Capitulo 24

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Maratón pos- boda (parte 4/?)


Llegue con las chicas de cocina y relate el menú de la noche, claro, algunos nachos, tacos, tamales, gorditas, pozole, creo que llamaré a Marco no pueden faltar sus estupendas enchiladas. No sería una fiesta mexicana pero algo nuevo en el menú nos les haría daño a nadie de los que asistirá. Llame a mi prima, Star, su espejo sonaba y se contesto y vi algo que desearía no haber visto. No solo le estaban comiendo en el beso, estaban ambos en la cama sin ropa, Dios, lance mi teléfono lo más lejos que pude atrayendo un par de miradas de algunos chicos. Me acerqué lentamente al teléfono y los vi medio vestidos y con el cabello alborotado.
- ¿Ya podemos hablar Star, Marco?
- Si...
- Lo lamento prima no creo... no creí que alguien fuera a marcar, olvide... que... que esto estaba.... ahí ahí.
- No te preocupes, todo está bien, solo me gustaría no haber visto nada- se ríe.
- ¿Y para que llamas _____?
- Bueno Marco Tom va a ser el anfitrión de una gran fiesta, ya sabes que a mi esposo no le gusta alardear ni nada.
- Claro que no- nótese el evidente sarcasmo de la voz de Marco.
- Lo se, en fin, tenía planeado hacer un menú al estilo mexicano, ¿tú que opinas querido amigo mío?
- Bueno es una gran idea, claro no podrás hacerlo sola.
- Eso lo tengo más que claro, necesito ayuda, tengo el equipo pero me falta el experto.
- ¿Está acaso pidiendo mi ayuda la mismísima reina del infra mundo?
- Si, Marco Diaz, novio de mi prima Star Butterfly, ¿sería usted tan amable de ayudarme en la cocina para este gran e importante banquete?
- Sería un honor mi reina- fingió una reverencia y Star río.
- ¿No necesitas más ayuda?
- Ahora que lo dices Star me encantaría que vinieras, me ayudaría mucho un par de manos extra para la decoración.
- Claro, cuenta con ello, te vemos en unas dos horas.
- Dos horas perfecto.
Colgué la llamada y me dirigí a donde se encontraba el congreso.
- Majestad- varios hicieron una reverencia en señal de respeto, otros me miraban con cierto recelo, no sé si por ser mujer o por no ser un demonio.
- Buenos días, Thomas Lucitor ha estado teniendo trabajo de mas, hoy yo estaré en su lugar.
- ¡Este no es lugar para usted!
- ¿Escuche bien? Soy la reina tengo más derecho yo que usted de estar aquí presente.
- Déjala que se quede, no soportará la reunión.
Tome mi lugar sentándome en la cabecera derecha, donde era la silla de Tom. Me sentía vigilada y no me agradaban las decisiones que tomaban.
- Iremos a la guerra contra el reino vecino, son una completa amenaza.
- ¡Son nuestros aliados!
- Majestad cállese.
- No, primero, ¿porque los atacaríamos? Tom jamás aprobaría esto.
- Ya lo hizo alteza.
- No, yo lo conozco, el no haría eso.
- Bueno creo que no lo conoce lo suficiente.
Okay, eso me dolió desgraciado, aguante la voz en mi garganta y asentí.
- Bien, continúa exponiendo el punto, las razones, los beneficios, así como las consecuencias, positivas y negativas, ¿tenemos los recursos para ir a la guerra contra ellos?
- No majestad, esto no dejará nada... yo... lo lamento.
- Lo sabía, gracias, nos vemos esta noche.
Ríe y me retire, son unos desgraciados, Star y Marco no tardaban en llegar, más bien ya estaban frente a mi.
- Hola chicos.
- Pareces molesta.
- Lo estoy, pero bueno, ¿que le hacemos? El consejo tiene que entrar en razón a la fuerza.
- Si, ¿bueno que haremos?
- Marco tú vas a La Cocina, hay un grupo de cocineros que acatarán todas las órdenes y pasos para la receta.
- Genial, adiós corazón- besa la frente de Star y se va.
- ¿Y yo _____?
- Tú Star decoraras el salón pero trata de no prender todo en llamas.
- Genial, ¿y tú?
- Voy por Tom.
- Te veo más tarde.
Suspira y me retiro, Tom debía seguir dormido, camine y le encontré en ropa interior en una pose algo sugestiva.
- ¿Thomas?
- Hola corazón- lo vi levantarse, se acercó a mí y cerró la puerta detrás de mi.
- ¿Que rayos haces así?
- Se que te encanta lo que ves querida.
Me tomo de la cintura y empezó a besar mi cuello despacio, dejando unos pequeños chupetes.
- Tom, dejará marcas.
- Nada que el maquillaje no arregle.
- Pero...
- ¿No crees que sería lindo tener niños corriendo por todo el castillo?
- Sería maravilloso pero no es el momento- escucho como baja el cierre de la espalda de la blusa y arranca mi pantalón sin esfuerzo alguno.
- Solo dejaré llevar corazón.
- Tom, no es el momento...
- Te encantaría que te hiciera mia antes de esto.
- Tom.
- Solo disfruta- me mordió el cuello, genial, maquillaje que bueno que existes.- ¿porque no eres mi _____ hoy?
- ¿Disculpa?
- La mujer con la que me case si me amaba.
- Yo te amo Tom.
- No lo parece.
- Tu te alejaste de mi... no dormíamos juntos.
- Ya deja eso atrás, ¡ya te explique!
- A mi no me grites soy tu reina.
- Y yo tu rey- me beso para callarme, si no me gustaran tanto sus besos lo habría alejado, pero no pude alejarlo de mi. Lo abrace y deje que el tomará el mando. Me tumbo en la cama y empezó a acariciar mi cintura, sus manos estaban calientes, mi piel estaba helada, pero se sentía fantástico sentir su roce. No quería gemir pero no aguantaría por mucho y todo era culpa de este demonio.
- Vamos, se que me deseas mi reina.
Empezó a acariciar mi entrada sobre las bragas.
- Yo... yo te de...seo más... más que a na... nada.
Sentía como su ereccion rozaba contra mi trasero, hasta que tocaron la puerta, yo le dije que no era el momento pero me casé con el demonio más terco, necio y testarudo de todo el Infra mundo, no el infra mundo queda corto, de todo el universo.
- ¡Váyase!- grito Tom fastidiado.
- Mi rey...
- ¡Que te vayas!
- Si mi rey- se escucharon los pasos alejarse y mire a Tom.
- Te dije que no era el momento.
- Sabes como soy, ahora sigamos en lo que nos quedamos.
Se deshizo de mis bragas y metió un dedo dentro de mi intimidad, mis paredes abrazaban el dedo de Tom como si lo conocieran desde siempre... metió otro... desgraciado.
- Tom... yo...
- Shhhh.... calla.
Lo vi quitarse su bóxer y ponerme de rodillas.
- Vamos mi reina sabes que hacer.
- Si mi rey- lamí la punta.
- Me enloquece que me llames así.
Seguí lamiendo más y más, cada vez más cerca de sus testiculos, los cuales con mi mano libre apretaba y masajeaba los mismos.
- Eres wow ______.
Sentí como mis pechos eran desnudados y después apretados, esto era un martirio, pues no llegaba a nada.
- Mételo ya Thomas.
- Como la reina lo ordene.
Se acomodó en mi entrada y abrieron la puerta, como reflejo me escondí entre las sabanas.
- Perdón mi rey es muy urgente- se va y yo miré a Tom.
- Tienes que ir Tom.
- Lo se _____.
Se fue dejándome ahí, desnuda, caliente y dudosa.

Aléjate de ella (Tom Lucitor y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora