Tone detuvo su auto en uno de los edificios menos deteriorados que bordeaban aquel barrio bajo donde predominaba la pobreza. Miró alrededor a la oscuridad que dominaba la mayoría de los rincones, perfectos para toda clase de bajezas que se pudieran cometer en un sitio como aquel. Su ceño se frunció por saber que Steve estaba en un lugar como aquel, Steve merecía algo mejor.
—¿Quieres pasar? —Preguntó Steve tímidamente, mirando hacia el frente, sin ser consciente de los pensamientos de la joven Stark.
—Sí. —Respondió ella en voz baja.
Ambos bajaron en silencio. Tone siguió a Steve por un lateral del edificio dónde subieron por una vieja escalera metálica de incendios, vio a Steve agacharse y sacar una llavecita de debajo de un ladrillo, con la cual abrió con algo de dificultad la puerta del departamento.
—No es mucho. —Fue lo primero que dijo Steve, encendiendo la luz. —Pero es acogedor.
Tone paseó su vista por el sitio. A la derecha estaba una pequeña y destartalada cocineta, con una barrita de hormigón haciendo de mesa. Y al lado contrario estaba un mullido sillón para dos personas, roído en algunas partes cómo si algún animal le hubiera arrancado la tela, y al frente de este, un viejo mueble dónde estaba colocada una anticuada televisión y algunas fotografías en marcos. Y justo al frente de la puerta de entrada, había un corto pasillo que supuso conducía a la habitación del pequeño rubio.
—¿No crees que es peligroso que dejes la llave fuera? —Preguntó dirigiendo su mirada hacia Steve que estaba en la cocina, sirviendo un vaso con agua que le ofreció luego. —Gracias. —Musitó.
—No hay nada que puedan robarme. —Dijo Steve en medio de un suspiro.
Tone de nuevo sintió su estomagó apretarse. Le revolvía el hecho de saber que Steve vivía en condiciones tan deplorables y descubrir que él actuaba de esa manera tan indiferente cómo si estuviera acostumbrado a que la vida le tratara mal.
—Steve. —Llamó ella, yendo a sentarse junto a él en el sillón, que rechinó en protesta por el peso. Por un segundo quiso reírse, pero no era el momento. —Yo... No debí preguntar sobre tu vida. —Suspiró. —Lo lamento.
—No... Está bien... Somos amigos, ¿no? —Dijo Steve, clavando su mirada en la de ella, levantando de manera angustiosa sus cejas. —En algún momento tendrías que saberlo.
—Sí, Steve. Somos amigos. —Afirmó Anthonie, tomando con fuerza la mano de él. Tone ya no recordaba cuantas veces había realizado ese gesto con Steve en lo que iba del día, pero estaba segura de que, así le llevara el resto de su vida, lo seguiría haciendo con tal de hacerle saber a Steve que no estaba sólo.
—Deberías irte. El barrio es peligroso de noche.
—¿Qué te parece si dejo el carro con tía Peggy y le digo que le diga a mis padres que me quedé con ella? —Sugirió Anthonie de pronto con sus ojos brillando como cada vez que una idea cruzaba por su cabeza.
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Es Él (TERMINADA)
FanfictionUniverso alterno. Steve es un chico común y corriente, de complexión pequeña y delgada. Tiene 18 años, perdió a su familia cuando tenía nueve. Vive solo en el departamento que dejó su madre al fallecer. Anthonie Stark, es una chica rica, hija de un...