Parte 4

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-y dime ¿Dónde estudias?- nos encontrábamos en una especie de biblioteca que estaba en el segundo piso, el lugar estaba casi silencioso a excepción por la música amortiguada que se escuchaba a fuera, pero mis oídos lo agradecían.

-en la academia para señoritas-le respondí mientras tomaba otro trago de agua.

-una academia, Woow que elegante-está riendo.

-amm, supongo-la verdad no sabía que decir, se produjo un silencio incomodo.

De pronto el acerco sus labios a los míos y yo me aleje.

-creo que mejor me voy-estaba avergonzada demasiado, ya me quería ir a mi casa no la estaba pasando nada bien.

-yo...-no alcanzo a decir nada mas cuando la puerta se abrió de golpe y una pareja entro besándose sin percatarse de que estábamos ahí, aproveche que maty estaba mirando para escabullirme por detrás y salir de la habitación, por suerte el no me siguió.

Quería ir a un baño pero no tenía idea de donde había uno o si siquiera habría uno en el segundo piso comencé a abrir las puertas pero solo me encontraba con habitaciones vacías, en la tercera puerta me quede de piedra.

Katley, la amiga de Emmica se encontraba en la cama, completamente desnuda y un chico que claramente no era Adam estaba encima, ella tenía los ojos cerrados y se le escapaban gemidos y su pechos subían y bajaban, rápidamente cerré la puerta. Quería vomitar, mierda iba a vomitar.

Cuando iba bajando las escaleras Adam venia subiendo, mierda si la encontraba así...yo...

-¡hey ¡-le dije demasiado rápido, la música abajo se escuchaba a toda volumen, el me miro extrañado. De seguro pensó que estaba ebria o mínimo drogada.

-¿has visto a katley?-su voz era sin ánimo alguno, ¿katley?, mierda sí que la había visto.

-ammm ¿katley?

-sabes quién es, ¿la has visto?-piensa piensa... que haría Alison en esta situación, al parecer pensé mucho ya que el solo paso por delante mío y siguió subiendo las escaleras.

-¡oye, espera ¡-lo seguí pero el ya tenía la mano en la manija de la puerta en la que estaba katley, se dio la vuelta.

-¿Qué?

-yo... no abras la puerta-dije sin más- solo no la abras.

-claro-dio vuelta los ojos y abrió la puerta.

Fui detrás de él y bueno ellos seguían en lo suyo, el cerro.

Cuando se dio la vuelta choca conmigo estaba justo a sus espaldas y casi me tiro al suelo. Sus manos ahora estaban en mis brazos.

-perdón... yo te dije que no la abrieras y...

-yo no he visto nada y tu tampoco-su voz era cortante y mandona.

-pero...

- no se lo digas a nadie.

-bueno pero...

-¿Qué?-sus ojos marrón se veían casi negros, podía notar que estaba furioso.

-¿estás bien?-me sentía estúpida por preguntar eso.

-¿te quieres ir de este lugar?-eso me pillo desprevenida- la verdad ni me gusta venir a este tipo de fiestas- claro a quien le gusta ir a una fiesta en la cual tu novia te pone el cuerno-siempre hay muchos adolecentes ebrios.

-sí, vámonos-dije guardándome para mí eso.

-le mandare un texto a Emmica para que sepa que nos fuimos.

perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora