Por más que Tone había intentado arreglarse con Steve, no lo había logrado. Y no porque no quisiera, sino que el destino parecía estar confabulando en su contra poniéndole infinidad de obstáculos. El profesor a cargo del concurso de Ciencia y Tecnología les presionó como nunca, así que durante algunos días, Tone no pudo ni siquiera buscar a Steve. El concurso fue un éxito y obviamente ella fue la ganadora, pero poco le había importado; no había disfrutado su premio por estar buscando al rubio entre todas las personas, con esperanza de verle allí para felicitarla. Después vinieron exámenes y luego un baile que organizó la escuela antes de que salieran por fin a las preciadas vacaciones. Pero de Steve ni sus luces.
El último día fue un fastidio para Anthonie. Steve no se presentó a la escuela y para colmo, cuando estuvo dispuesta a ir hasta su departamento a buscarle, Jarvis se hacía presente justo a la entrada de S.H.I.E.L.D, para decirle que sus padres le esperaban en el aeropuerto porque saldrían de vacaciones juntos, vacaciones que solo duraron tres días, para cuando tuvieron que regresar a Nueva York.
Acercándose la Navidad y todo era un asco. Tone estaba recostada en un sofá mientras escuchaba a su madre tocar el piano, se sentía melancólica pues ese día sus padres de nuevo debían irse.
— ¿Sucede algo, cariño?— Preguntó María sin dejar de tocar.
Tone se quitó un poco el cabello del rostro para mirar a su madre.
— No.— Dijo simplemente.
— ¿Por qué Steve ya no ha venido a casa?— Preguntó la mujer suavemente.
Tone dejó escapar un gruñido. Se sentía espantosamente culpable porque no había tenido nada de tiempo, y a esas alturas creía que Steve ya no escucharía lo que ella tuviera que decirle.
— Tiene mejores cosas que hacer.— Murmuró.
— ¿Quién es la vagabunda en mi sillón?— Preguntó Howard.
— ¡Papá!— Exclamó la menor con un puchero.
Howard soltó una risita.
— Cariño, debemos irnos. despídanse.
María dejó de tocar y se acercó a levantar a la menor de dónde estaba. Tone abrazó a su madre y luego, la mujer le besó la frente.
— Espero que Steve vuelva pronto.— Murmuró María en el oído de su hija. Se separaron y Tone le miraba con una ligera sonrisa como si le prometiera que lo haría.
— Volveremos pronto, jovencita. Nada de fiestas locas ni de traer muchachos a la casa mientras no estemos.— Howard le revolvió el cabello y sin más tomó la mano de su mujer para salir de la Mansión.
Tone caminó hasta el salón principal y se sentó sobre el alfeizar de la ventana para ver la retirada de sus padres. María le sonrió ampliamente y le dedicó un último saludo de mano. Tone sonrió y le dijo adiós también. Suspiró y se quedó allí hasta que perdió el auto de su padres de vista. Ahora no tenía nada que hacer, simplemente sentirse terriblemente melancólica por estar tan sola en aquella enorme Mansión.
***
Steve después de salir de la escuela, había salido inmediatamente a buscar trabajo. Le costó algunos días de andar desde temprano hasta que el sol se perdía en el horizonte, pero finalmente lo consiguió. Era un pequeño puesto el que desempeñaba en una librería. La paga no era demasiada pero era lo suficiente para sobrevivir él solo.
Había intentado por todos los medios no deprimirse por aquella última escena que protagonizó su mejor amigo y Tone. Bukcy le explicó que era un malentendido, pero Steve actuó como si realmente no le importara, de todas formas, Anthonie y él no tenían nada que ver. Además Bucky había sido desde hace muchísimos años, no podía simplemente pelearse con él y lanzar a la basura todos sus recuerdos juntos.

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Es Él (TERMINADA)
Fiksyen PeminatUniverso alterno. Steve es un chico común y corriente, de complexión pequeña y delgada. Tiene 18 años, perdió a su familia cuando tenía nueve. Vive solo en el departamento que dejó su madre al fallecer. Anthonie Stark, es una chica rica, hija de un...