You and me. - Duamila ; G!P

07

Mi hermana se acababa de ir, no la vería hasta el lunes, y hoy era viernes.

Un fin de semana aburrido y en depresión al saber que tengo está enfermedad. Pero no pensaría en eso, bueno, intentaría no hacerlo.

Ya estaba lista para ir al parque, solo debía salir de casa.

Miré el reloj en mi muñeca y solo faltaban ¡Veinte minutos!, Debía correr, ¿Cómo pasó el tiempo tan rápido? ¿Ahora la hora era flash?.

Salí de mi casa corriendo para tomar un taxi. Era tan patética que me daban miedo los taxistas, ¿La razón? Porqué al parecer todos los taxistas violaban.

-al parque, por favor. -aquel taxistas arrancó.

-todavía existen niñas lindas y amables. -me coloque mi auriculares para disimular que no lo escuchará.

Esperaba que no llegarán primero que yo, sería de mala educación que la que invitará llegará de última.

Llegué y le pagué al taxista, me baje del auto y caminé hasta aquella banca de madera. No noté a ninguna de las dos chicas, lo que significaba que no llegaban aún.

Encendí mi celular para colocar cualquier canción, solo para tratar de olvidarme de todo un momento.

Pero se que no puedo porque la música hace que me ponga pensativa.

Faltaba poco para que yo terminará mis estudios, estudiaba turismo, ¿Por qué? Simplemente porqué me gustaba. Pero de un momento a otro todo se me vino abajo.

Pude sentir que alguien me tocaba el hombro, supuse que eran ellas. Miré hacia atrás y si, eran ellas.

-oh, hola. -me quite los auriculares.

-Camila, te extrañé. -me abrazo la más pequeña.

-yo más. -la apreté fuerte.

Esa niña era una dulzura, era tan inocente para éste mundo.

-¿Cómo te portaste?. -la miré alzando una ceja a lo que ella soltó una pequeña risa.

-muy bien si te soy sincera.

¿Cómo una niña tan pequeña podía ser tan inteligente? Yo a esa edad me comía los mocos.

-si, seguro. -era aquella chica.

-hola. -la saludé.

-hola, Camila. -me dió un beso en la mejilla.

-¿Cómo estás?. -pregunte.

-normal. -se alzó de hombros.

-okey. -sonreí. -amiguita ¿estás lista para pasar un día conmigo?. -le dije a la más pequeña.

-¡Si!. -salto entusiasmada. -¡ya quiero helado!.

-pues vamos.

Estaba segura que iba a pasar un buen día con unas desconocidas.