Manada

Capítulo 8

Capítulo 8

Micah despertó en una cama, cálido y con una sensación desconocida en el pecho. Su mano buscó la fuente de ese cosquilleo, "oh! esto es el lazo de manada?" se sentía en el pecho, una sensación cálida extendiéndose por su cuerpo a cada respiración. Durante un instante se permitió pensar que era algo bueno. Pronto esa parte de él que luchaba contra su omega, contra todo lo que le hacía débil, tomó el control."Qué has hecho, estúpido!? Cómo has permitido esto? No te quieren aquí, esos lobos no te necesitan! Por mucho que su alpha necesite un omega, se desharán de ti en cuanto tengan la oportunidad y entonces qué, eh? Entonces que crees que harán? Te dejarán marchar con una palmada en la espalda? Maldito estúpido no lo sabes ya? No se puede confiar en la manada, no hay lugar para ti en la manada, qué pasó la última vez que estuviste en una? Tu padre murió y tu... tu deseabas estar muerto! Lo has olvidado?!! Has olvidado to..."

"-Basta! Cállate, cállate!" -no, el no había olvidado, tenía razón, esa voz tenía razón, había sido un estúpido, la calidez de su pecho se volvió algo frío, su mano se aferró en un puño a la camiseta que llevaba puesta, mientras con la otra trataba de tapar sus oídos para no escuchar la voz en su interior que le gritaba lo malditamente estúpido que era. Las lágrimas escocían en sus ojos, pero él no quería llorar, tenía que escapar, tenía que salir de ahí. Salió de la cama en un salto, recordó que no sabía cuantos lobos había en la casa, sus ojos fueron hacía la ventana. El cielo empezaba a clarear en el horizonte, quizás tuviese una oportunidad. Un grito murió en su garganta cuando la puerta se abrió de golpe. Less estaba allí, con el ceño fruncido, buscando la amenaza. Cuando vio que solo estaban ellos suavizó la mirada.

"-Chico, te has despertado" -Less le miraba, su cuerpo se movió queriendo entraren la habitación y Micah retrocedió bruscamente. El beta se quedó inmóvil.

"-Estás bien?" -le miró sin moverse de donde estaba, como si intuyese que cualquier gesto desencadenaría los nervios del omega. "-Recuerdas dónde estás?"

"-Quiero salir de aquí" -odiaba escuchar su voz así, odiaba sentirse como se sentía, odiaba ser débil y no poder desafiar al hombre frente a él.

"-Quieres ir abajo? Los otros se alegrarán de verte de nuevo" -Less podía oler el miedo del chico, se temía que esto podía pasar. Alek dijo que debían tener un ojo en el omega. Aún cuando había aceptado someterse, no creía que en realidad lo haría y Less estuvo de acuerdo, sabía que el chico lucharía. Alek les advirtió a todos que controlasen a sus lobos, nada de intimidar ni usar la fuerza con el omega. Less dio un paso atrás saliendo de la habitación y se quedó allí esperando, en lo que pretendía ser un gesto de invitación para que fuese con él.

Micah, no apartó los ojos del beta, "abajo?" No, él no quería ir abajo, él no quería estar aquí, pensó que lo más inteligente sería seguir el juego, bajar y esperar su oportunidad, pero no podía arriesgar tanto, no sabía cuando cambiarían las tornas, cuando se volverían violentos o cuando él haría algo que incitase a los lobos a dominarle... no podía permitirse arriesgar, como recordatorio sus cicatrices empezaron a doler, un dolor sordo más en su mente que en su cuerpo, pero no por eso menos real. Sin apartar los ojos del beta, Micah dio un paso en su dirección y de forma repentina corrió hacia la ventana, estaba cerrada pero podía romper el cristal sin problema, a un paso de su meta, brazos fuertes como el acero le sujetaron y le tiraron al suelo. Micah luchó, pero tratar de quitarse de encima a un hombre construido como un camión de bomberos, no era tarea fácil, consiguió girar su cadera y mejorar su posición, empujó un poco más y su cuerpo se liberó por completo, ahora lo único que lo retenían eran las manos del hombre. Sabía que por la fuerza no lo conseguiría, pero si conseguía retorcer el agarre, al final podría soltarse... todo fue inútil cuando otro par de brazos cayeron sobre sus hombros.