Estaba en mi habitación, mi querida prima Star me estaba ayudando a escoger un vestido para la cena con Tom. - Todavía no puedo creer que se haya enamorado de ti - decía la rubia emocionada, hasta creo que mucho más que yo- el era mi ex y es un gran chico, y no ha tenido sus ataques, lo hiciste cambiar, ¡ah! Me alegro tanto por ti. - Cálmate Star, solo fue un beso. - ¿SOLO UN BESO? Yo estaba esperando esto desde que apostaron. - ¡Star!- dije súper roja De la Peña por lo que mi prima esperaba de mí y Tom. Tom era hermoso lo admito pero Star me volvería loca, además no encontraba ni un solo vestido adecuado para la ocasión. Star lanzaba vestidos de todos los colores y de todos los cortes, pero ninguno era mi estilo, era su estilo y simplemente no coincidía, saco uno muy escotado con la espalda descubierta y largo con una abertura en la pierna, color azul como el cielo nocturno, tenía brillos, muchos brillos parecía que la noche se había planeado en mi cuerpo, me lo puse y me quedaba muy pegado. - Te ves hermosa, ¡vas a matar a Tom con ese bendito vestido! - ¿Estas segura Star? - Si, solo lo mejor para mi prima, anda, ve y disfruta de la fiesta. Me mire al espejo, suspire y toque la pequeña campana para bajar al inframundo. Estaba súper nerviosa por lo que me diría Tom, estos vestidos no son lo mío, simplemente no lo son.
Me había puesto un traje negro y estaba esperando a ____, estaba súper nervioso y en ese momento sonó la pequeña campana, avisándome que ya venía, salí de mi habitación y fui al salón principal encontrándome con una chica hermosa.
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Se veía tan hermosa, me acerqué a ella dejando un beso húmedo en su cuello. - Te ves hermosa princesa. Aquella hermosa chica soltó un suspiro al sentir mis labios en su cuello lo cual me causo algo de ternura, la tome de la mano y la lleve al comedor, donde les presentaría a mis padres, ella apretó mi mano al ver a mi madre y se sorprendió un poco al ver a mi padre, que solo era un humano, le soltó la mano e hizo una reverencia. - Buenas noches mis reyes. - Oh querida olvídate de las formalidades, siéntate- ofreció mi madre de una manera dulce y amable a aquella princesa. - Es todo un honor y un gran placer conocerlos, Tom me cuanta algunas cosas sobre ustedes, dice que son excelentes padres y veo que tenía razón, usted es una reina hermosa. - Oh basta cariño, tú eres muy hermosa, mucho más que tú prima. - Pues gracias- se sonrojó y tome su mano por debajo del mantel intentando calmarla. - ¿Donde se conocieron?- pregunto mi padre tomándole confianza a la princesa mágica de otra dimensión. - Bueno, es una historia bastante curiosa y algo divertido y a la vez inexplicable- sonreí y la mire, ella empezó a narrar como nos conocimos, el como nos conocimos fue rato, y que llegáramos a estar juntos fue todavía más raro, pero me alegro de haberla encontrado aquel día. Mis padres la amaron y me la lleve a un pasillo alejado mientras toda la gente y demonios bailaban. - ¿Que pasa Tom? ¿Te sientes bien? - Si es solo que no puedes confiar en Jack. - No te pongas celoso Tom. - No, no es eso ____, si soy muy celoso, pero el no es lo que piensas. - Tal vez no lo sea pero a mí me gustas tú Tomas Lucitor. - Lo se, pero me siento inseguro, soy solo un demonio y tú eres una princesa. - Tu eres un príncipe, eres mi príncipe. La acorrale contra la pared y empecé a besarla apasionadamente y ella me correspondía, baje mis besos a su cuello, dejando algunas marcas y un pequeño chupeton en aquella blanca piel. - Tom- dijo jadeando mi nombre- detente, esto no está bien. - Claro que lo está, solo no es el lugar correcto. La cargue estilo princesa y la transporte a mi cuarto. - Tom no estoy lista. - Claro que lo estás- me puse sobre ella y seguí mi trabajo, pero ella me empujaba. - No Tom, ¡ahora no! - ¡VAS A HACER LO QUE YO TE DIGA!- mis ojos se volvieron rojos y con un poco de fuego la espose y la deje inmóvil, le arranque el vestido viendo su cuerpo tan hermoso, mi ereccion era enorme y no podía esperar a hacerla mía, así que sin aviso la penetre, y la embestí hasta el fondo era estrecha, lo estaba disfrutando, pero tenía muchas lágrimas en sus ojos y me miraba con miedo, ¿que había hecho? Chasquee y la solté y ella me abrazo. - Perdón por no ser lo que querías- se separó y salió llorando de ahí, cubierta con lo que quedaba de aquel vestido azul con el que había llegado. Me había pasado, lo arruine, e intenso, no la quiero perder, yo la amo ¡maldita sea! ¿Por que la ira me controla? Le hago daño a lo que más amo, tengo que disculparme, tengo que ir con ella y decirle perdón, no la perderé, no por una estupidez.
