Steve estuvo en todo momento cerca de Tone. Cuando fue el momento de sepultar a sus padres, Steve le sostuvo, en ningún momento soltó su mano y menos cuando algunas personas se acercaron a la menor con intenciones de obtener alguna información. Steve observó cada rostro y le fue triste mirar que en su mayoría dedicaban un pésame de lo más hipócrita.
Al final cuando solo quedaban unas cuantas personas, Steve fue testigo de cómo Peggy y Tone se envolvían una a la otra, pues el dolor era tan grande que sólo ellas podían compartirlo realmente. El señor Jarvis se les unió después y luego Rhodey y Banner.
Steve recordaba perfectamente cuando perdió a su madre, fue un momento apagado y triste dónde solo él, Bucky y los dos hombres que hicieron la tumba fueron los únicos presentes. Steve agradecía que Tone tuviera más apoyo, que existieran personas que le amaran y que no le dejarían sola en un momento así. Miró a su alrededor; él no tenía nada que hacer allí.
―Anthonie, vamos.
Tone se separó del grupo que le rodeaba, miró a todos lados buscando al rubio, hasta encontrarlo subiendo la pequeña colina hacia dónde se encontraba la calle.
―No.― Respondió y posteriormente simplemente corrió tras el rubio.
―¡Anthonie!
―Ella estará bien.― Fue la voz firme de Peggy.―Dejala en paz, Obadiah.
El hombre miró despectivamente hacia la mujer, luego a los demás y sin decir nada se retiró. Ahora que Howard no estaría más, debía hacerse cargo de su hija, no podía simplemente dejar que ésta se desentendiera del rol que debía cumplir, aunque claro, en realidad a él no le interesaba dónde parara, sólo quería asegurar su propio puesto y no lo haría si llegaba a perder a su pieza más importante.
Tone le dio alcance a Steve cuando este ya caminaba por la terracería. Ella se enganchó a uno de los brazos del rubio sin hablarle.
Steve se detuvo sorprendido cuando sintió a Tone sujetarse a su brazo. Miró atentamente el perfil de ella, su mentón estaba en alto, sus lentes oscuros cubrían sus ojos y solo podía atisbar un poco de las enormes pestañas. Asintió en una muda complicidad y comenzó a caminar con ella agarrada de su brazo, Steve llevaba sus manos metidas en sus bolsillos; se sentía tranquilo, un poco fuera de lugar por ir con Tone de aquella manera, pero era un momento que le gustaría atesorar para siempre. Steve se sentía extrañamente feliz de tenerle a su lado, de que ella haya preferido ir tras él que quedarse con los demás, aunque no entendía porqué ella insistía en permanecer a su lado.
No tardaron en salir a la carretera y luego caminar rumbo a la ciudad. No estaban tan lejos, así que el camino fue relativamente tranquilo, en silencio, pues no tenían que decirse nada en ese momento.
***
Al llegar a la ciudad tuvieron que tomar el metro, Tone se había quitado su sombrero negro y su chaqueta para poder despistar a los medios; ella sabía que si le reconocían causarían un alboroto, y no quería involucrar tanto a Steve.
***
En el departamento de Steve.
Ambos se habían sentado el mullido sillón, siguiendo en silencio, solo que esta vez el ambiente se tornó extraño. El rubio se removió un tanto incómodo sin saber cómo actuar ahora que su mente no tenía nada con lo que entretenerse.
―¿Quieres... recostarte un rato?―Preguntó inseguro.
Tone asintió con su cabeza.
Steve suspiró, se puso de pie y avanzó hacia su habitación, siendo seguido por una cabizbaja castaña. Steve le señaló la cama, mientras él sacaba una muda de ropa para dormir y se adentraba al baño.

ESTÁS LEYENDO
Es Él (TERMINADA)
FanfictionUniverso alterno. Steve es un chico común y corriente, de complexión pequeña y delgada. Tiene 18 años, perdió a su familia cuando tenía nueve. Vive solo en el departamento que dejó su madre al fallecer. Anthonie Stark, es una chica rica, hija de un...