Es Él (TERMINADA)

8

Natasha había estado observando a Anthonie desde que comenzó aquella "extraña" amistad con Steve. Su curiosidad había sido demasiada cuando Tone hizo que llevara a aquel chico enclenque a su mesa, diciéndole que por nada le dijera que se trataba de ella o él se negaría. Y después, en dos meses se habían acercado demasiado, de una manera tan rápida como para tratarse de Stark, pues ella era conocida por ser demasiado cautelosa al momento de escoger a sus amistades y lo realmente extraño era ¿por qué alguien como Steve?. Sin embargo el día de hoy hubo una variante; le pareció muy raro, demasiado, ver a Tone llegar a la cafetería, tomar su almuerzo y pasar ignorando rotundamente la mesa en la que Steve estaba sentado con Bucky y Sam.

La pelirroja frunció el ceño y fijó su vista en Tone que se sentó frente a ella.

—¿Problemas en el paraíso? —Se aventuró a preguntar, sabiendo que posiblemente Tone se molestaría con ella.

—No sé de qué hablas. —Gruñó Tone.

Nat arqueó una ceja.

—Claro que lo sabes.

—No uses tus truquitos psicológicos conmigo. —Murmuró la castaña con un tono de fastidio.

—No lo haría si me dijeras qué te sucede. —Replicó la pelirroja con seriedad.

Tone finalmente miró a su compañera. Los ojos verdes de ella lucían tan frívolos como siempre, pero había algo en ella que le hizo suspirar y decidirse a hablar.

—Yo... Sí, es por Steve, pero no puedo decirlo porque...

—Hola, muñecas. —La voz de Loki les interrumpió. El pelinegro lucía una sonrisa ladina y un brillo de emoción en sus ojos que extrañamente veían y por lo tanto...

—¿Qué le hiciste a Thor? —Dijo Tone cambiando su anterior humor por su característica picardía.

Loki sonrió más ampliamente, mientras que Natasha sólo entrecerró sus ojos en dirección a la morena para dejar en claro que no se había escapado de hablar del tema.

—Míren. —Señaló a la entrada de la cafetería, donde un Thor con su pantalón lleno de lodo hasta las rodillas se hacía presente.

Las risitas de Nat y Tone no se hicieron esperar.

—¡Loki! —Gruñó Thor, clavando inmediatamente su mirada en él. Sus pasos resonaron con furia en dirección al pelinegro, sin embargo fue bloqueado por sus compañeros, Bucky, Sam, que lo tomaron de los brazos para que no cometiera una estupidez.

—Tranquilo. —Dijo Bucky con voz suave, deteniendo al enorme rubio de ir a moler a su hermano a golpes. —No es el lugar para que causes problemas.

La respiración de Thor era agitada y su ceño fruncido dejaba ver claramente lo molesto que se encontraba.

Por otro lado, Steve se mantuvo al margen, simplemente observando como empezaba una contienda de palabras entre ambos hermanos, haciendo que todo mundo prestara atención a la revuelta. Aburrido de aquello, se puso de pie de manera discreta y salió del sitio, sin percatarse de que Tone sí le había visto retirarse. Avanzó por los vacíos pasillos, metido en sus pensamientos.

—Steve.

El rubio levantó su mirada.

—Hola, Rhodey. —Saludó desganado.

El moreno le miró extrañado.

—¿Estás bien? —Preguntó cauteloso. Desde que Steve entró en esa escuela, Rhodey había hablado muy pocas veces con él, pero le parecía que era un gran chico. ¿Y cómo no pensarlo si siempre se estaba preocupando por su amiga Tone? A Rhodey le había encantado descubrir eso; que Steve hacía comer a Stark cuando lo necesitaba y que parecía tenerle una paciencia infinita, algo de lo que él carecía a veces, además de que parecía ser al único al que Anthonie hacía caso.