parte 22

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-yo solo quiero un vaso de agua gracias-nos encontrábamos en el café de Adam. No era exactamente como lo imaginaba… pero ciertamente era mejor. Había cómodos sillones por todas partes y muchos libros en un gran estante. Una mujer mayor atendía la caja y otra chica estaba repartiendo los pedidos.
-¿estás segura de que no quieres nada mas?-luego de que Salí de la academia Adam estaba justo en la entrada. Le dije a mis padres que tenía que terminar unas tareas con una de las chicas y que llegaría un poco más tarde a la casa.  No cedieron enseguida pero al final lo aceptaron.
-¿de qué quieres hablar Adam?-el dio un gran suspiro y luego le hizo un gesto a la señora para decirle que no queríamos nada.
-¿podemos subir a hablar esto a mi departamento?-el miro a las personas que nos rodeaban- es mas privado arriba-lo dude un poco recordando la última vez que estuve en su apartamento.
-está bien-el me guio por unas escaleras que daban a entrada de su departamento. El lugar seguía como lo recordaba, ordenado y silencioso. La luz se filtraba por las ventanas haciendo que el lugar estuviera bien iluminado.  Me senté en el sillón y Adam hizo lo mismo.
-primero quiero pedirte perdón-asentí esperando que prosiguiera, eso ya lo había dicho y aunque su mirada me indicaba que estaba realmente arrepentido seguía siendo un gran idiota- y segundo quiero que sepas que de verdad me importas, no fuiste solo un tonteo de una noche como tú lo dijiste isa fue tan real para mí como lo fue para ti. Lo que sucedió con katley no volverá a suceder o eso espero realmente, le deje muy claro que ella ya no me interesaba.  Ella me obligo a ir con ella a esa fiesta…
-no te veías muy obligado…
-ella me dijo que si no volvíamos le diría a tus padres que estábamos juntos y iría a tu academia, también dijo que llamaría a la policía para denunciarme por abuso sexual-mis ojos se abrieron-realmente esa parte no me importaba solo no quería que tu tuvieras problemas por culpa mía.  Por favor no me alejes… siento mucho lo que sucedió esa noche-sus ojos se fueron a mis brazos desnudos y a las feas marcas que tenía en cada uno. Sentí como todo en él se tenso- realmente quiero matar a theo…
-pues ya somos dos-dije encogiéndome de hombros.
-tuve que saberlo ese idiota ya tenía historias parecido a lo sucedido…
-¿el drogo antes a una chica?
-eran rumores que nunca se confirmaron pero luego de lo que paso será mejor que no se me cruce por delante porque no me molestaría romperle algún otro hueso.
-es un gran idiota de mierda-mi seño estaba fruncido. Y los labios de Adam se curvaron en una sonrisa.
-¿Qué?
-nada…
-¿Por qué ahora te estás riendo de mi, idiota?- trato de controlar su sonrisa pero no fue el suficiente esfuerzo.
-lo siento isa es solo que te vez realmente linda diciendo malas palabras
-si te sigues riendo de mi me veré realmente hermosa-no pude evitar la sonrisa que se me escapo.
-¿me perdonas?-la sonrisa había desaparecido y yo deje salir el aire de mis pulmones y apoye mi cabeza en el respaldo de forma que quedaba mirando el techo. Quería perdonarlo… pero no estaba segura de hacerlo. 
-te perdono pero sigues siendo un gran pedazo de idiota-lo mire y el tomo mis manos para besar mis dedos- no tendrás una tercera oportunidad Adam.
-no será necesario una tercera oportunidad, cariño.
Acorto la distancia entre nosotros y nuestros labios se unieron, lo aleje. Su respiración estaba algo agitada igual que la mía, luego mi mirada callo en sus labios y decidí mandar todo a la mierda. Estrelle mis labios de manera salvaje, lo había extrañado más de lo que estaba dispuesta a admitir.
Adam me tomo de las caderas enterrando sus dedos en mi piel, no lo dude y sin separar nuestras bocas me senté a horcajadas sobre él. Nuestros besos comenzaron a hacerse cada vez más desesperados y hambrientos. Podía sentir como su gran erección presionaba contra sus pantalones reclamando ser liberada. Adam pasaba sus manos por mi espalda pero yo quería sentir el rose de su piel así que separándonos un momento me deshice de mi camiseta. Me sentía desesperada y demasiado acelerada. Pero quería esto.
Adam se tomo un momento para apreciar mis pechos y luego volvió a unir nuestro labios, su lengua comenzó a acariciar la mía y mientras que sus manos se posaban en mis caderas haciendo círculos con sus dedos. En un movimiento involuntario me moví frotándome en su erección, Adam jadeo y yo lo volví a hacer. Podía sentir la humedad de mis bragas… Adam me aparto.
-espera… tenemos que parar…-dijo acelerado y yo puse los ojos en blanco.
-Adam quiero esto, quiero tener sexo contigo ahora-me sorprendió las palabras que salieron de mi boca pero estaba demasiado excitada como para que me importara. Trate de volver a  besarlo pero él se alejo.
-isa por favor no me hagas esto… hay algo más de lo que quiero habl…-frote mi calor con su erección y el jadeo- mierda Isabela…
-yo no quiero hablar- volví a unir nuestros labios  pero Adam se volvió a apartar y con cuidado me saco de arriba de el-¿no quieres tener sexo conmigo?- quise golpearme contra la pared por lo patético que eso sonó.  Adam se puso tenso por un momento y mis ojos se fueron a sus pantalones… creo que el si quería tener sexo conmigo y esa visión de su pantalón me lo confirmaba.
-claro que quiero… pero no así... además tengo algo importante que hablar contigo es sobre Jon Carter- fue como si un balde lleno de agua sacada recién del congelador fuera tirado a mi cara. Mi boca se abrió al escuchar el nombre de mi secuestrador… su rostro apareció frente. Todo mi estado cambio y me puse recta.
-¿Qué?- mi voz sonó como un quejido y Adam me  tendió mi camiseta y rápido me la puse.
-tengo que hablarte sobre jhon Carter…
-ya te escuche-mi corazón comenzó a latir mas fuerte temiendo que él se hubiera escapado de la cárcel… la última vez que lo vi fue cuando nos grito desde la patrulla que nos asesinaría-¿Qué sucede con él?-me controlo lo mejor que pude pero el temblor de mis manos no se detuvo.
Adam tomo mis manos entre las suyas y la mirada que me dedico me dijo que nada bueno saldría de su boca.
-no supe hice relaciones hasta que tu dijiste su nombre ese día… te juro que yo no tenía idea Isabela… te juro que no tenía idea de quien eras…
-¿Qué estás hablando?-sentí un nudo en mi estomago.
-mi nombre es Adam tomas Carter argent… jhon Carter es mi tío, el es el hermano de mi padre, tuve que cambiar mi apellido al de mi madre para poder seguir una vida normal…-de pronto las paredes comenzaron a hacerse cada vez más pequeñas y tuve la urgente necesidad de salir de este lugar. Esto no podía estarme sucediendo-jhon asesino a mi padre, fue su primera víctima y luego vinieron los seis niños asesinados…. Y…
-y nosotras-complete esa oración, mis pulmones se cerraron negándome el  oxigeno.
-cuando arrestaron a jhon yo… ¿Isabela?- mi visión comenzó a nublarse mientras daba fuertes bochadas para tratar de hacer que el oxigeno llegara a mis pulmones. No podía respirar.  Ya no escuchaba a Adam solo podía concentrarme en lo rápido que iba mi corazón y en la fuerte quemazón de mis pulmones gritando por oxigeno.
Comencé a mover mis brazos y trate de pararme pero mis piernas se sentían de lana, Adam me obligo a mirarlo.
-escúchame, estas bien tranquilízate tienes que tranquilizarte estas teniendo un ataque de pánico pero estarás bien- sus palabras se escuchaban lejanas. Dos lágrimas rodaron por mis mejillas.
-n-no…-trate de hablar pero no pude.
-si puedes ahora mírame  cuenta conmigo… uno…-trate de hacerlo pero no podía-vamos isa si puedes… uno…
-u-uno…-esto no estaba sirviendo de nada
-dos
-… dos…-me estaba asfixiando.
-tres
-…tres- me sentía morir.
-cuatro
-cuatro-el oxigeno comenzó a volver de a poco.
-cinco
-cinco…-de a poco mi corazón comenzó a calmarse.
-eso ahora respira conmigo vamos-Adam comenzó a tomar bochadas de aire y yo hice lo mismo copiándole, eran respiraciones pausadas- toma aire y déjalo salir de a poco- sirvió.
El temblor tardo más tiempo en irse por completo y aun seguía sudando. Luego de un rato en silencio tratando de nivelar mis respiraciones Adam hablo.
-¿estas bien?-estaba preocupado-Isabela perdón no pensé que pasaría esto… pero tenias que saberlo.
-¿Por qué no me lo dijiste antes?
-no tenía idea de que tú eras esa Isabela… no es como que valla por el mundo diciéndole a todo el mundo que mi tío era un sociópata asesino que está en la cárcel.
-Adam tu tío es el culpable… el nos secuestro…-las el dolor en mi pecho era demasiado como para tratar de evitar las lagrimas- el nos secuestro por tres días, pensé que moriría-un sollozo salió ahogado y lleve mis manos a mi boca- o por dios… eres el sobrino de ese monstruo-Adam se estremeció al escuchar esas palabras.
-el asesino a mi padre Isabela…
-tengo que irme… no puedo estar aquí… yo no puedo estar contigo Adam…
-¿Qué?-se escuchaba asustado ahora-Isabela no te vayas…
-¡no puedo Adam… cada vez que este cerca de ti, cada vez que me beses estaré recordando que eres su familia… que su sangre corre por tus venas… el arruino mi vida!-grite alterada.
-¡el también arruino la mía!-su grito me hizo saltar y el enseguida bajo la voz, se acerco a mi pero yo me aleje- Isabela no sabes lo horrible que es tener que cargar eso conmigo todo el tiempo… saber que ese monstruo es mi familia, saber todo lo que hizo… es horrible.
-tengo que irme-susurre, necesitaba pensar. Necesitaba alejarme de él. De todo el mundo en este momento.
-por favor no te vayas…
-dame tiempo…-fue lo único que dije antes de salir por la puerta y cerrarla tras de mí. Todo mi mundo acababa de estremecerse y la gente a mí alrededor no lo notaba.
El día estaba completamente soleado, sentía que no era acorde a como me estaba sintiendo en este momento… todo se me estaba cayendo a pedazos. Todo lo que había estado tratando de sepultar por estos años estaba saliendo a flote. Me estaba rompiendo.
Doble en el callejón que estaba a dos cuadras de la casa de Adams y me tuve que apoyar en la pared para poder respirar, las lágrimas caían por mis mejillas y estaba temblando como una hoja. 
-isa…-levante mi mirada y un grito quedo atascado en mi garganta, todo el  oxigeno fue expulsado de mi cuerpo.  Estaba igual que en mi alucinación… su cabello caía en largos mechones grasientos y estaba tan delgada que parecía un esqueleto. Pero su mirada… su mirada parecía estar a miles de kilómetros de distancia.
-¿Sofía?- ella me sonrió dejando ver unos dientes podridos y me estremecí, le faltaban unos cuantos dientes… ella se veía como una psicópata… no se veía como la dulce niña que era, pellizque mi brazo para saber si estaba alucinando y ella soltó una carcajada que sonó como un aullido.
-no es una alucinación Isidora pero tienes que venir conmigo-dio un paso a mi pero yo retrocedí, había soñado mucho con este momento, con volver a verla pero algo en su mirada me aterraba- ahora ya nadie te va a poder hacer daño isa… ahora estaremos siempre juntas ya nadie nos va a volver a separar-levanto su delgado brazo y no alcance a reaccionar cuando me golpeo la cabeza con una botella. El ruido del cristal rompiéndose en mil pedazos fue lo último que escuche antes de que me sumergiera en un abismo de oscuridad.

perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora