Capítulo 6
La puerta de la cocina que comunicaba con el patio exterior, se abrió con un fuerte golpe. Al otro lado un hombre lobo alpha, completamente desnudo. Manchas de sangre sobre su cara derramándose sobre sobre el cuello y su amplio pecho. A su espalda un ensangrentado alce, muerto y destripado.
"-Alpha" -los hombres de la cocina se inmovilizaron. Uno a uno inclinando levemente la cabeza a modo de saludo.
"-Dónde está?" -ni siquiera el mismo Alek reconoció su voz en aquel gruñido ronco. Cuánto hacía que no estaba en su forma humana? Sus recuerdos eran confusos, una densa bruma enturbiándolos. Pero una cosa era nítida, un recuerdo era claro en su mente. Un omega.
"-Dónde.Está." - su cabeza aclarándose poco a poco. Dolorosos recuerdos de su manada, de miradas cargadas de reproche, acusaciones, peleas. Miedo. El miedo en los ojos de los suyos cuando le miraban, la desconfianza. Su familia. Las mentiras. La traición. La omega.
Sus instintos de proteger al miembro más débil de la manada y el sentimiento de rabia por la traición de la omega, se debatían en su interior.
Alek recordaba haber topado con un omega, junto a un puñado de sus hombres, en el bosque. Sentía el eco de su parte animal aullando en su interior cediendo a la ruptura. Su control perdido cayendo a la parte salvaje sedienta de sangre y venganza. Corrió hacia ellos para satisfacer su hambre de violencia y muerte, pero al llegar.. al llegar, el olor de la lluvia y la tierra mojada, el olor a bosque y cenizas de hoguera, el olor del invierno y la primavera, todo en perfecta proporción llenó sus sentidos, apaciguando su lado salvaje. Cuando su mente consiguió algo de claridad vio la fuente de ese aroma perfecto y tranquilizador. Una joven omega. No. No una joven, un chico, omega sí, pero varón. Cuando lo vio rodeado y con miedo sus instintos se habían hecho cargo, su lobo apaciguado necesitaba cuidar de él, así que su lobo había protegido y marcado al chico. Cuando el lobo más débil se sometió, su lobo lo reclamó.Más tarde había salido a cazar para alimentarlo.
Cuanto más clara estaba su mente más seguro estaba que el aroma del omega que su lobo había reclamado era un olor masculino, agradable, pero lejos del aroma dulce, característico de las hembras.
-"Alpha"-Less se movió lentamente hacia su alpha. "-Está arriba. Rolo y Cam están con él."
"-Tú.Trajiste un omega. Aquí." -las palabras salían duras entre sus dientes apretados.
Less tragó saliva audiblemente. Escalofríos recorrieron su espalda. "-Sí" -no tenía sentido mentirle y Less nunca lo haría. "-Le necesitas Alpha"
"-Un hombre. Un omega. Hombre." -los ojos azul hielo del alpha clavados en su beta. Que fuese un macho omega fue la gota que colmó el débil control de su ira. Cuando sentía que su parte salvaje se desperezaba mostrando interés, su lobo captó el olor que le había cautivado en el bosque. Antes de dejar la cocina cogió el cambio de ropa que Wild le ofrecía mientras se quitaba de en medio. Se vistió sin detenerse mientras se debatía entre calmarse o dejar salir su rabia. Alek siguió el rastro hasta una de las habitaciones de la segunda planta.
Less se quedó en la cocina contemplando la espalda de su amigo dirigirse hacía las escaleras. No pensó que el que el omega fuese hombre, sería un problema para su Alpha. Alek podía ser muchas cosas pero nunca fue cruel. Suspiró y cuadró los hombros, él le había prometido al chico que no le harían daño y aunque esa promesa le llevase a la muerte, él la cumpliría.
Alek siguió el olor hasta su fuente, la puerta de la habitación estaba abierta. Dom sujetaba a un inconsciente pequeño hombre sentado en la cama, mientras Cam, el único gamma que se había quedado cuando su manada le había abandonado, estaba limpiando con una esponja el pecho desnudo del chico.
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Manada
WerewolfUn pequeño lobo. Micah, un hombre lobo omega. Una abominación para su raza. Rechazado, repudiado y tras sobrevivir a un infierno, sigue en pie, con la única esperanza de encontrar un hogar en los territorios abandonados del norte. Debe tomar una de...