Megan
Me estoy quedando sin uñas. Dios.
— Señorita Wilson... —dice el profesor de matemáticas y me entrega, en mi pupitre, el examen que acabo de hacer— ...felicitaciones
Miro la nota y me sorprendo.
Un 10 más grande que la hoja está escrita en ella.
Sonrió como el gato de Alicia en el país de las maravillas y miro a Mia.— Señorita Jhonson... Gracias por venir a todas mis clases, pero está es la última —Mia lo mira con un brillo en los ojos— 9, 50. La felicito.
— Muchas Gracias profe...
— le baje 50 centésimas por mostrarme el dedo mayor en todas las clases.
Él profesor paso por su lado para darle la hoja a Gustavo. Y Mía nuevamente le muestra el dedo del medio
— ¿Quiere repetir señorita Jhonson? — ¡pero si estaba de espaldas!
— No.
El profesor rodó los ojos y se dirigió a Gustavo
— ¿Qué voy a hacer con usted? —dice en tono cansado— no aprobo.
Pero como no deseo tenerlo el año que viene lo aprobé.— Es un profesor admirable... -dijo Gustavo
(***)
Cuando salí al pasillo busque a Nicolás, ya que me dijo que me esperaría allí. Pero no estaba
Miro hacia un lado y estaba discutiendo con Macarena.
Mi hermanastra.Pero entonces los dos me ven, Macarena le dice algo y Nicolás me mira con ¿Culpa? ¿Preocupación? ¿Miedo?
Luego Macarena se va y él se acerca.
— ¿Cómo te fue, Ojitos? —me pregunta
— Aprobé —dije con una sonrisa
— era sabido —dijo
— No soy tan inteligente, pude haber desaprobado
— Con el maestro que tuviste era un 99,99% imposible. —dijo engreídamente
— que humilde —dije con ironía
— Amas a este humilde —dijo y entonces lo mire a los ojos..
— Acertaste. Te amo
Pero entonces sus ojos volvieron a estar tristes.
— ¿Qué pasa? —le pregunto— te noto preocupado
— Nada...
— ¿Nada? ¿En serio? —me separé un poco de él— Una relación de basa en confianza Nicolás. Necesito que confíes y me digas que te pasa
— No lo entenderías, Megan
Megan. MEGAN. ¿MEGAN?. ¡MEGAN!
¿Desde cuándo me trata por mi nombre? ¿Tan ignorante me veo?
— Si no me lo explicas es un poco lógico. ¿No lo crees? —esto me está sacando de mis casillas
-—Mejor vamos a la cafetería. Me dijeron...
— No. —lo interrumpí— no me cambies de tema.
— Megan, necesito que me des tiempo...
— ¿De qué? ¿De confiar en mí? No Nicolás, necesito que me cuentes.
Las lágrimas de decepción empiezan a asomarse en mis ojos.
— Ojitos, por favor no llores. —sus manos se posan en mis mejillas, y sus pulgares secan mis lágrimas— me haces sentir mal
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Enamorándome de mi vecino
Ficção AdolescenteElla; una chica tranquila, con un carácter fuerte, bella pero humilde, no le interesaba el dinero, no le interesaba tener una relación con alguien, para ella el amor era su familia y sus amistades. Él; un chico engreído, mujeriego, extrovertido, pre...