Capítulo 15

8.4K 483 14
                                    

Megan

Entre y me duche. Me coloqué unos Jeans, una campera de cuero negra y unas botas del mismo color.
Al salir Gustavo y Mia estaban en el sillón viendo una peli

— ¿Vieron a Nicolás? —pregunté

— Si, dijo que te espera en el auto. Afuera. Esta rato ¿Sabes que le pasa? —pregunto Mía

— No estoy segura —medio menti.

Busqué un bolso y metí dinero, mi celular, más dinero, y... Nada más, ya que no me maquillo y eso. Me coloque una bandana. Me puse un poco de perfume y baje.
Al llegar afuera Estaba afuera del auto apoyado en el capó y hablando con una... ¿¡Chica!?

Esta le coqueteaba. Zorra.

Me acerqué y me puse al lado de Nicolás

— ¿Nos vamos? —le dije cortante.

— Oh sí, Adiós vecinita. Nos vemos luego.

Vecinita, así me trató el primer día que nos conocimos. Y luego... Algunos besos.. ¡NO!.
No va a besarla a ella. Es una Zorra.

Sin darme cuenta me di vuelta, subí al auto e hice la puerta Giratoria.

— ¿Qué te pasa? —dijo subiendo en el lado del piloto— Ojitos... ¿Estás celosa?

Y mucho.

¿En serio? Hace menos de media Hora Estaba enojado. Y dicen que las mujeres somos las bipolares.

— No. —menti. Nunca me había sentido así.

— A mí me parece que si.

— ¿Podemos irnos?

— Ojitos, todo esto —señaló su cuerpo de arriba a abajo— es tuyo.

— Uh que mucho —dije irónicamente.

— Bien que se te caiga la baba cuando estábamos en la piscina.

Arrancó el auto y sentí el calor llegar a mis mejillas. No puedo creer que pueda provocarme tantas emociones juntas.

Llegamos al centro comercial y le pregunté si podíamos entrar a una tienda a lo que me dijo que si.

Encontré un vestido corto, un poco más arriba de las rodillas, el cual me gustó mucho. Al salir del vestidor Nicolás estaba sentado, alzó la vista y me encontré con sus ojos, y después me recorrió de arriba a abajo

— Pareces una Diosa, Ojitos.

— Gracias... Tal vez lo utilice para salir.

— ¿Para salir? Sabes... Es medio corto, y muy descotado.

— Me lo compraré igual.

Al salir fuimos a la caja, Allí nos atendió una mujer mayor.

— ¿Cuánto es? —le pregunto

— $350 —me dice

Busco en mi billetera y le pago, pero Nicolás le dice

Enamorándome de mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora