- Chicos empaquen sus cosas, mañana en la mañana nos estaremos yendo – mi padre salió de la sala
- Oye – Henry se acercó a mí, lo miré - ¿Qué tal si vamos al rato a dar un paseo por el muelle? – susurró. No debía preguntármelo dos veces, rápidamente contesté con un sí
Estuve esperando a que la noche cayera para poder encontrarme en el muelle con él
- ¿Irás a algún lugar? Te ves ansiosa – me preguntó Leo
- No, es que tengo sueño – mentí
- Pues vete a dormir
Sentía que cada minuto duraba una eternidad, comencé a desesperarme y cuando eso ocurre casi siempre todo se va a la fregada. Así que opté por dormirme, claro que fue una muy muy mala idea.
- ¡¿Qué hora es?! – pregunté casi gritando
- Cuarto para las nueve – respondió July
Me levanté y me alisté. Me hubiera gustado ir más presentable, pero ya llevaba casi una hora de retraso, así que solo me puse un suéter encima de mi blusa, unos jeans que encontré y me puse mis tenis de siempre.
- Lo siento, me quedé dormida – Henry solo sonrió - ¿Y ese telescopio? – me senté a su lado
- Lo tomé prestado de Dante
- Oh... No sabía que te llamara la atención la astronomía
- A cualquier persona le gusta mirar el cielo, sobre todo de noche. Se puede contemplar la luna y las estrellas mejor – lo miré asombrada, eso había sido lo más profundo que le había escuchado decir hasta ahora. Henry se aclaró la garganta
Me acerqué para ver tras el telescopio
- ¿Sabes usarlo? – me preguntó Henry
- ¿Acaso soy idiota? Solo debo poner uno de mis ojos en la lente y ver – me acerqué para poder ver las estrellas - ¿Eh? No veo nada, veo borroso
- Hazte un lado – Henry arregló el telescopio. Vio a través de él y me dijo que me acercara
- Guau... Es hermoso...
- ¿Tan siquiera sabes cómo se llama esa constelación?
- Por dios, hasta un niño de primaria lo sabe – lo miré – Es la osa mayor
- Después de todo no eres tan idiota como pensé – sonrió
Tras unos minutos comenzó a darme frio, así que me acurruqué junto a Henry. Pero el tonto se hizo más a un lado pensando que no tenía espacio suficiente para sentarme
- Está comenzando a hacer frío – dije
- Toma si quieres – Henry me tiró su suéter en la cabeza, me erguí y miré a Henry
- Tu sí que eres un mal novio – me miró - ¿No vez que me muero de frío?
- ¿Quieres regresar a la casa de playa?
- Aish – suspiré – No diré nada más, mi dignidad ya murió desde hace diez minutos – me senté con los brazos cruzados
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Te encontré
Teen Fiction"Cosas como el propósito de la vida, destino, amor verdadero, felicidad eterna y esas cosas estúpidas, nunca me pasaron por la cabeza. Yo vivía encerrada metiéndome en problemas constantes sobre todo con los hombres. ¿Porqué? Simplemente porque los...