Ha pasado un mes desde la boda, la rutina se ha asentado en nuestra casa, la única diferencia es que contratamos una nueva niñera Carmen, aunque Laura no quería, la verdad necesito saber que mis niños estarán en casa cuando regrese, yo que nunca he sido una persona hogareña, ahora salgo directamente de mi trabajo a casa, Ernesto también llega temprano y cenamos todos juntos, los fines de semana hemos tenido visitas de la trabajadora social, igualmente los domingos los pasamos con la familia de Ernesto.
Hoy estamos en el juzgado esperando el primer veredicto de la custodia de mis niños, la trabajadora social nos dijo el sábado que todo estaba correcto, pero que el juez definirá los términos de la custodia.
Cuando escucho al policía decir: "Todos de pie, preside el juez Mason", siento la sangre congelarse en mis venas, veo a Alondra sentada junto a su abogado en la mesa contigua a la nuestra, Ernesto toma mi mano y la besa suavemente, y Richard nuestro abogado me da una mirada serena.
-En el caso de la custodia de los niños Rodríguez Gonzales, he revisado el informe de la señorita Álvarez, así como la solicitud de custodia emitida por el abogado de los señores Mayorca, también la del abogado de la Señora Alondra de Rodríguez y toda la documentación brindada sobre los deseos de los padres de los niños -dice el juez mientras levantan la mirada, nos observa todos, sin fijarse especialmente en alguno y continúa -en vista de las pruebas establecidas y brindadas a esta corte, he decidido lo siguiente...
Siento náuseas y siento como Ernesto me toma de la mano más firmemente y me soba suavemente el dorso de la mano con sus dedos, sostengo el aliento mientras escucho:
-Les brindo la custodia temporal a los señores Mayorca, siendo visitados por la Señorita Álvarez mensualmente, dentro de un año nos veremos nuevamente en una audiencia para revisar el caso y tomaré mi decisión de la custodia permanente -siento lágrimas de felicidad caer por mis mejillas, pero escucho todo lo que tiene que decir -asimismo, le brindo permiso de visitas a la Señora Alondra de Rodríguez, dos veces al mes, éstas deberán ser coordinadas con la señorita Álvarez, espero que todo esto sea en bien de los niños en cuestión y que los presentes acaten todas medidas dictadas en esta audiencia ¿Alguna consulta al respecto? -Al ver nuestra negativa, toma su mazo y dice -bien se suspende la sesión hasta nuevo aviso.
Todos nos ponemos en pie y sale de la sala, le doy una mirada a nuestro abogado, y Ernesto me abraza desde atrás, siento algo de paz al sentir mi espalda sostenida por su pecho.
-Bien, todos sabíamos que esta audiencia no iba a ser definitiva, hablaremos con la señorita Álvarez sobre los días de visita de la señora Alondra, no pide que sean supervisadas, pero podemos pedirlo si los niños lo quieren -y mirando mi cara de desagrado me dice -tranquila, todo saldrá bien, solamente les recomiendo que su matrimonio siga tan bien como hasta ahora, cualquier problema será usado por Alondra en nuestra contra.
Ambos asentimos y salimos de la sala, donde nuestros niños nos están esperando con Laura y Carmen, Gracia corre a mis brazos, la levanto aunque Ernesto se apresura a quitármela de los brazos, yo se la doy ganosamente, pues aunque no pareciera el tiempo, tengo una pequeña pancita incipiente de cuatro meses, la cual me dificulta un poco cargar a mis niñas.
Alondra sale tras nosotros y saluda a mis niños, Gracia se abraza a Ernesto, mientras Luis se abraza a mi cintura, definitivamente no quieren irse con ella.
-Bueno niños, ¿No piensan saludar a su abuela? -cuando no obtiene respuesta de ellos dice -¿Eso es lo que les enseñan en esa casa?
Siento la sangre hervir dentro de mí ser, antes de decir:
-Se les enseña que son libres de amar y saludar a quien ellos decidan...
-¿Qué podía esperar de ellos siendo criados por una mujer como tú? -dice Alondra mirándome con desdén.
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Donde el universo decida llevarnos...
عاطفيةMelisa es una chica que no cree en el amor, rehuye de los compromisos y definitivamente jamás piensa casarse o tener hijos, un giro inesperado de la vida le orilla a tomar decisiones que traerán consecuencias que deberá asumir. La vida no es nunca...