-Capítulo 32: Cadenas del pasado -

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Bueno, que puedo decir...bienvenidos a otra nueva actualización de la historia.

Como siempre me disculpo por todos los errores que encuentren tanto gramatical como de redacción.

Sinceramente quería alargar más el cap, pero mejor la otra parte lo dejaré para el siguiente capítulo... siento que sería muy largo y pues no me pareció.

Sin más no le atraso y que disfruten de la lectura.

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Luego de la noche tan agitada que se había vivido en la mansión, Lyosha por fin descansaba con un rostro más tranquilo.

Las mucamas que con excelente destreza limpiaban en silencio recogiendo los vidrios rotos, las cortinas y sabanas rasgadas y demás desorden, terminando, ellas se retiraron de la recámara no sin antes hacerles reverencia a sus señores.

Víctor quién no se separaba de Yuuri y Lyosha en todo momento, permanecía recostado en la entrada de la habitación mientras observaba a su omega quién se encontraba junto a sus bebes acariciando con cuidado la cabeza de su hermano menor.

Entre las sabanas, Lyosha se aferraba a Yuuri sin querer desprenderse del regazo maternal del pelinegro al igual que sus tres pequeños cachorros.

Yuuri que veía a Lyosha derramar una que otra lágrima entre sueños, no dejaba de dispersar sus feromonas gradualmente para mantenerlo seguro y lo más relajado posible junto a sus bebés, por ningún motivo deseaba separarse del menor por lo que con súplica volvió a ver a su esposo.

El instinto maternal en Yuuri era increíblemente fuerte y testarudo...

Ante ello el ruso con una suave sonrisa aun preocupado respondía a la petición de su amado, viéndole tan afectuoso y dedicado por aquel que ahora sería uno más de sus cachorros... simplemente era imposible negarse ni tampoco quería hacerlo.

Para él era todo un placer cumplir todos y cada uno de los deseos de su querido Yuuri.

Víctor siendo su alfa, entendió que su adoración había decidido que Lyosha sería de ahora en adelante uno más de sus hijos, aunque este fuese mayor en edad a sus otros cachorros, Lyosha necesitaba de ese abrazo maternal lleno de calidez para confortar su corazón sumamente herido y lleno de traumas.

Incluso, de cierta forma se sentía algo culpable al respecto de la situación de su hermano menor... si tan solo hubiera prestado más atención a lo que sucedía en la casa principal en vez de enfocarse en mantenerse alejado, de escapar de esa familia que solo significaban ataduras y un infierno de traumas y malos recuerdos... si tan solo se hubiera enterado antes de su existencia sabiendo los alcances de Tanya y de lo que era capaz... si tan solo cuando se conocieron hubiese sido un poco más amable con el pobre chico...no.

Aunque fuese duro, de cierta forma era algo inevitable de suceder.

Aun siendo doloroso para el omega menor, Víctor como alfa de Yuuri tras los intentos de Lyosha por acercársele era necesario ponerle un alto... así, el chico se enfrentó a la realidad tal cual era. cortando toda esperanza o vías para cualquier tipo de mal entendido que pudiera surgir y elevase aún más las expectativas del menor, al fin y al cabo, hubiera sido peor si su hermano menor se hubiera mantenido arraigado a la ilusión de una vida juntos siendo la prueba de ello el resultado que ahora se mostraba ante sus ojos con las acciones de su hermano.

Como adulto, como alfa ya enlazado y marcado por su omega, siendo cabeza de su propia camada se encargó de dejarle en claro una y otra vez a su pequeño hermano que nunca hubo ni existiría alguna posibilidad de corresponderle, que únicamente son y serían solo ''hermanos''.

Ties of a split heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora