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Yo simplemente la miraba asombrada, yo no dije ninguna palabra.

Ella no me estaba mirando, al parecer por primera tenía vez vergüenza.

-si te quieres ir. -pronuncio. -lo entiendo.

-¿Por qué me voy a ir?. -ladeé la cabeza. -eres una persona igual que yo Dua. -alce su rostro. -sigues siendo igual.

-cada ves que conozco a alguna chica.... -empezó a hablar.

Observé y ella seguía con la almohada tapando su parte, supuse que era por la vergüenza.

-literalmente salen corriendo cuando se enteran que tengo pene.

-pues son unas pendejas. -dije sería. -eres tan hermosa.

¿En serio había dicho eso?, Esa no era yo.

-gracias. -mostró su sonrisa. -no dices mi nombre tan seguido.

-lo sé. -me alejé de ella.

Caminé hasta mi maleta nuevamente y agarré la ropa que había elegido. Miré a Dua y ella subió rápidamente su mirada a mis ojos, ¿Qué estaba mirando?.

Me coloque la ropa mientras ella me miraba, me incomodaba a decir verdad, ella seguía parada en el mismo sitio.

-¿No te vas a vestir?. -dije después de ver que seguia sin moverse.

-si claro. -dijo rápidamente.

Ella camino hasta su armario con la almohada aún tapando su parte, busco algo para ponerse y se cambió muy rápido, en serio muy rápido, quedé impresionada.

-¿Estás lista?. -volteo a verme.

-si.

Luego de estar listas salimos de la casa, esperamos el ascensor, después de esperar unos minutos abrió sus puertas.

¿Qué estaría haciendo yo en estos momentos si siguiera en mi casa?.

Supongo que estaría en mi habitación acostada en mi cama hundiéndome en depresión.

Y mi hermana ¿Qué estaría haciendo? ¿Ya se habría enterado de que me fui de casa?.

Tenía que llamarla para que no se preocupara por mi, yo no quería que ella sufriera.

Las puertas del ascensor se abrieron y luego de eso las dos salimos.

-¿A dónde te gustaría ir?. -dijo después de que salimos de aquel edificio.

-tu eres la que conoce la ciudad. -respondí.

-entonces te voy a llevar a conocer. -empezamos a caminar. -¿Quieres ir en taxi?.

-me gusta más caminar.

-entonces caminamos. -sonreí.

Empezamos a alejarnos del edificio, yo solo miraba para todos lados como una psicópata, entiéndanme, literalmente nunca salí de mi casa.

Me gustaba como se veían las calles, habían muchas luces por todos lados. Las personas pasaban por mi lado, y se veían diferentes, cuanto deseaba tener una vida libre de problemas.

Miraba las tiendas y se veían muy elegantes, combinaban con las calles.

-señorita Lipa. -apareció un chico.

-¿Cómo está?. -dijo amablemente.

-muy bien señorita, gracias.

Con el chico habían dos personas más, al parecer eran fotógrafos o periodistas porque traían cámaras.

You and me. - Duamila ; G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora