Estaba completamente confundida, entre al salón con Tom como si nada hubiera pasado y me senté al lado de Marco. - ¿Donde estuvieron? - Castigados Marco, ¿donde más podríamos estar? - No lo se, fui a verlos en el recreo y ninguno de los dos estaba en el salón de los castigos. Ahí fue en cuanto me puse súper nerviosa, me regañaría, y odio que lo haga, me hace sentir de lo peor, me siento como una tonta cuando lo hace. Baje la mirada. - ¿Donde estaban ____? - Nos fuimos de pinta- bueno en mi dimensión se utiliza esa palabra para decir que nos saltamos un día de clases sin motivo aparente, no quería mirar a Marco, yo tenía miedo, y mucho. - Ya hablaremos de esto en casa- sonó la campana de la escuela indicando la salida y todos salieron corriendo, menos yo, yo estaba algo asustada de lo que pudiera pasar cuando llegara a casa de los Díaz. Tenía que irme de todas maneras, tarde o temprano, prefería que fuera tarde pero no me puedo esconder de Marco para siempre, me levante, guarde unos libros y cerré mi mochila para ponerla en mi espalda, deje el salón lentamente y me encontré con un profesor afuera. Pase como si nada y me retire camino a la casa en donde me quedaría en esta estancia temporal en la tierra, la casa de los Díaz. Entre y subí inmediatamente al cuarto de Star que era también en el cuarto que yo dormía, al entrar estaban Star y Marco, deje mi mochila en la entrada y Marco empezó a hablar. - No se en qué estabas pensando ____, no puedes irte así nada más, primero té castigaron y luego te fugas. - No me castigaron por mi culpa. - FUE POR LA DE TOM- me gritó y yo solo pude apretar los labios para no dejar escapar las lágrimas. - El no tuvo la culpa, nunca había tenido una clase de química, a demás lo defendí, no mate a nadie Marco. - No me importa no puedo creer que te hayas escapado de la escuela y menos con Tom. - ¿Que tiene de malo? Soy una adolescente, puedo equivocarme si yo quiero, puedo hacer lo que yo quiera de mi vida, estaré aquí temporalmente Marco. - Entonces ¡aléjate de una buena vez! Las palabras de Marco me destrozaron por dentro y empecé a llorar. - Tal vez lo debí haber hecho desde el principio- me volteé con intención de ir a la puerta. - ____, yo, lo lamento no quería... no quería... - Ya hiciste suficiente- salí corriendo de ahí tome unas tijeras interdimensionales y las abrí en un lugar que no conocía pero realmente no me importaba porque lo que quería era alejarme de ese planeta, de todo, abrí varios portales con la intención de que ellos no me siguieran, y si lo hacían no me encontraran. Al final abrí un portal que llevaba a mi planeta natal, mis padres me vieron pero no los deje decirme nada pues pase demasiado rápido y fui directamente a lo que yo llamo mi lugar. Es un pequeño cuarto que solo Star y yo conocemos en el castillo, lo frecuento cuando no quiero que alguien me encuentre, siempre funciona.
Al salir de la escuela note a ____ algo triste, así que este demonio pensó en como levantarle el animo. Fue y compro un ramo de rosas, la verdad creo que le encantarán, también unos chocolates y ya no tenía dinero así que pensé en otra cosa, pero se la daría al estar con ella. Llegue a la casa de Marco Díaz y entre buscando a la joven prima de Star. - Ella no está Tom- escuche decir a Star. - ¿Donde está? - No lo sabemos. - Marco se sobrepasó con ella y ahora no tenemos idea de donde puedas estar. - ¿A que te refieres con Marco se sobrepasó con ella?- estaba perdiendo la paciencia y mis ojos se empezaban a tornar color blanco. - La regaño por haberse escapado de clases. - Cuando regrese le daré su merecido a Marco, pero ahora la tengo que encontrar. No sabía a dónde ir ni dónde podía estar aquella joven, así que pensé ir a su dimensión, toque a las grandes puestas del castillo y la reina me abrió. - ¿Estas buscando a _____? - Así es majestad. - Está aquí, pero no sabemos en dónde, ya la buscamos en todos lados. - Tranquila majestad, les ayudaré a encontrarla. Empecé a buscarla y escuche unos sollozos, pero venían de una pared, la empuje y la encontré tirada en el suelo llorando. - ¿Estas bien? - ¡No! - Se lo que te hizo, tranquila. - No me gusta que haga eso. - ¿Que te dijo? Ella negó, entonces leí sus recuerdos. - No me importa no puedo creer que te hayas escapado de la escuela y menos con Tom. - ¿Que tiene de malo? Soy una adolescente, puedo equivocarme si yo quiero, puedo hacer lo que yo quiera de mi vida, estaré aquí temporalmente Marco. - Entonces ¡aléjate de una buena vez! - Tal vez lo debí haber hecho desde el principio. - ____, yo, lo lamento no quería... no quería... - Ya hiciste suficiente. Cuando vea a Marco lo voy a... no sé qué le haré pero lo voy a hacer sufrir así como el la hizo sufrir a ella. - Oye, sonríe- la mire- te compré unas flores- le di el ramo. - Son hermosas Tom- sonrió- pero no eran necesarias. - Si te quiero enamorar si lo eran. La vi reír, eso me hacía sentir mil veces mejor. - Está bien, entonces ¿también trajiste chocolates? Asentí al verla con tanto entusiasmo y se los di, ella los abrió y comió un o dos, no se pero a los cundo minutos ya no había chocolates en la caja. - ¿Trajiste algo más?- dijo algo alterada por tanta azúcar de la caja de chocolates que se acababa de comer, a lo cual yo asentí. - Pero tienes que venir conmigo- sonreí. - Bien. - Cierra los ojos- ella me hizo caso y los cerró hice aparecer un dije con la osa mayor, se que le encantaban las estrellas. - Abre los ojos- los abre lentamente y se encontró con el collar que yo tenía en mis manos.
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- ¿Es para mi? - Lo es- le sonreí amablemente y bese sus labios, solo la comisura. - Gracias
