Jack era bastante bueno en esta tabla con ruedas, yo solo me limitaba a observar, ponía la tabla en el suelo y me paraba sobre ella intentando mantener el equilibrio y después de mantener el equilibrio empecé a impulsarme con mi pie derecho, todo iba bien hasta que me topé con un barandal, no tenía muchas opciones así que opte por saltar junto con la patineta y para mi sorpresa caí de pie. - Wow, eso fue increíble ____- escuche a Jack decir. - Bueno, pues gracias, la verdad no sabía que hacía pero lo que si sabía era que no quería estrellarme contra esa cosa. - Pero te salió increíble. - En serio gracias pero tengo que volver a casa, toma la patineta. - Quédatela. - Pero es de Jackie. - Es cierto, te conseguiré una, ven- me jalo del brazo y me llevó a una tienda de bicicletas entramos y vi todo, era increíble, siguió tirando de mi brazo y llegamos a un área donde había patinetas por todos lados. - Wow - Lo se es increíble, elige una. Empecé a mirarlas una por una, realmente no sabía cuál elegir, todas eran magníficas, después de ver cientos y cientos de patinetas elegido unas cuantas, cuatro para ser exactos.
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Al final elegí ____(elijan la patineta que más sea de su agrado y comenten cuál les gusto). - Quiero está. - Esa es fantástica, simplemente va con tu personalidad, simplemente es para ti. Reí y mire a Jack, este pago la patineta y me la entregó. - Aquí tiene bella dama. - Gracias caballero- le dedique una pequeña sonrisa- prometo mejorar. - Apuesto a que lo harás- me beso la mejilla- nos vemos después. - Adiós Jack- este subió a su patineta haciéndome suspirar y se fue patinando. Yo por el contrario me fui caminando con la patineta bajo mi brazo al llegar había un demonio muy particular afuera de la casa. - ¿Que demonios hacías con el?- Ahí fue cuando me asuste, ¿que sabía el? ¿Como lo sabía? ¿Por que le molestaba? - Solo me invitó a andar en patineta. - Tu lo has dicho, a andar en patineta no a subir a la misma patineta que el y como si fuera poco abrazarlo. Momento, ¿acaso estoy escuchando bien? ¿Acaso Tom está celoso de Jack? ¿En serio me está celando? - Tom, no fue nada. - A mí no me engañas, vi la forma en la que lo mirabas y la forma en la que él te mira simplemente no me gusta. - Tom, si esto es parte de nuestra apuesta para enamorarme no va a funcionar así que puedes calmarte. - No, no me puedo calmar, no después de lo que vi, no me gusta que estés con el. - Tu no eres mi dueño. - No, no lo soy y lo tengo bastante presente, pero no quiero que un idiota te rompa el corazón. - ¿A ti qué te importa el corazón? - Más de lo que crees. - ¿Y por qué? ¿Por que te importa tanto? Yo tengo una vida Tom y yo puedo estar con quien yo quiera estar, me da igual lo que pienses. - Es que no entiendes porque hago esta. - Oh, claro que lo entiendo si Lucitor, me quieres tener rendida a tus pies, simplemente lo haces por esa Maldita apuesta, fuera de ella ni siquiera te importo. - ¡Claro que me importas! Y no te quiero cerca de ese tal Jack. - ¿Por que? ¿Por que haces esto? - ¡Porque te amo! Me quede muda y simplemente recorrí la cara del demonio con mis ojos, no había distinguido en qué momento habíamos empezado a gritarnos, ni a pelearnos, ya tenía suficiente con la pelea con Marco el otro día y la de Jessica en la noche, no necesitaba otra, pero sus palabras, las últimas palabras que pronunció me impresionaron, no lo creía cierto, no podía estar pasando, los demonios no tienen sentimientos. ¿O tal vez si? Mire a Tom. - Yo... - No digas nada, es tu vida, no me puedo meter- chasqueo sus dedos y desapareció. Me sentí terriblemente culpable por lo que acababa de pasar con Tom, lo que no tenía claro era que si lo hacía por la apuesta o esos en realidad eran los sentimientos que tenía, lo vi desaparecer con un nudo en la garganta y no me quedo de otra más que entrar a la casa, donde lo único que se me ocurrió que podría levantarme el ánimo era un plato de nachos, con mucho queso y tal vez unos pequeños pedazos de jalapeño. Me los prepare y me senté a ver una película, pero entonces alguien tocó la puerta. Era Jack. - Perdón si es un momento poco apropiado pero ¿puedo pasar? Yo solo me quite de la puesta en señal de que le estaba dando el paso. - ¿Que haces aquí? - Quería asegurarme de que estuvieras bien. - Bueno ya lo hiciste- lo miré, quería estar sola. - Te ves mal, ven vamos a salir. Sonreí tal vez tenía toda la razón y debía despejar mi mente. - Está bien Jack. Pasamos todo el día juntos, siguió enseñándome a andar en patineta y al final terminamos comiendo en un puesto de comida rápida, después de eso fuimos al parque, ya era de noche el tomó mi mano. - Cuéntame que te pasó. - Es un problema con un amigo mío, creo que le molesta que este contigo. - Eso es terrible- me miro. - Si, pero espero que el no esté enojado conmigo. - Apuesto a que no lo está- Jack se estaba acercando a mi y al final unió sus labios con los míos, era un beso tierno y por alguna razón no quería que terminara.
