perdición

parte 19

Mire atentamente como Adam y katley entraron a la casa. La noche fue pasando con Adam ignorándome completamente como si todo lo sucedido hace unas horas jamás sucedió y yo bebiendo de todos los tipos de tragos.
Me encontraba en el sillón junto a un grupo de chicos ebrios y sonrientes, Emmica y marco se habían ido a la pieza luego de que su erótico baile terminara en beso. Y Seth había tenido que llevarse a marcee a su cuarto ya que no dejaba de bailar arriba de la mesa, por lo que tenía entendido esa chica tenía un serio problema por bailar arriba de las mesas.  Me habían dejado sola. Los chicos comenzaron a repartirse unas especies de laminitas con caricaturas estampadas y cuando el chico rubio que estaba a mi lado me dio una la tome sin imaginarme lo que era.
-¿Qué se supone que debo hacer con esto?-pregunte curiosa ya que no creo que sea para pegarla en las paredes, vi como el chico le saco un plástico trasparente y se llevo la estampilla a la boca. Arrugue la frente.
-tu solo has lo mismo, no pasa nada solo son dulces- su sonrisa me inspiro confianza y le hice caso pero al tener la lamina en mi boca dude completamente de que fuera una especie de dulce ya que mi lengua pico condenadamente. No quería parecer una idiota así que aguante y sentí como algo amargo se expandía por mi boca era una sensación extraña como de pequeñas explosiones.
-¿Qué dulce tan raro es este?-saque el papelito de mi lengua ya que todos hacían lo mismo.
-son unos buenos dulces confía en mí- hablo el chico sonriéndome y yo lo deje pasar. Mi lengua aun picaba pero ya no tanto como antes.
-¿quieres ir afuera?- hablo el chico que había estado a mi lado los últimos cuarenta minutos  hablándome muy de cerca, su aliento tenía un fuerte olor a alcohol pero no me importaba, después de cuatro vasos de cerveza y dos de algo llamado vodka naranja ya nada importaba,  ¿Qué Adam se estaba besando con katley? Baaaah la chica es una modelo está bien eso… se deben divertir… una sonrisa se formo en mis labios adormecidos por ese pensamiento.
Al girarme para ver a Carlos todo se movió a mí alrededor.
-si… un poco de aiggree meee esta per- dije con la lengua más pesada de lo que pensé ya no picaba nada, al ponerme de pie Adam me miro y no sé de donde salió mi coraje que le sonreí abiertamente y lo salude con la mano mientras me tambaleaba al lado de theo… ¿o era Carlos?    Adam tuvo la intención de pararse e ir donde mi, se veía molesto pero katley lo sostuvo de la mano y lo miro como si le estuviera advirtiendo de algo. Este tomo asiento derrotado.
Con una sonrisa coqueta comencé a sacarme la chaqueta azul sin mirar a Adam pero podía sentir como su mirada me estaba quemando. Al abrir mi chaqueta me di la vuelta para mirarlo. Su reacción fue memorable y la de el chico a mi lado igual.
No seguí mirando ya que theo o Carlos  me tiro para afuera y la fría brisa me envolvió, la noche estaba estrellada… habían tantas estrellas que me daban ganas de tocarlas. Mis piernas estaban adormecidas junto con todo mi cuerpo así que tomamos asiento en el pasto alejados de la cabaña.
Vi como theocarlos saco una especie de pipa y un encendedor… él iba a fumar marihuana.
-¿Qué haces?-pregunte casi asustada… eso era una droga y yo no estaba familiarizada con eso. Theo me miro sonriendo.
-tengo entendido que hoy es tu primer día de bebida…  ya probaste el LSD Y podrías inaugurarlo con un poco de hierba de la felicidad también -su mirada se veía coqueta y me estaba sonriendo mientras extendía la pipa hacia mí.
-¿LSD?-pregunte con los ojos muy abiertos- ¡ME ESTAS DICIENDO QUE TOME LSD!-todo rastro de ebriedad había desaparecido por eso, el me había drogado y yo lo permití.
-no es para tanto solo te hará ver cosas divertidas…  ya deberías comenzar a sentir los efectos…
Toda protesta quedo en mis labios al darme cuenta de que su cara comenzaba a moverse de manera extraña… de pronto sentí que fui tragada por una fuerza sobrenatural y el chico ya no estaba a mi lado… solo estaba rodeada de brillantes estrellas que danzaban a mi alrededor.
Sentía que estaba viajando por el universo  podía ver como las estrellas me sonreían mientras miles de colores las rodeaban… era algo maravilloso de ver de pronto el chico vuelve a mi campo de visión y no comprendo bien que está haciendo  hasta que su lengua esta jugueteando con la mía. El se encontraba arriba mío y me estaba besando mientras frotaba su erección con mi vientre. Trate de quitarlo de encima mío pero él no se salió.
-suéltame no quiero…-forcejee pero me tomo fuerte de las manos haciéndome gritar pero este fue amortiguado por su beso.  Trataba de sacarlo de encima de mí y odiaba como las estrellas solo se estaban riendo a carcajadas de mi desgracia.
Algo a mi derecha me hizo mirar asustada y mi corazón comenzó a acelerarse, deje de forcejear y todo mi cuerpo se petrifico. Se veía completamente delgada y estaba tan pálida que daba miedo… pero sus ojos… esos ojos no los olvidaba. Sofía me miraba con furia.
-Sofía… -susurre dejando ir mi aliento, el chico se separo de mi mirándome extrañado.
-¿Por qué me dejaste?- susurro Sofía mirándome ahora con lágrimas en sus ojos… los recuerdos  que me habían estado atormentando por casi tres años vinieron a mi mente como fuertes golpes… fue completamente sacada de mi cuerpo y volví a mi yo de catorce años.
Flash back
-¡siempre le creen todo a la estúpida de Alison!-le grite a mis padres entre llantos, estaba furiosa… Alison había hecho añicos el jarrón que nos había regalado la abuela y me había echado la culpa a mí, mis padres me habían gritado tan feo que pensé que me golpearían…
Estaba furiosa y quería golpear algo, me di media vuelta y abrí la puerta de la casa mientras escuchaba los gritos furiosos de mi padre a mis espaldas, el nunca me había gritado y eso rompía mi corazón. Azote tan fuerte la puerta al cerrarla que vi como una de las ventabas se hacía añicos no me importo, seguí mi camino enfadada, de pronto sofí me tomo del brazo, había olvidado que ella había venido a nuestra pijamada y que había visto toda la pelea. Era de noche y estaba todo oscuro.
-¡isa para… no puedes salir a esta hora es muy tarde!-me regaño pero no me importo estaba muy furiosa como para volver a la casa… mi orgullo no me lo permitía.
-si tu quieres quedarte perfecto… quédate yo me iré-mi voz sonó extraña.
-eres mi mejor amiga estúpida y si crees que te dejare sola puedes irte a la mierda-sofí ahora me miraba con el seño fruncido.
-¡pues es justo a la mierda que me quiero ir en este momento!-le grite de vuelta y ambas comenzamos a reírnos luego de un  largo silencio- mierda sofí se supone que estoy furiosa no puedes hacerme reír-dije entre risitas controladas.
Comenzamos a caminar en silencio por casi diez minutos, ya estábamos a unas tres cuadra y media de mi casa me sorprendía que mis padres no vinieran tras nosotras teniendo en cuenta que eran la una de la mañana y todo estaba oscuro.
Una camioneta que venía de frente a nosotras nos cegó por su fuerte luz y de pronto escuchamos un fuerte frenazo y una puerta abrirse. Todo paso muy rápido, un hombre bajo de su furgoneta a nuestras espaldas y antes de que pudiéramos hacer nada un paño con un fuerte olor tapo mis vías respiratorias, trate de gritar mientras escuchaba los gritos ahogados de mi amiga a mi lado… quise gritarle a mis padres para que vinieran en mi ayuda pero  no podía, porque sentía como todo en mi se comenzaba a apagar… hasta que todo se volvió oscuro.
Al despertar un fuerte dolor detrás de mis ojos me hizo soltar un chillido, no sabía donde rayos estaba pero al ver a Sofía tirada en el suelo a unos metros de mi me desespere… nos habían secuestrado. Trate de correr hasta donde el cuerpo inmóvil de mi amiga pero una cadena en mi pie no me lo permitió.
-¡AYUDA!-grite fuerte pero solo sirvió para que mi grito revotara en las paredes de metal de este lugar. No sabía cuánto llevaba inconsciente ya que este lugar no tenía ventanas… solo estaba iluminada por unos faros pegados a la pared.- sofí… ¡Sofía!-grite pero mi amiga no despertó… ni siquiera sabía si estaba respirando.
La puerta se abrió de golpe y vi a un hombre alto entrar… el me miro con furia y no alcance a decir una palabra cuando su mano se estrello con mi mejilla de forma feroz. El sabor metálico de la sangre no tardo en llenar mi boca. 
-¡cállate si no quieres que mate a tu amiga!-ladro y yo me fui a un rincón llevando mis temblorosas piernas a mi pecho.
Fin flash back