Es Él (TERMINADA)

23

Después de mostrarle a Steve el reactor en su pecho, Tone se sintió mucho mas cómoda con él. Ahora ya no lo ocultaba delante del rubio, así que se paseaba por la mansión y en su presencia, mostrando con orgullo aquel aparato que le mantenía con vida.

Sin embargo, ese no era problema para Steve, sino el hecho de que después de aquel desliz que tuvieron y pasaron a segunda base, Tone se había vuelto terriblemente provocativa.

Ese día Steve despertó temprano como de costumbre. Se fue directo a la cocina a preparar el desayuno; ¿su error?, salir sólo en un shorts color negro con el cual dormía, pensando que Tone no despertaría hasta después de medio día.

Estaba concentrado en el sartén frente a el donde cocinaba unas verduras, cuando sintió un escalofrío por una leve caricia sobre toda su columna. Dio un respingo y su respiración se agitó cuando aquella mano curiosa estuvo a punto de llegar a su trasero.

—T-tone, ¿q-que estas haciendo?

Steve recibió como respuesta una risita juguetona y una segunda mano acariciando uno de sus costados. Excitado y contrariado, se giró un poco, terminando con un brazo de la menor abrazando su cintura.

—Hola, guapo.—Saludó la castaña con una enorme sonrisa.

Steve perdió la voz por unos segundos. Al parecer, Anthonie no había ido a dormir la noche anterior; traía una casual blusa de tirantes de color negro que dejaba a la vista un poco de sus pechos y su reactor, y en sus brazos y en su barbilla había algunas manchitas de aceite que contrastaban con la piel bronceada.

—¿Que pretendes?—Logró decir Steve con voz un poco mas grave debido a los roses de los dedos de Tone en su abdomen.

Ella sonrió traviesa antes de contestar.

—Solo estoy revisando tu hardware.—Tone quedó encantada con la expresión de confusión del rubio. Se apegó mas al musculoso cuerpo, inclinándose un poco para hablar cerca del oído y la piel del cuello. —Es que...—Continuó acariciando.—necesito saber que la mercancía no viene dañada.—Tone soltó un sonido de fastidio al ser detenida en su avance; había estado tan cerca de llegar a la entrepierna.

—No.—Dijo Steve con severidad y una mirada insondable.

Tone hizo un puchero y se separó de él.

—Steve, ¿te das cuenta que ya llevamos meses viviendo juntos y aun no hemos ni siquiera cruzado un poco a segunda base?—Y en vez de recibir un regaño, lo único que obtiene como respuesta es la risa del rubio.—¡No te rías! Técnicamente estoy en abstinencia por tu culpa.

Eso último hizo callar a Steve. Se acercó a la menor y la abrazó con fuerza.

—No quiero que lo nuestro sea algo así. —Dijo Steve.—Algo del momento.

Tone suspiró, recargando su cabeza en el amplio pecho del otro. Podía sentir las suaves caricias de sus grandes manos en su cintura, de manera cariñosa sin intención de llegar a más. Suspiró nuevamente y solo se separó de él para salir del lugar sin decir nada.

***

Steve no pudo estar concentrado en su trabajo. Había echado a perder dos lienzos y regado accidentalmente un bote de pintura roja. Se pasó las manos por su cabello intentando aplacar sus pensamientos; no podía evitar pensar que Tone estaba molesta con él y que si seguían por el mismo camino, ella lo botaría de su vida por no cumplir sus necesidades. Claro que no se trataba de que Steve no quería, lo cierto es que él la deseaba con fuerza y a cada momento, pero quizás con su actitud hacia pensar a Tone que no tenía el mismo interés en ella.