Capítulo 29
"-Oye, de verdad te vas?"Wild miró a Rolo mientras pasaba el jersey por su cabeza. Regresaban de una de sus rondas de vigilancia y estaban en la puerta trasera de la casa, acabando de vestirse antes de entrar. La nieve había estado cayendo durante toda la tarde y empezaba a acumularse por todas partes, aun así podía apreciarse el esfuerzo de Micah por domar la pequeña selva que habían dejado crecer con los años en el patio. Wild pensó que si seguía nevando durante la noche, por la mañana tendrían que limpiar el acceso a la casa. Se sentía nostálgico.
"-Sí, después de la última luna del año" -Wild lo había pensado mucho. Después de que su Alpha les dijera que esa cosa dentro de Jules había nublado sus juicios, pensó que quizás la idea de alejarse de su familia no había sido completamente suya. Pero por más que lo pensaba, continuaba creyendo que era algo que debía hacer.
"-Eso es un par de semanas" -Rolo suspiró, no le gustaba. Ellos llevaban mucho tiempo juntos, eran una familia y no le gustaba que Wild se fuera. Fue duro dejar marchar a Jules, no quería tener que despedir a nadie más.
Comprendía porque Wild quería ir a la ciudad e investigar el aquelarre, no es como si no viera que era una buena idea, pero era peligroso. Confiaba en las habilidades de Wild, era un gran rastreador, pero esos eran brujos... si solo una de ellos les había dado tantos problemas, no podía imaginar como sería un aquelarre entero.
Rolo miró a Wild, el hombre parecía tranquilo y eso era nuevo. Siempre estaba nervioso, Wild era inquieto por naturaleza. Desde que el Alpha le dio permiso para ir tras el aquelarre, Wild se había asentado y la determinación brillaba en sus ojos, era como si hubiera encontrado algo a lo que aferrarse por primera vez en su vida.
Se quedaron un momento en silencio, mirando hacía el bosque. Las cosas estaban cambiando. Desde que Micah había llegado a la casa, la quietud en la que estaban estancados se había desbordado.
Ellos estaban más unidos. Fueron una familia desde el momento en que la manada se dividió y decidieron quedarse con Alek, pero la llegada de Micah había fortalecido sus lazos. Nunca llegó a imaginar que el pequeño omega fuera a cambiar tanto las cosas.
Él estaba preparado para morir enfrentando a su Alpha cuando finalmente su lobo salvaje tomara el control, pero llegó Micah y le trajo de vuelta. Micah recogió las piezas rotas de Alek y las unió de nuevo. No solo les devolvió a su Alpha, también trajo de vuelta a su amigo, el hombre con el que había compartido juegos y risas en su infancia, mucho antes de que los problemas les atraparan.
"-Más te vale regresar en un año o pienso ir ahí y patear tu feo culo todo el camino de vuelta, no será agradable" -Rolo dejó a Wild riéndose en el patio, mientras entraba en casa.
El ambiente estaba mucho más liviano desde que Jules no estaba. La tensión de los últimos días parecía estar diluyéndose poco a poco, aun así todos notaban el vacío dejado por el beta y aunque sacarle de casa había sido lo mejor, la ausencia pesaba en sus corazones.
Cala había superado su insomnio y dormía toda la noche. Cam había vuelto a encargarse de la cocina y aunque Dom no se había relajado ni un poco, ya no tenía la apremiante necesidad de mantener encerrado a su su pareja bajo llave.
Less... bueno, el Beta seguía recriminándose el no haber cuidado bien de Jules. Al menos tuvo la oportunidad de ver por sus propios ojos el lugar donde iba a quedarse el beta y conocer a los que iban a cuidar de él y de alguna manera eso serenó su inquietud.
Alek accedió a dejarle acompañarle, el Alpha no quiso retrasar el momento, sabía que a todos les dolía dejar marchar a Jules, pero cuanto antes le llevara al corazón del bosque, antes dejaría esa cosa de torturarle. Así que aquella misma tarde, cuando regresaron del claro donde llevó a su manada para apartarlos de la casa y de la oscuridad que había crecido en ella, se llevó a Jules.
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Manada
WerewolfUn pequeño lobo. Micah, un hombre lobo omega. Una abominación para su raza. Rechazado, repudiado y tras sobrevivir a un infierno, sigue en pie, con la única esperanza de encontrar un hogar en los territorios abandonados del norte. Debe tomar una de...