única oportunidad que tenía. Y durante este mes se ha ganado su espacio en la vida de mis hijos, incluido Guillermo, a quien ella también trata como nieto.
Así que Ernesto y yo tenemos la casa sola, pues con los acontecimientos que pasaron no pudimos celebrar el cumpleaños de Ernesto; así que el fin de semana tendremos una reunión familiar para celebrarlo. Pero yo tengo una idea previa para celebrarlo sólos, y hoy es la noche.
Además de su cumpleaños, quiero festejar que ese día hace un año, por primera vez nos demostramos nuestro amor físicamente, tal vez no tan sobrios, pero al apagar nuestras mentes, nuestros cuerpos lo dijeron todo.
Así que he preparado una hermosa velada, espero que sea lo suficientemente romántica. Les di la noche y la mañana de mañana libre a todos los que nos ayudan en casa, así estaremos sólos. Quiero que tengamos las mejor velada, así que desde temprano comencé a preparar la comida favorita de mi esposo, Lasagna, ensalada, pan de ajo casero y mousse de chocolate; es divertido que siempre he odiado y evitado a toda costa cocinar, pero ahora que es para él y para mí me siento segura de cocinar lo que quiera, porque sé que al hacerlo con esmero y amor el resultado será bien recibido por él.
Ernesto está en el despacho y no sabe nada de mis planes, ha comenzado a trabajar desde casa hace una semana, a pesar que todos le hemos dicho que debe descansar, dice que se aburre y necesita saber que todo está en orden en la empresa, así que desde la una de la tarde comienza a trabajar todos los días y sale hasta la hora de la cena. Por eso tengo tiempo para arreglar todo de la mejor manera posible, puse velas en la mesa arreglada con flores y como el médico nos dio luz verde para tener sexo, también he preparado la habitación para después de la cena.
Falta media hora para Ernesto salga de trabajar, así que me apresuro para poder arreglarme como lo amerita la ocasión. Así que pongo el temporizador en el horno nuevamente y corro para subir a nuestra habitación con tan mala pata, que antes de lograr llegar a las gradas me doy un doblón fortísimo en el tobillo de derecho y caigo de manera estrepitosa en el suelo, sin poder evitar dar un grito por el susto y después por el dolor que siento en mi pobre trasero y tobillo que han sufrido la peor parte.
Escucho la voz de Ernesto antes de verlo corriendo a mi encuentro, maldigo internamente mi mala suerte, ahora la sorpresa estará arruinada. Y debo decir muy a mi pesar que comienzo a llorar como una Magdalena por la frustración que siento.
Ernesto se agacha a mi lado y me mira con ojos de preocupación, me toma de los hombros y con la voz muy tensa me dice:
— Cariño, ¿Te encuentras bien?
— ¡No! — le respondo llorando muy fuertemente.
— ¡Dios! ¿Debemos ir al hospital? — me pregunta y comenzando a tocar mis piernas me pregunta — ¿Dónde te duele más?
— El tobillo y el trasero — le respondo, aunque lo que más me duele es mi orgullo por ser tan patosa, así que tranquilizándome un poco le digo — No necesitamos el hospital...
—Cariño tú nunca lloras, a menos que algo te duela mucho... — me dice secando con sus dedos mis lágrimas.
— No lloro por el golpe... — le digo mordiéndome el labio inferior viendo alrededor, donde se ven mis arreglos.
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Donde el universo decida llevarnos...
عاطفيةMelisa es una chica que no cree en el amor, rehuye de los compromisos y definitivamente jamás piensa casarse o tener hijos, un giro inesperado de la vida le orilla a tomar decisiones que traerán consecuencias que deberá asumir. La vida no es nunca...