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Desperté sobresaltada, observé mi cuerpo que estaba cubierto con una capa de sudor. Toda mi habitación estaba oscura, tome mi celular, lo encendí y ví la hora, justamente las doce de la noche.

Tenía demasiada calor, necesitaba tomar aire libre.

Me levanté de la cama y salí de mi habitación, baje las escaleras hasta llegar a la pequeña cocina, fui directo al refrigerador y busqué agua, no quería pero necesitaba estar hidratada. Luego de eso salí de la casa.

Solo salí con las llaves de casa. Quería despejarme de todo un momento, necesitaba tranquilidad.

Caminaba lentamente por las oscuras calles que se veían tenebrosas pero no me importaba, solo quería llegar a ese lugar donde pasé mis mejores momentos. Sé que para muchas personas era un simple parque, pero para mí es el lugar más bonito, donde la pasé con la persona más importante para mí.

Llegué y me senté en la típica banca de madera.

Yo era la única en el parque, ¿Quien iba a estar a estás horas en un parque?, Era muy fácil esa pregunta, la respuesta era yo.

Puede que suene tonto pero me sentía la única persona en el mundo.

Una de mis cosas favoritas era: estar sola. Para mí estar sola era sagrado. Me gustaba mucho hablar conmigo misma.

Pude notar que una persona se sentó a mi lado, miré a aquella persona, y quedé asombrada. Era ella.

-¿Qué haces sola aquí Camila?, Es peligroso. -su voz era rasposa
Me gustaba.

-solo vine a tomar aire. -hice una mueca.

Ella se veía hermosa, no podía distinguir su rostro muy bien pero se veía un poco por el brillo de la luna.

No sé cómo pasó pero sentí sus brazos rodearme. Debo admitir que me extrañó que hiciera eso.

-lo siento. -dijo en mi cuello.

-¿Por qué?.

-por irme y dejarte tan descaradamente.

-¿tu estás bien?. -me separe de ella.

-ahora si. -sonrió. -¿Cuánto llevas aquí?.

-poco tiempo.

Nos quedamos en silencio, no sabía si era incómodo, la observé detenidamente y se veía muy linda a la luz de la luna. Si, definitivamente era un silencio cómodo.

-¿Quieres ir a londres?. -pregunto de la nada.

-si, me encantaría.

-quiero llevarte. -hablo segura. -si tú me lo concedes, claro.

Esto me había tomado desprevenida. ¿Qué le tenía que decir?.

-no lo sé. -me moví un poco. -a penas te conozco y no creo que sea así de fácil.

-entiendo. -bajo la mirada. -pero puedes confiar en mí.

-no quiero que me veas como una niña estúpida.

-no lo hago Camila. -se acerco a mi. -quiero que cumplas tu sueño. -sonrió. -sé que sonara loco pero, quiero ser parte de ti.

¿Esto era una oportunidad? Si lo era, no la podía desperdiciar. A veces tenemos que arriesgarnos.

-¿Por qué?.

-con lo poco que hemos hablado me pareces una persona extraordinaria. -reí.

-¿eso se lo dices a todo el mundo?. -me miró ofendida.

-si te soy sincera, no.

No sabía que decir porqué esto era nuevo para mi.

-seguro creerás que soy una secuestradora y todo eso pero, no lo soy. -dijo.

-eso es lo que dicen los secuestradores. -me alejé un poco.

-tienes razón. -me quedé un momento procesando lo que debía decir.

-si voy contigo. -dije al fin. -pero solo porque me puedo morir, y no quiero morir sin siquiera haber cumplido uno de mis sueños.

You and me. - Duamila ; G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora