pov adam

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Luego de dejar a Isabela en la puerta de su casa me fui directo al café, ya le daría sus cosas a Emmica otro día, todavía seguía pensando en esos carnosos labios rojos cuando entre.

-señor Adam-dice Rita, la encargada del local mientras yo no estoy, este café fue mi esfuerzo de mucho tiempo y me costó mucho sacarlo a flote pero aquí esta y me da para vivir bien y algo más.

-Rita-la salude con una sonrisa, la mujer tenía unos cincuenta años pero definitivamente era la única persona que dejaría a cargo de este lugar-¿Cómo ha estado el día?

-han venido unas cuantas personas, pero seguro en la tarde se arregla

-estaré arriba cualquier cosa.

-por supuesto.

Mi departamento quedaba justo arriba del local lo que me facilitaba mucho las cosas, subí y justo antes de sacar la llave para entrar mi móvil comenzó a sonar.

Mire la pantalla y me desilusione cuando vi que solo era katley.

-katley-dije cortante mientras abría la puerta.

-conejito, te echo de menos puedo ir a verte-su voz me decía una sola cosa. Sexo, recordé esos carnosos labios y la forma de su cintura, Isabela. Mi polla se puso medio dura.

-si

-bueno conejito, nos vemos-colgué.

La primera vez que supe que ella me estaba engañando fue cuando estábamos en una relación, era mi novia y bueno tenía mis sentimientos por ella, era una mujer preciosa y agradable los primeros tres meses, pero luego me entere de todo y decidí terminar, cortar nuestra relación.

Se intento suicidar y estuvo en el hospital por unas cuantas semanas, me dijo que si la dejaba se mataría nunca se lo dije a nadie, aunque todos saben que terminamos ella finge que aun estamos juntos y yo hago como que no se que se acuesta con otros, aunque nuestra relación solo es sexo.

Me senté en la cama y saque mi móvil, pensé en llamar a Isabela pero tal vez sea demasiado luego, la chica era linda y me gustaría conocerla, no quiero nada serio con nadie solo quiero conocerla y volver a sentir esos labios y tocar su cintura... mierda quería follármela.

Katley apenas entro por la puerta y se abalanzo sobre mí, enrosco sus piernas en mí y yo la tome para llevarla a la cama, comencé a besarla, pero mientras la besaba imaginaba que la que emitía esos gemidos no era ella, si no Isabela.

-cariño... estas muy ansioso hoy-dijo en un ronroneo.

-solo no hables-le dije cortante, le saque el pequeño vestido morado que traía puesto y descubrí que no traía puesto el corpiño, comencé a masajearle los pechos y sus gemidos me ponían cada vez más, no tarde en sacar un preservativo del cajón y cuando vio que me lo estaba poniendo sonrió.

-cariño sabes que estoy tomando pastillas desde hace dos meses, no entiendo porque siempre insistes en ponerte el condón-no quiero ni una enfermedad de trasmisión sexual.

La ignore y desgarre su pequeña tanga, sin pensarlo más la penetre, una y otra vez, hasta que sus gemidos fueron casi gritos y nuestros cuerpos se pusieron sudorosos.

Unas horas más tarde katley se estaba vistiendo y me sonreís satisfechas.

-eso estuvo muy bueno, Adam

-katley, lo que paso hoy y lo que ha estado pasando no se volverá a repetir-vi como su cara se desfiguro.

-¿de qué estás hablando?

Desde hace un tiempo había estado pensando en dejarla, y ahora tenía una razón para hacerlo.

-se que te acuestas con otros-ella abrió los ojos como platos- yo no quiero seguir lo que tenemos, ya me arte.

-pero conejito... yo te quiero a ti, los otros... yo no siento nada por ellos-dijo y se puso a llorar-no me dejes Adam... yo te quiero

-no, tu no me quieres solo soy tu capricho, no me importa el que estos con otros hombres, yo no siento nada por ti...

-¡mientes!-se seco las lagrimas y me miro furiosa-¡tú también me quieres!

-katley, esto se acabo.

-¡esto se va a acabar cuando yo lo diga, no tu!-sus gritos eran cada vez más fuertes y ella estaba cada vez mas cabreada.

-¡katley, te estás escuchando!-subí mi tono de voz pero ella no se aminoro-¡yo no soy de tu propiedad!

-¡tú eres mío, solo mío!-grito y luego cerró los ojos, cuando los abrió bajo la voz-y yo soy tuya.

-esto se termino, katley vete a tu casa.

-pero...

-vete, por favor tengo cosas que hacer-ella me quedo viendo un momento y luego tomo su bolso y se fue, tal vez fui un poco duro con ella pero esta relación enferma tenía que acabar quiero conocer mejor a otras chicas y katley es un problema.

-solo espero que no haga nada estúpido-susurre. 

perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora