Capitulo 23

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Maratón pos- boda (parte 3/?)


Después de las palabras de mi suegra ya no pensé si quiera en llorar, estoy perfectamente bien así, me dirigí a la biblioteca, la lectura nunca me cayó mal. Entre miles de libros no sabía que elegir. Encontró un libro de los que amaba, un romance, empezó a leer pero después de un rato comenzó a llorar. Leía cada dulce palabra que decía el protagonista a la protagonista. ¿Cuando Tom le había dicho algo así? Nunca exacto, no le molestaba, pero no era detallista ni nada, tal vez lo fue antes de que se casaran. Cerró el libro secando sus lágrimas y tomo un de historia, fue camino a su habitación y se acostó. Continuó leyendo toda la tarde hasta que me quede dormida, mis párpados ya eran pesados, apenas podía con mi alma. Cerré los ojos y caí en brazos de Morfeo.


(Tom)
Termine tarde, tenía muchos preparativos de la reunión de los reinos y las diferentes dimensiones. Fui a nuestra habitación, llevaba semanas sin dormir, lo cual había llevado a _______ a pensar mal. Nunca me a gustado que se sienta así, inservible como ella dice, jamás la traicionaría, mucho menos que ahora estamos casados además ella es la mujer de mi vida. Puede que Star haya formado parte de mi vida por mucho tiempo y que mi corazón en algún momento fuera de ella, pero eso quedó atrás, estaba frente a la puerta de nuestra habitación, quería girar el picaporte pero no podía. Recordé la pelea que habíamos tenido en la mañana me sentí de lo peor. Si está bien que estamos casados pero... no tengo el más mínimo derecho de obligarla a ir conmigo a donde efectivamente es su responsabilidad, pero no hemos parecido esposos en las últimas semanas. Papá se sentiría del asco al ver como trato a la chica que más amo. El tenía sus problemas de ira pero jamás lastimo a mama como yo estoy lastimando a ______. Tome aire y gire la perilla para abrir la puerta y la encontré ahí. Estaba profundamente dormida, con una pila de libros en el suelo y uno tirado, al lado de la cama, debió estado leyendo antes de quedarse dormida, siempre ha sido un pequeño ratón de biblioteca, un ratón de biblioteca al que ya no le había leído poemas, al que ya no acompañaba a la biblioteca, a quien ya no le prestaba atención. Su mente le estaba jugando una mala pasada, no soportaba sentirme así de culpable, enmendare todo. Me quitó la camisa, me desabrochó el pantalón y me acurrucó al lado de mi esposa. Veo como me sonrió y se acurrucó conmigo. Mi pequeña, como te extrañe.




Desperté algo tarde y sentí unos brazos al rededor mío. No podía ser posible, era... era mi esposo... Tom Lucitor. Me daba tanta alegría verlo ahí a mi lado. Me levante con cuidado lo último que quería hacer era despertarlo, pero al parecer fue lo primero que logre.
- ¿____... _____?
- Aquí estoy Tom- regrese al lado de la cama acariciando el cabello rosa de Tom.
- Buenos días corazón.
- Hola cariño, ¿como dormiste?
- Es la primera vez que duermo en semanas pero a tu lado dormí mejor de lo que pude haber esperado.
- Dígame mi príncipe del infra mundo...
- Ah ah ah- dijo negando- ya no soy príncipe, ahora soy el rey y tú eres mi reina.
- Bueno pero me gusta más como te queda lo de príncipe.
- Si no me dices rey creo que tendré que castigarte- se ríe, lo extrañaba.
- ¿a si?- me acosté boca abajo y lo mire.
- Si- se acercó a mí y se sentó sobre mi, estaba sentado en mi cadera lo cual me hizo estremecer.
- ¿Que pasa cariño? ¿Te asustaste?
- Claro que no Thomas, la necesitada no soy yo.
- ¿No?- se ríe y desliza sus manos por mi abdomen subiendo hasta mis pechos- no estás en posición de decirlo preciosa.
- Tom- se escapó su nombre acompañado de un pequeño gemido.
- Oh ¿eso fue lo que creo que fue?- sonríe ladino y sentí la presión en mis pechos, los estaba estrujando sobre mi ropa.
- Tom, tienes cosas que hacer... la fiesta es esta noche... debes de estar cansado.
- Lo estoy, pero nunca para ti.
- ¡Thomas Lucitor!
Lo vi alejarse alzando las manos en acto de inocencia y de que se rendía.
- Vuelve a dormir, yo me encargo de lo que falte.
- ¿Se... Segura?
- Claro que si, estuve segura cuando me casé contigo, esto será pan comido.
- No sabes cuánto te odio ________.
- Ambos sabemos que es mentira, tu... me... amas.- le mande un beso y salí de la habitación para dejarlo descansar, traía una playera y un pantalón, nada fuera del otro mundo, era cómodo, más para hacer tantos preparativos.

Aléjate de ella (Tom Lucitor y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora