CAPITULO 17

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Siempre supe que mi personalidad había que tomarla en serio. ¿Por qué? Porque me molestaba muy fácil, era difícil engañarme y sobre todo porque cuando veía una injusticia o algo que en verdad me molestaba me metía. Por esto último era que me metia en problemas con facilidad. Pero en verdad, NUNCA, me habían dicho que no fuera una metiche de una forma que a la vez me molestara y que me entristeciera. Aquel día no lo voy a olvidar por varias razones.

La profesora de botánica se había enfermado y por eso tuvimos dos horas de receso. Tomé demasiada agua durante las clases que pasaron, que cuando avisaron que la maestra no había llegado, salí disparada directo al baño. Cuando salí bajé al patio, cosa que casi nunca hacia más que cuando buscaba a mi hermano. Y me llevé la sorpresa que un idiota estaba insultando a Henry.

- ¡Ey Henry! Escuché que ese no es tu verdadero nombre – Henry no lo hizo caso y avanzó – Te estoy hablando bastardo – aquel idiota lo agarró de la playera – Tu y yo tenemos cosas pendientes

En ese momento pensé que era la primera vez que había visto que alguien se enfrenta a Henry. Pero lo que seguía sin comprender era por qué no se defendía, supuestamente él sabía pelear. Y a decir verdad me gustaría ver como pelea, ya que, con su carácter serio y su pinta de chico rebelde, se debería ver genial.

- ¿Nosotros tenemos cosas pendientes?

- Sí, por tu culpa y por la p**ra de Zusumi expulsaron a Karla

- ¿Karla? No me suena

- Eres un bastardo – Aquel tipo comenzó a golpear a Henry, pero él ni siquiera metía las manos. La nariz de Henry comenzaba a sangrar

- ¡Oye! – me metí a defenderlo. No sólo porque estaba agrediendo a Henry, si no que el muy pedazo de idiota me llamó p**ra. El idiota era muy ágil, solo le pude pegar tres veces, cuando estaba a punto de darle una patada en donde más le duele, me agarró de pie y me tiró, pensé que iba a pegarme, pero solo dio media vuelta y se fue. Voltee a ver dónde Henry se encontraba, estaba sentado en el suelo y recargado en la pared.

- ¡Henry! ¿Estás bien?

- ¿Escuchaste?

- ¿Escuchar qué?... ¿Lo de tu nombre?...

- ¡No tienes porqué defenderme! – gritó y golpeo la pared

- Pero... yo solo...

- No necesito que una idiota como tú me defienda

- ¿I...diota? ¡Yo solo quería que no salieras lastimado! ¿De qué te sirve saber pelear si no te defiendes?

- ¡Lárgate! Y no vuelvas a aparecer de nuevo

El resto de las clases me la pasé sin voltear a ver a Henry. Era muy extraño, si cualquier tipo, hasta Leo, si me dijeran aquello me hubiera enojado, pero por alguna extraña razón aquellas palabras me dolieron. Por eso odio a los hombres, son unos idiotas que solo saben lastimar.

Al día siguiente anhelaba enfermarme para no ir a la escuela y por suerte mi deseo se cumplió

- Zusumi tu hermano tiene fiebre, así que quédate a cuidarlo, no vayas a la escuela

En la tarde ya se le había bajado la fiebre, pero al siguiente día le volvió. No fuimos a clases miércoles, jueves ni viernes. El viernes se le quitó la fiebre, pero nos dio flojera ir a la escuela así que nos quedamos en casa viendo películas.

- Oye melliza

- No me digas así, es extraño

- Pero si eres mi melliza – puse los ojos en blanco

- ¿Qué quieres?

- Tengo hambre pide algo de pizza

- ¿Tú pagas?

- Mitad y mitad

- Está bien

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