CAPITULO 43

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Henry fue quien me enseñó a manejar, mi padre tenía razón no era tan difícil. En menos de tres semanas aprendí y fue hasta ese momento cuando por fin estrené mi auto.

En un abrir y cerrar de ojos Henry, Leo y yo, ya nos estábamos graduando de la preparatoria. Nosotros fuimos a celebrar, obviamente comiendo. Henry y Leo quisieron irse conmigo, querían ver como manejaba.

- No cabe duda que Henry te enseñó bien – dijo Leo - ¿A qué universidad te fuiste?

- No está aquí, está a una hora fuera de la ciudad - frené de inmediato

- ¡Oye cuidado! – dijo Leo

- ¿Por qué no me lo habías dicho? –pregunté

- No tuve la oportunidad de mencionarlo

- Oigan no vayan a empezar una pelea de novios – intervino mi hermano


Al día siguiente fui a la casa de Henry, con el pretexto de ir a ver a Mina. Nos pusimos a ver una película y a mitad de ella comencé a hablar con él.

- ¿Me tienes confianza? – pregunté

De todas las pequeñas peleas que habíamos tenido siempre me quedaba con la duda de ciertas cosas, primero cuando aquel idiota le dijo a Henry que ese no era su verdadero nombre, después porque actuó de esa manera cuando le dije que ya le iba a decir a mi padre y no me dijo que la universidad que escogió estaba fuera de la ciudad

- ¿Qué clase de pregunta es esa?

- Es solo qué... no conozco nada de ti... Ya llevamos casi seis meses de salir juntos

- Es que no hay nada de qué hablar

- Pero...

- Tu tampoco me cuentas casi nada... Siempre te observo y parece que estás pensando en otra cosa... ¿Qué me dices de aquella vez que estabas llorando en la casa de Dante?

"No te iba a decir que era debido a un niño que hace casi 12 años que no lo veo"

- No lloraba – murmuré - Sé que te molesta hablar de tus padres... pero quisiera saber - Desde la última platica me quedé con la duda, necesitaba saber

- ¿Por qué te interesa tanto?

- Es que no sé... No me cuentas nada

- Si te contara te marcharías

- ¿Cómo lo sabes?

- ¡Por qué siempre es así!

- ¿Siempre? ¿Ósea que una chica te ha dejado antes? – lo miré

- No es que esté diciendo que...

- ¿Qué me parezco a ella? – No sabia porque le estaba reclamando por otra chica, ni siquiera estaba celosa, solo era el frenesí del momento

- No, para nada...

- Entonces cuéntame, porque no estoy segura de cuál es exactamente nuestra relación, a veces somos tan unidos y a veces muy distantes

- Si somos distantes es por tu culpa

- Guau... Sabes... esa es otra cosa que odio de los hombres, ellos jamás tienen la culpa

- Si los odias tanto ¿por qué estamos juntos?

- Tienes razón ¿Para qué? No creo que esté funcionando esto

- Tal vez nunca funcionó

Me levanté y salí de su casa. Una vez en mi auto comencé a llorar, era la primera vez que lloraba así desde que mi madre había fallecido.

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