Ties of a split heart

-Capítulo 9: Increibles descubrimientos-

En una cama de enfermería, Víctor lentamente recobraba la conciencia encontrándose directamente con el techo blanco de la habitación con sus luces encendidas.

Su vista y sentidos aún continuaban difusos.

De manera pausada fue recobrando la claridad de su visión, llegando así a su mente los terribles recuerdos de la manera en como al fin había dado con su querido Yuuri después de haberle buscado por tanto tiempo.

De forma lenta se incorporó para quedar sentado en la camilla a pesar de sentirse aún algo mareado mientras acariciaba su cuello.

El ardor sobre la piel de su nuca aún era palpable debido al sedante.

Se sentía tan inútil y vacio...

Su sangre hervía de rabia solo de recordar al tipo que se mantenía al lado su amado.

Sus dientes trastabillaban de la cólera e impotencia que sentía contra sí mismo.

Todo transcurrió demasiado rápido, todas sus esperanzas, todos sus esfuerzos de poder encontrar a Yuuri y explicarle todo el engaño de Lukyan, de rogar por su perdón la veces que fuesen necesarias y suplicarle que le diera la oportunidad de al fin revelarle lo que había descubierto y lo que había callado por tanto tiempo... sin embargo...

Todo ello se fue a la basura en un abrir y cerrar de ojos.

Yuuri... su amado, su Yuuri ya no deseaba saber absolutamente nada de él.

Las palabras, el odio, el dolor que percibió en su amado fueron como dagas certeras y calculadoras que daban certera e implacablemente en su corazón.

Lo merecía.

Merecía cada una de las amargas y ácidas palabras de desprecio que Yuuri le dedicaba y esto lo sabía muy bien, entendía todo el dolor, todo el infierno y sufrimiento que había hecho soportar a su amado y todo por su maldita estupidez.

Con fuerza, con angustia, con impotencia... Víctor no hacía más que apretar con sus manos temblorosas las sábanas que le arropaban con fuerza mientras mantenía ahora su vista agachada.

Unas lágrimas empezaron a mojar la tela, las cuales descendían de la quijada desencajada de Víctor producto de su incesante arrepentimiento y culpa.

Se maldecía una y otra vez lo estúpido que había sido... Todas la palabras con las cuales Chris le había recriminado eran tan ciertas... si tan solo hubiera hablado con Yuuri, si tan solo hubiese sido sincero con sus miedos y dudas... si tan solo por sentirse sin salida, con miedo de dañar a su gran amor de nuevo no hubiera tomado la maldita e imperdonable decisión de pasar su celo con alguien que no era Yuuri... si hubiera podido controlar su alfa mucho antes...

Hay tantos hubieras de los que se arrepentía amargamente, y el principal de ellos...

Si tan solo no hubiera conocido a Lukyan jamás.

Ante tal pensamiento se detuvo.

De la misma manera que estaba pensando, de la misma manera que se arrepentía de haber conocido a ese omega...

De la misma forma Yuuri ahora se arrepentía de haberle conocido.

Y esa verdad era irrevocable.

Con ello su angustia solo aumento increíblemente, cuando pensando en Yuuri una y otra vez recordó su aroma... estaba seguro que su Yuuri era un beta... lo era... aun así, el dulce y cálido aroma y esencia que su Yuuri desprendía desde el día en que le conoció, he incluso ahora, era un aroma que para Víctor era el más hermoso, delicioso y cándido de todos.