CAPITULO 27

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Papá nos había prestado su auto, así que llegamos a buena hora a la dirección que nos habían dado. Mientras buscábamos un lugar para estacionarnos se me hizo raro todo, sentí como si ese lugar ya lo hubiera visitado antes. Entramos y ya había gente. Eran alrededor de unas treinta personas, aquella casa era lujosa y amplia.

- Bien Zusumi es hora de que hagas amigos – me dijo Leo

- ¿A dónde vas?

- A buscar a un amigo, te enviaré un mensaje cuando nos vayamos – se fue

- ¿Cómo se atreve a dejar a su hermana aquí? – busqué con la mirada algún lugar sin mucha gente

- Pensé que no vendrías – Mina se acercó a mí

- No lo iba a hacer – de pronto muchas personas se acercaron a nosotras

- ¡Ey! Ya hay que comenzar a jugar – dijo un tipo alto, que nunca lo había visto. Lo más probable es que sea de otra escuela

Comenzaron a jugar a pasarse un papel con la boca. A quienes se le cayera debía tomar un trago de la botella de vino que tenía Mina. A pesar de no estar jugando me sentí incomoda, así que me fui de ahí. No me sorprendía que Mina hiciera este tipo de fiestas siendo aún menor de edad, claro según ella.

Pasé por la cocina y me alegró ver que Leo y su amigo eran los únicos, de toda la bola de gente en donde se encontraban, que estaban tomando refresco. Con forme fui avanzado más me percaté que la gente iba disminuyendo, ya que, al entrar en una especie de despacho, que estaba muy bien oculto, no había nadie, seguí caminado y di con unos escalones que llevaban al sótano.

Bueno más que sótano era como un segundo piso que estaba bajo la casa, había todo lo que debe haber en una habitación, cama, ropero, un ordenador, una mesa, entre otras cosas.

- ¿Es la habitación de esa tipa? – dije mientras me acercaba al ordenador – Me sorprende...

- ¿Mina eres tú? – Se me hizo escuchar algo, así que guardé silencio. No escuché ninguna voz, pero encontré otra puerta. Me acerqué a ella y cuando estaba por abrirla ésta se abrió.

- ¿Zusumi?

- ¡¿Henry?¡... Ah, yo... - rápidamente le di la espalda cuando me percaté que solo andaba en pantalón – Me perdí – hice una mueca para mí misma y salí de ahí. Y justamente me topé con Mina

- ¿Bajaste? – frunció el ceño, pero no respondí – Mi hermano se estaba bañando – se tapó la boca al decir la palabra "hermano"

- ¿Hermano?

- Zusumi... - Henry quien venía detrás de mí se detuvo al ver a Mina

- ¿Mina es tu hermana? – voltee a ver a Henry

- ¿Le dijiste? – le preguntó a Mina

- Se me salió

Mina dijo que lo explicaría todo, a mí lo de que Henry es su hermano y a Henry por qué yo estaba allí. Sin más remedio tuve que aceptar la solicitud de Mina. Me quedaría a dormir en su casa.

- ¿Entonces puedo quedarme?

- ¿Llevaste ropa?

- No, pero aun así... Tu dijiste que debía hacer amigos – susurré esto ultimo

- Está bien

- Gracias – colgué

Todos se fueron, incluso mi hermano, el cual no le pareció gran idea el saber que me quedaría y que Henry vivía allí. Claro que a papá no le mencioné a Henry.

- Desgraciadamente dormirás conmigo, no quiero que le hagas nada a Henry – me dijo Mina

- Es más probable que él haga algo primero – tendí la colcha que me dio. Me acosté y a pagó las luces - ¿Y bien?

- Henry no es mi hermano de sangre, lo conocí hace años, a mi mamá le pareció simpático y se quedó a vivir en nuestra casa. No te puedo dar mucha información porque hay cosas de la vida personal de Henry que no te la puedo decir

- ¿Esta es tu casa?

- Es de Henry, mi mamá se la compró con el dinero de su ex marido. Vine porque mi madre se casó de nuevo y su nuevo esposo es un poco... como decirlo... me cae mal

La madre de Mina se había casado alrededor de tres veces, bueno cuatro con el nuevo que tiene. Era una señora simpática, no era mala madre, siempre se preocupaba por Mina, su único defecto era que se casaba y divorciaba mucho ¿La razón? Nunca la supe. 

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