Al fin de cuentas, a que no adivinan quien ha sido arrastrada contra su voluntad a la Galería de Arte. Una palabra, dos letras.
Yo.
Quizás lo vengativa que soy se está colando en Joseph, supongo que está cobrándome por haberle hecho esperar hasta la media noche sentando en el salón de los Hall, compartiendo miradas mortíferas con Ethan. Y también está nuestro pequeño conflicto acerca de su madre, pero sé que es más venganza por hacerle esperar.
En mi defensa, ¡Kat me necesitaba! ¡No podía dejarla!
Y sobre su madre, solo diré que es una bruja.
-Deja de comer.-Me regaña Joseph, viendo que he tomado otro de los pastelitos que están repartiendo los camareros.
-El bebé tiene hambre.-Respondo en un susurro, porque estamos rodeados de gente de la alta sociedad y no quiero hacer un escándalo. La gente rica ama el arte, no haré una escena ante todos ellos.-Y deja de decirme que hacer, voy a comer tanto como yo quiera.-Agrego, no soy capaz de dejar pasar la oportunidad de expresarle cuanto desprecio siento por estar aquí, perdiendo mi tiempo cuando es obvio que tengo cosas más importantes que hacer, como estar memorizando nervios cerebrales, procedimientos quirugircos, enfermedades propias de África, nombre de huesos, tendones, y miles de cosas más.
Joseph me prometió que me ayudaría a estudiar, pero él solo sirve para estorbar. Es más útil una cuchara, me distrae demasiado, ¿Por qué diablos tiene que estar tan bueno?
Se la paso todo el día casi desnudo tirado en la cama junto a mí, ojeando los libros de medicina y diciendo cosas como:
Este maldito libro tiene más páginas que la Biblia.
Mira, Ali, ¡hablan sobre reproducción humana!
Esto es aburrido.
Que pesado es este libro.
¿Esta cosa tiene mil años o que?
Tengo hambre, preparame algo de comer.
Tengo sueño.
Déjame besarte.
¿Por qué estás tan amargada?
Y así se la paso por tanto tiempo que ahora quiero matarlo con la punta de las llaves.
-¿Por qué estás tan amargada?-Pregunta, haciéndose el tonto. Sabe perfectamente porque estoy amargada.-¿Sabes qué? Cometelos todos sí te da la gana.-Agrega al verme gruñir de la rabia.-Es más, ¡Mesero!-Llama delante de todo el mundo. Uno de los meseros se acerca rápidamente a nosotros. Joseph le arrebata la bandeja al hombre.-La señorita tiene algo de hambre, ¿no le importaría?-Dice. Todo el maldito salón se gira hacia nosotros.
Maldito hijo de puta.
-Joseph, basta.-Pido en voz baja, avergonzada por las miradas fijas.
-¿Qué el bebé no tenía hambre, amor?-Pregunta con una sonrisa arrogante que me provoca sacarle cada uno de los dientes con un cuchillo.
Dos palabras de nuevo.
Maldito bastardo.
-Idiota.-Murmuro, alejándome de él como sí no lo conociera, lo oigo reírse detrás de mi.-Maldito idiota.-Escupo entre dientes, atravesando el mar de gente rica que me observa con atención.
Llego a la salida de la Galería de Arte, y me encuentro en el pasillo a mi queridísima suegra que viene hacia mí, con una expresión que solo indica problemas.
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For You- Joseph Morgan
FanficAquellas series de vampiros no eran importantes para Alison Hale, mucho menos el rubio de encantadores ojos azules y un acento hipnotizador. Sin embargo, tras conocer a Emma Adams se ve arrastrada a una de las conveciones multi-género de entretenimi...