Capítulo 3;

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-¿Desde cuanto traemos fans al hotel con nosotros?-Oí que preguntó Charles Michael Davis, levanté la mirada y me encontré con una expresión hostil en su rostro. Aparte mi mano cubierta de sangre de Joseph Morgan de inmediato.

-Creo que debería irme.-Anuncié, intentando ocultar la vergüenza. Joseph frunció el ceño y se giro hacia Charles.

-Está herida.-Anunció, señálandome con la mirada.

-¡No hay ningún problema con que ella este aquí!-Exclamó Daniel, levantando la vista del portátil que tenía en el regazo desde el otro lado de la habitación.

-Es sólo un corte, debería irme.-Insistí.

-Sí, deberías.-Comentó Charles, apartando la vista de mí y manteniendo su expresión seria ante Joseph.

Su cambió de actitud me sorprendió. Hace un par de horas me regalo un abrazo, ahora prácticamente me echa fuera de la habitación.

-Se va a infectar, sólo dejame curarte y ponerte una venda y podrás irte.-Joseph se giro hacia mi con amabilidad. Trague en seco y asentí, volviendo a tomar asiento en el sillón de cuero. Charles me miro fijamente por un par de segundos, luego se encogió de hombros y salió de la habitación con indiferencia.

-No te preocupes por él.-Comentó Daniel, sonriendo sin apartar la vista del portátil.-Cuando está muy cansando se vuelve un poco idiota.-

No respondí, no me importaba Charles en absoluto. Sentí mi teléfono vibrar en mis bolsillos, me levanté de inmediato atendiendo la llamada, sobre la pantalla quedaron pintadas en sange mis huellas.

-¿Dónde diablos estás?-Gritó alguien para hacerse oír sobre el estridente sonido de la música, me tomo un par de segundos reconocer la voz del otro lado de la línea.

-Kat, necesito tu ayuda.-Deje escapar de inmediato, sintiendo una parte de mi cuerpo relajarse.

-¡Estás en Instagram con Joseph Morgan!-Chilló emocionada.-¿Dónde diablos estás?-Preguntó, oí un par de risas del otro lado de la línea.-Te estás perdiendo la mejor fiesta de tú vida.-

-Estoy en San Diego.-Respondí, viendo como Joseph se acercaba hacia mi con un botiquín de primeros auxilios en las manos.-Kat, te necesito. Emma Adams me dejo, sólo tengo diez dólares. Necesito que vengas por mí.-Aparte la mirada del rubio.

-¿Emma Adams qué?-Gritó conmocionada Kat.-Esa maldita perra, no puedo creer que te haya hecho eso.-Comentó furiosa.-No sé si pueda, son dos horas hasta San Diego, es de noche y Danielle tiene el auto.-Comenzó.

-Kat, por favor. Te lo ruego.-Hice todo lo posible para que mi voz sonara dulce.

-Alison, te adoro más que a nadie en el mundo, de verdad.-Me dijo.-Pero, el equipo de fútbol americano acaba de llegar, y el guapísimo Evan Parker también vino.-

Solté una maldición dentro de mi cabeza, tome aire y me prepare para la única estrategia que Katerina Hall jamás podría vencer, llorar.

-Kat, por favor. Te necesito.-Mi voz se quebró a causa de las lágrimas, Daniel dejo el portátil  sobre la mesa de madera y se levantó al verme llorar.

-Está bien, está bien.-Se apresuró a decir Kat.-Llamaré a Danielle y le diré que necesito el auto para rescatar tú estúpido trasero.-Dijo, podía imaginar como giraba sus ojos chocolates del otro lado del teléfono.

-Te amo, eres la mejor.-Le asegure.

-No puedo creer que vaya a abandonar una fiesta en donde está Evan Parker...-Comentó, escuche los gritos ebrios que se alzaban detrás de su voz.-Quiero algo a cambio.-Anunció.

For You- Joseph MorganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora